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Las interacciones entre individuos de distintas especies, lo que se conoce como interacciones inter-específicas, ha dado como resultado a lo largo de la evolución una serie de asociaciones, en la que los individuos involucrados pueden sacar algún provecho de ello o por el contrario salir perjudicado. Dependiendo del tipo de interacción biológica que logren establecer y la manera de cómo se desarrolla ésta a través del tiempo, se han ordenado y clasificado en diferentes tipos, en nuestro caso abordaremos el mutualismo.
Se conoce como mutualismo a la relación interespecífica que se da entre individuos de especies diferentes, dicha relación destaca en que los actores involucrados obtienen beneficios unos de otros en su proceso de convivencia. Esta relación de mutuo beneficio puede darse por distintos motivos, tales como alimentación, refugio y hasta con fines reproductivos.
Características del mutualismo
– La primera característica se refiere a que es una interacción entre individuos de especies diferentes, por lo que se trata de una interacción inter-específica.
– Es una interacción doble positiva, ya que los individuos que realizan la relación salen beneficiados mutuamente.
– Los organismos involucrados pueden evolucionar hacia el aprovechamiento de ambas, es decir, coevolucionan y formar sociedades de tipo simbióticas.
Tipos de mutualismo
En la actualidad existen dos tipos diferenciados que son el mutualismo facultativo y el obligatorio. Igualmente hay investigadores que dependiendo del tipo de interacción han propuesto otras categorías, las cuales podrían incluirse dentro de los tipos anteriormente mencionados.
Entre las otras categorías encontramos al mutualismo trófico, en la que se destaca la interacción que pueden tener los individuos para la obtención de nutrientes, el defensivo, en el cual se incluyen a los organismos que, a cambio de un sitio donde vivir o la obtención de alimento, prestan sus servicios para defender a su socio contra otros individuos como los herbívoros o parásitos que les pueden hacer daño, finalmente el mutualismo dispersivo, en el cual uno de los socios es beneficiado con alimento mientras el otro puede transportar elementos valiosos como semillas que serán dispersadas en otro territorio, sirviendo así para su propagación.
Mutualismo facultativo
Cuando nos referimos al mutualismo facultativo, tal como su nombre lo indica, hace referencia a una interacción, donde los socios involucrados no necesariamente deben estar en una relación íntima durante todo el transcurso de su vida para poder sobrevivir, es decir, si en algún momento uno de los socios llegara a estar ausente, la otra especie seguiría teniendo probabilidades de supervivencia, ya que podría reemplazarlo por otra o buscar mecanismos alternos para su condición.
Mutualismo obligado
Al contrario del facultativo, el mutualismo obligado se da en aquellas especies donde la interacción es muy fuerte y estable durante el desarrollo de su vida, tanto es así, que se llega al extremo de que uno de los organismo involucrados no pueda desarrollarse ni vivir sin la presencia de la otra especie.
Esta relación interespecífica se puede dividir en dos clases que son: el mutualismo obligado no simbiótico, en el cual los actores a pesar de tener la dependencia, no necesariamente viven juntos, sino que tiene un cierto margen de libertad para desarrollar su vida; mientras que en el mutualismo obligado simbiótico, las especies que interactúan tienen una relación estrecha e íntima, y en la que siempre están juntas para obtener el beneficio.
Importancia ecológica
Se ha reconocido mundialmente que muchas especies están en peligro de extinción, debido a causas variadas y que han cambiado los hábitats naturales de las mismas. Por tal razón, se han implementado planes en varias regiones del mundo para tratar de disminuir el impacto que la degradación ambiental significa para estos organismos, de la misma forma se trata de reintroducir alguna de ellas en nuevos espacios y, es aquí donde radica la importancia del mutualismo, ya que para que estos planes sean exitosos, se debe tener conocimiento de las interacciones que los individuos de una especie tiene con su entorno.
Tal como se mencionó anteriormente, las especies mutualistas necesitan en algunos casos de socios específicos para poder sobrevivir. Por este motivo el estudio del mutualismo es indispensable para comprender el rol que juega cada especie en un área determinada.
Ejemplos de mutualismo
Las interacciones mutualistas la podemos encontrar en numerosos ejemplos en los diferentes grupos taxonómicos como aves, insectos, mamíferos, plantas terrestres y acuáticas. Aquí algunos de ellos:
Mutualismo en el mar: en este caso nombraremos a la interacción mutualista que se presenta entre los arrecifes de coral y las algas fotosintéticas, en la cual los primeros se benefician por los productos fotosintéticos que estas generan, mientras las micro algas se benefician por la acción que tienen los arrecifes al reciclar los nutrientes del agua, los cuales son esenciales para la nutrición y desarrollo de las mismas.
Mutualismo entre planta e insecto: en esta relación están presente las hormigas y la planta acacia, en la cual las hormigas se benefician al obtener refugio entre sus espinas, además de alimento, mientras que éstas impiden que otros herbívoros se puedan alimentar o dañar parte de las estructuras del árbol.
Mutualismo entre plantas y hongos: tenemos la relación que se presenta entre plantas y hongos denominada micorrizas, en estos casos la planta se beneficia por acción de absorción de nutrientes que tienen estos hongos, tal como si fueran raíces extendidas de la planta, mientras el hongo se beneficia al obtener un soporte físico para sujetarse, además de aprovechar los carbohidratos que produce la planta a través del proceso fotosintético.
Biografía consultada
- Badii, M.; Rodríguez, H.; Cerna, E.; Valenzuela, J.; Landeros, J.; Ochoa, Y. (2013)
- García, F. (2016)
- Giraldo, A. (2015)
- Pérez, V. (2007)
- Traveset, A. (1999)
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