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Los peces de agua fría constituyen una buena opción para aquellas personas que se inician el mundo de la acuariofilia, sin duda su gran atractivo reviste principalmente en la facilidad de mantenimiento del acuario, ya que no precisa recrear un biotopo muy complejo, a diferencia de los acuarios marinos o los destinados a peces tropicales.
Entre las variedades existentes los más populares son los denominados Goldfish. La conservación y cría de peces de agua fría, no es algo nuevo, ya que desde la antigüedad en el continente asiático, concretamente en la lejana China, se comenzó a la selección de bellos ejemplares, sobre todo carpas con numerosos coloridos, se solían introducir en pequeños estanques de exterior o bien en vasijas de cerámica, no solo se cuidaban a estos animales con fines ornamentales, también tenía una finalidad práctica, ya que su conservación en cautividad facilitaba poder comer pescado fresco en cualquier momento sin la propia dificultad que entraña la captura en el medio salvaje.
Con el trascurso del tiempo y el auge que adquiere la acuariofilia, se da paso a la cría selectiva de ejemplares, surgiendo una gran variedad de peces, tanto en colores, como en ciertas características peculiares que reviste su fenotipo.
Mantenimiento y cuidados de peces de agua fría
Se pueden ubicar en un acuario espacioso para que puedan nadar y ejercitarse sin dificultad, no requieren calentador para el agua, ya que son peces aptos para vivir en agua fría, además soportan sin dificultad los cambios de temperatura ambiental.
El acuario ha de contar con accesorios esenciales para el mantenimiento, me refiero al filtro y, en su caso, un oxigenador para el agua; las plantas naturales ayudan a embellecer el acuario, además de recrear un ambiente natural, también contribuyen a evitar la formación de algas e incluso adsorben sustancias químicas nocivas para los animales.
Es importante ambientar el fondo del acuario, a través de grava y sustratos especiales para el mantenimiento de las plantas. Los troncos de maderas y otros elementos ornamentales embellece el pequeño espacio acuático apto para estos animales, también proporcionan escondites para mantenerlos en plena intimidad.
El agua ha de estar tratada antes de la introducción de los peces, su temperatura debe oscilar entre 18 a 20 ºC, si es es menor, permanecen menos activos, generalmente en el fondo de acuario o en sus refugios . El pH debe mantenerse entre 6.5-7.5, dGH 10-18, todo depende de la exigencia en cuestión que requiera la especie a albergar. El agua debe estar suficientemente filtrada y oxigenada, estos animales son más exigentes a este respecto que los peces tropicales, por esa razón el sistema de filtrado y oxigenación ha de estar activo las 24 horas al día.
La iluminación es importante, sobre todo si se tiene en cuenta que a los acuarios no se les puede proporcional luz natural, ya que se sobrecalentarían, además de favorecer el crecimiento de las algas. Los tubos fluorescentes son los más económicos, pues proporcionan luz y fomentan el crecimiento de las plantas.
Es necesario que la iluminación se adquiere en tiendas especiales de animales, ya que la industria se encarga de fabricar productos lumínicos especiales para peces domésticos. Las lámparas fluorescentes cuentan con la ventaja de facilitar unas condiciones lumínicas en las que prevalece mayor intensidad de luz sin producir demasiado calor, pueden estar encendidas entre 10 ó 12 horas.
Si se dispone de plantas y el acuario tiene una altura superior a 60 cm, posiblemente precisaremos lámparas especiales para conseguir que la luz pueda llegar hasta el fondo del acuario, incluso en función de los requerimientos que va a precisar el tipo de planta se puede combinar lámparas que proporcionen luz fría con una más cálida, siempre cerciorándose de no sobrecalentar el acuario.
La alimentación de los peces de agua fría ha de ser preferiblemente de fabricación industrial, puede ser tipo granulada o en escamas. Se puede alimentar tres veces al día, siempre ofreciéndoles pequeñas cantidades, concretamente lo que puedan consumir en un breve periodo de tiempo; de esa manera evitaremos que se indigesten, al mismo el tiempo que el agua se conservará en mejores condiciones. Muchas especies aceptan alimento vivo e incluso liofilizado.
Goldfish y otras variedades de peces de agua fría
Goldfish, Carassius auratus: existen diferentes variedades o razas, en función de las características especiales que revisten su fenotipo, destacamos algunos ejemplares.
Carpín, carpa dorada o pez rojo, estos ejemplares presentan cola larga, cuerpo alargado y color anaranjado o rojo.
Pez telescópico: caracterizado en poseer unos ojos muy saltones, el más popular es de color negro, aunque existen otras variedades.
Pez cometa o sarasa: su cuerpo es alargado, presenta solo una aleta caudal, también bastante pronunciada, su coloración es variable entre rojo, naranja y blanco.
Oranda: muy similar al pez cola de velo, aunque su principal diferencia radica en la protuberancia que sobresale encima de su cabeza. Existen ejemplares con diversidad de colores, el más común es el caperucita roja, con un cuerpo blanco y el capuchón de la cabeza de coloración rojiza o anaranjada.
Shubunkin: mantienen un cuerpo parecido al carpín dorado, aunque sus colores son más llamativos, una mezcla entre naranja, azul y blanco, también presentan manchas negras por todo el cuerpo.
Escama de perla: destaca sus escamas distribuidas homogéneamente y en forma de curva. como si se tratara de un collar de perlas. El cuerpo es corto y su coloración es variable en función del ejemplar.
Cola de velo – Ryukin: estos peces se caracterizan por disponer de una aleta caudal alargada, también tienen una joroba entre la cabeza y la aleta dorsal, hay variedad de colores, el más frecuente es el blanco y rojo.
Ojos de burbuja: como su nombre indica poseen unos sacos muy pronunciados debajo de cada ojo.
Cabeza de león: muy similar al pez oranda, incluso se confunde con él, se diferencia en la estructura de la cabeza, el cabeza de león la tiene un poco más pronunciada, además la protuberancia se extiende por toda la cabeza, no solo en la parte superior. Carece de aleta dorsal.
Ranchu: es un pez similar al cabeza de león, pero la protuberencia es de menor extensión que en el cabeza de león, además su cuerpo es más ovalado. Carece de aleta dorsal.
Perca de sol (Lepomis gibbosus): es un pez duro, de fácil adaptación en el acuario, resaltan sus pequeñas manchas anaranjadas distribuidas por todo su cuerpo. Se dice que es pacífico con otros peces, personalmente no lo creo, dado su alta voracidad, de hecho, por experiencia puedo decir que ataca a peces de nado lento.
Pez paraíso (Macropodus opercularis): es un pez muy llamativo en cuanto sus coloridos, aunque muy territorial sobre todo con machos de su misma especie, por esa razón es incompatible mantener dos machos en el mismo acuario.
Locha japonesa o dojo (Misgurnus anguillicaudatus): peces con cuerpo muy alargado, suelen permanecer en el fondo y les gusta remover la grava en busca de comida.
Neón chino o de agua fría (Tanichthys albonubes): estos pequeños peces son bastante frecuente avistarlos en tiendas especializadas de animales, destaca su llamativo colorido simulando el color que desprenden las lámparas de neón.
Carpa koi (Cyprinus carpio): es sin duda una variedad muy popular entre los peces de agua fría, prensetan coloración muy variada: rojiza, azulada, blanca amarilla… Es el pez más utilizado para aquellos que deciden instalar un estanque de exterior en el jardín de la vivienda.
Barbo rosado (Puntius conchonius): son peces muy activos que suelen nadar formando pequeños grupos, destaca su pequeño punto o mancha negra en el extremo final de su cuerpo.
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