Índice de este artículo
Los ambientes de los océanos pueden ser clasificados de acuerdo a sus características predominantes. El ambiente bentónico abarca el fondo marino e incluye áreas tales como costas, áreas litorales o intermareales, arrecifes de coral y fondos marinos profundos. Por su parte, los peces bentónicos son todos aquellos individuos que viven, o están asociados al sustrato marino, la mayor parte de su ciclo de vida. A estos peces también se les denomina peces demersales y son clasificados más específicamente como epibentos (que viven cerca del fondo). De manera general, todas las plantas y animales que viven asociados con los fondos marinos son llamados de manera colectiva bentos.
Aspectos ecológicos de los peces bentónicos
Los peces bentónicos se caracterizan por tener una movilidad limitada, ya sea porque es una faceta de su comportamiento o proviene de su escasa habilidad para la natación, por lo que presentan poco movimiento con una preferencia a no abandonar la cercanía del fondo marino; no obstante, se extienden por casi toda la superficie del fondo del mar.
Los peces demersales suelen encontrarse asociados a corales, huecos en las rocas o en la vegetación marina formada por macroalgas y pastos marinos (Thalassia). La abundancia de los peces demersales decrece progresivamente conforme se incrementa la profundidad; no obstante, se les encuentra hasta profundidades de 500 m. La distribución de estos organismos depende de los factores ambientales físico-químicos, biológicos o ecológicos, que caracterizan a los diferentes hábitats del fondo.
Los peces bentónicos o demersales verdaderos pasan toda su vida en el fondo del mar o cerca de él, por ejemplo, los lenguados, quienes se alimentan solamente del bentos (almejas, poliquetos y crustáceos); mientras que otros como Hipogglossus hippoglossus (fletán, Pleuronectidae) y Scophthalmus sp (rodaballo, Scophthalmidae) se alimentan de peces más pequeños.
Los peces asociados con hábitats bentónicos específicos, como los arrecifes de coral, están altamente especializados para alimentarse de corales o plantas y de invertebrados u otros peces residentes; por lo que son residentes obligados de estos ambientes.
Frecuentemente, los peces bentónico más característicos de los arrecifes de coral tienen coloraciones o formas llamativas; como, por ejemplo, los peces mariposa, peces ángel, peces ballesta y peces globo (Tetraodontidae). Estos peces pueden depender de sus características anatómicas como cuerpos profundos, espinas robustas, pieles duras, toxinas y tamaño relativamente grande, para poder alimentarse en lugares expuestos -a plena luz del día- mientras evaden las defensas desarrolladas por sus presas. La coloración brillante en estos peces puede servir como un refuerzo óptimo del mensaje de impalatibilidad, es decir, que puede ser potencialmente venenoso para predadores que cazan visualmente.
Es común en estas especies que la etapa larval sea de hábitos pelágicos. Es en esta etapa pelágica en la que se presentan los procesos de dispersión que les permiten colonizar nuevos arrecifes.
Otras especies de peces bentónicos como Barbus barbus [L.] (Cyprininae) pueden generar eventos de bioturbación que afectan los procesos de sedimentación y modifican el flujo o transporte de sedimentos como la grava y arena de los arroyos en los que habitan. Los procesos de bioturbación pueden tener efectos directo sobre la concentración de clorofila (algas) en el agua.
Ejemplos de peces bentónicos (demersales)
Los elasmobranquios incluyen a las rayas, un grupo de peces bentónicos que están especializados para habitar en el fondo. Peces sierra (Pristi pristis, Pristidae), rayas eléctricas (Torpedo sp, Torpedinidae), rayas (rays, Order Torpediniformes) y mantarrayas (stingray, Orden Myliobatiformes) que poseen un cuerpo aplanado dorsoventralmente y aletas pectorales muy agrandada, aplanadas y anchas, que se mueven en forma de onda para impulsarse; las aletas están generalmente fusionadas con la cabeza. Poseen aberturas branquiales en la parte inferior de la cabeza, pero los espiráculos grandes están en la parte superior. El agua entra a través de estos espiráculos para evitar que se obstruyan las branquias, porque la boca a menudo está enterrada en la arena. Los dientes están adaptados para aplastar a sus presas: moluscos, crustáceos y peces pequeños.
Pristis pristis (peces sierra) se alimenta nadando entre el cardumen de peces, moviendo su sierra para inmovilizar a su presa. Estos peces demersales pueden llegar a medir hasta 11 m.
Las rayas látigo (Dasyatidae), también conocidas como pastinacas (Pastinachus sp) y los peces bentónicos conocidos como águilas de mar (Myliobatinae, Myliobatis aquila), poseen una cola que termina en látigo con espinas puntiagudas en la base, que son empleadas para la defensa. Presentan glándulas con las que producen veneno que es altamente peligroso y pueden ser mortales. Las pastinacas suelen camuflarse cubriéndose de arena para buscar alimento; son de hábitos carnívoros y se alimentan de cangrejos, almejas y de otros peces.
Los lenguados (Orden Pleuronectiformes) son los típicos peces demersales, los adultos no poseen simetría bilateral, su cuerpo es aplanado y adquiere forma oval. Una característica notable de estas especies es que mientras son larvas, su cuerpo posee simetría bilateral y son de hábitos pelágicos. En estos ejemplares, las estructuras migran a una de las caras del cuerpo; por lo que los dos ojos y la boca quedan en el mismo lado del cuerpo, mientras que la parte del cuerpo que está en contacto con el fondo marino, pierde todas las estructuras. Conforme crecen, los patrones de pigmentación cambian y se hacen más evidentes las cavidades oculares, al mismo tiempo que desaparece la vejiga natatoria.
La metamorfosis en estos peces bentónicos, implica una modificación compleja de los huesos, nervios y músculos del cráneo; en algunas especies de lenguados esta ocurre inmediatamente después del asentamiento (settlement). Por ejemplo, el lenguado Microstomus pacificus, puede asentarse al inicio de la metamorfosis con un proceso de migración ocular de sólo un mes y permanecer en una fase larvaria que puede durar dos años. La asimetría también puede reflejarse en otros caracteres como la dentición, las escamas y pares de aletas. La parte superior está pigmentada, mientras que la parte inferior suele ser de color claro. Los lenguados, son peces bentónicos de hábitos alimenticio carnívoros.
Otros peces bentónicos demersales que tienen una gran diversidad de representantes en distintos ambientes son los Siluriformes, también conocidos como bagres (catfish). Estos peces se desplazan muy pegados al fondo marino, pero pueden nadar en la columna de agua. Los bagres tienen un número considerable de receptores en sus barbas que emplean para encontrar alimento en aguas turbias. Las barbas también les permiten seguir activos en la oscuridad. Estos peces bentónicos suelen formar cardúmenes y presentar patrones de migración.
Los peces bentónicos, están constituidos por especies cosmopolitas que ocupan una gran diversidad de ambientes. Hay órdenes ampliamente distribuidos en el mundo como los Siluriformes; que, si bien tienen un origen monofilético, actualmente ocupan una amplia diversidad de ambientes ya que se encuentran tanto en zonas de agua dulce como salobre y salada.
Bibliografía
– Helfman, G, BB Collette, DE Facey & BW Bowen. 2009. The diversity of fishes: biology, evolution, and ecology. USA John Wiley & Sons. 738 p.
– Lalli, C. & TR Parsons. 1997. Biological oceanography: an introduction. 2da. Ed. Elsevier. 337 p
– Pitcher, TJ. 1986. The behaviour of teleost fishes. Springer, Boston, MA. 559 p
– Statzner, B, P Sagnes, JY Champagne & S Viboud. 2003. Contribution of benthic fish to the patch dynamics of gravel and sand transport in streams. Water Resources Research, 39(11).
– Nelson, JS. 1994. Fishes of the world . 3ª edición. Nueva York. John Wiley & Sons, Inc. 600 p.
Deja una respuesta