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El sistema muscular del perro está compuesto por los diferentes músculos y sus elementos de fijación. Estos músculos se ubican sobre la superficie corporal unidos a huesos y articulaciones, e internamente formando parte esencial de órganos y tejidos.
Como en otras especies de vertebrados, los músculos pueden clasificarse de acuerdo a su aspecto, ubicación y funciones.
Repasaremos los principales componentes del sistema muscular del perro y sus diferentes relaciones anatómicas y funcionales.
Célula muscular
La célula muscular madura, llamada miocito, es la unidad anatómica y funcional del sistema muscular del perro y demás mamíferos.
El miocito es una célula capaz de responder a estímulos eléctricos provenientes del sistema nervioso (excitabilidad) modificando su longitud (contracción). Puede también distenderse, retornando luego a su tamaño original.
En su interior (citoplasma) posee una cantidad considerable de filamentos proteicos de actina y miosina, que son a su vez la unidad microscópica responsable de la contracción muscular.
Composición de los músculos
De acuerdo a su composición histológica, aspecto macro y microscópico del tejido, los componentes del sistema muscular del perro pueden clasificarse en lisos y estriados.
Los músculos lisos se encuentran distribuidos por todo el cuerpo formando parte importante de estructuras internas (vísceras y vasos sanguíneos).
Poseen células fusiformes cuyo aspecto es liso, debido a la disposición y escasa cantidad de filamentos en comparación con los otros tipos musculares.
Los músculos estriados corresponden a los esqueléticos, músculos del ojo, lengua y el estriado cardíaco.
En estas estructuras, la célula muscular se vuelve algo más alargada (con longitud y contorno variable), reconociéndose como ‘fibra’ muscular.
Dentro de la fibra muscular, los distintos filamentos proteicos se agrupan formando unidades microscópicas llamadas miofibrillas. A su vez, en cada miofibrilla los filamentos se disponen en forma secuencial demarcando segmentos bien diferenciados llamados sarcómeros. Estos sarcómeros representan la unidad contráctil de la célula, y son los responsables de su aspecto estriado.
Músculos esqueléticos del sistema muscular del perro
Dentro del sistema muscular del perro, el componente esquelético representa el mayor porcentaje.
La musculatura superficial esquelética determina la conformación externa del animal, cuyo aspecto y tamaño puede variar significativamente según la raza.
Los músculos esqueléticos se unen al hueso mediante unas estructuras fibrosas llamadas tendones. Los tendones son la continuación de las distintas envolturas del músculo. Estas envolturas se agrupan o fusionan en cada extremo del musculo, para insertarse luego en la cercanía de las articulaciones y posibilitar su movimiento.
En el sistema muscular del perro existen también músculos esqueléticos formando parte de las paredes o contornos de tórax, abdomen y pelvis.
Otros componentes se hallan a su vez distribuidos en ojo, lengua y primeras porciones de tracto digestivo y respiratorio.
Nomenclatura y función de los músculos esqueléticos
A continuación haremos un sencillo recorrido por el cuerpo del perro, destacando los grupos musculares más importantes de acuerdo a su ubicación y función.
Músculos de la cabeza
En la región de la cabeza podemos encontrarnos con músculos específicamente faciales o de la mímica facial (músculos de labio, nariz, párpados y grupos musculares de la oreja); músculos masticatorios (temporal, masetero); músculos del globo ocular; músculos de la lengua con su aparato hioideo, y finalmente los músculos esqueléticos de faringe, paladar blando y laringe.
Músculos del cuello
Nos encontramos con el músculo cutáneo del tronco (que abarca la superficie dorsal de cuello, tronco y cola) y los músculos ventrales del cuello. Estos últimos flexionan o lateralizan cuello y cabeza, participando algunos incluso en la deglución.
El músculo cutáneo es una estructura amplia y delgada, que se ubica inmediatamente por debajo de la piel a la cual tensa durante su contracción.
Músculos del tronco (tórax y abdomen)
Músculos torácicos: participan en la expansión y retracción del tórax durante la respiración. Pueden dividirse en inspiratorios, como los intercostales externos, serrato craneal y diafragma (que separa internamente tórax de abdomen), y espiratorios (intercostales internos, serrato caudal, etc.).
Músculos abdominales: ofrecen contención o soporte muscular y fibroso a las estructuras internas del abdomen del perro.
En la región lateral tenemos el oblicuo externo, oblicuo interno y transverso, mientras que por debajo y paralelo a la línea media nos encontramos con el músculo recto abdominal.
Los músculos abdominales trabajan también durante la defecación y micción del animal, así como en la respiración y locomoción.
Músculos de la columna
La columna vertebral posee grupos musculares de diferente longitud. De acuerdo a su ubicación y función, dentro del sistema muscular del perro nos encontramos con:
Músculos epiaxiales: se ubican en la zona superior y lateral de cada vértebra, abarcando la región cervical, torácica y lumbar. Estos músculos estabilizan, extienden y lateralizan columna, cabeza y cuello.
Músculos hipoaxiales: se ubican por debajo de las vértebras, disponiéndose únicamente a lo largo de la región cervical y lumbar. Se encargan de estabilizar, flexionar y lateralizar la columna.
En la región cervical, existe además un grupo muscular especializado que imparte movimiento a la cabeza pudiendo modificar sutilmente su posición.
Músculos de la cola
En el sistema muscular del perro, los músculos esqueléticos de la cola participan activamente en la comunicación de la especie. Como ocurre en el gato, a través de la posición y amplitud de movimientos de la cola los perros expresan amenaza, excitación, agresividad, sumisión, etc.
Existen músculos que se originan en la zona lumbar y sacra de la columna, para continuarse por las regiones superior, inferior y lateral de las vértebras caudales (músculos sacrocaudales). Junto con el músculo coccígeo, este grupo puede elevar, lateralizar y deprimir la cola.
Formando parte de los músculos de la cola, se encuentra también el elevador del ano con importantes funciones en la defecación.
Músculos de los miembros
Finalizaremos la descripción del sistema muscular del perro, clasificando los músculos esqueléticos de los miembros anteriores y posteriores. Estos músculos se ubican en la unión del miembro con el esqueleto central (axial), y a lo largo de cada extremidad hasta las falanges.
Miembro anterior o torácico
A nivel de la unión con el eje central o axial (cintura escapular) se encuentran los músculos trapecio, dorsal ancho, omotransverso, braquiocefálico y pectorales superficiales. Estos músculos se ubican en forma superficial y desplazan el miembro hacia delante y atrás, o acercándolo al tronco (aductores).
El pectoral profundo, romboides y serrato ventral se ubican en la capa interna para dar sostén y propulsión al tronco, así como para impartir movimiento a cuello y miembros.
En el resto del miembro se distribuyen diversos músculos flexores y extensores, que dan soporte y movimiento a toda la estructura. Existen diferentes grupos con acción sobre la articulación del hombro, codo, antebrazo y brazo (incluyendo carpo y falanges).
Podemos mencionar al deltoides, bíceps, tríceps, los supinadores y pronadores que rotan a nivel del antebrazo, y los extensores y flexores de carpo y dedo.
Miembro posterior o pelviano
Los músculos del miembro posterior del perro son los responsables primarios de la propulsión del tronco, ejerciendo la fuerza principal para su desplazamiento.
Se agrupan en diferentes regiones impartiendo sostén y movimiento a nivel de la cadera, muslo, rodilla, tarso y falanges.
Entre los más importantes podemos mencionar: glúteos, tensor de la fascia lata y obturadores a nivel de la cadera; bíceps femoral, aductores, semitendinoso y semimembranoso en la región del muslo; cuádriceps femoral, que cubre la superficie lateral, anterior e interna del muslo, siendo el principal extensor de la rodilla; finalmente músculos flexores y extensores de tarso y dedos (digitales).
Podemos comprender que una exploración clínica de la integridad y función muscular debe incluir siempre los huesos y articulaciones asociados (aparato locomotor).
A su vez, un estudio completo del sistema muscular del perro debe incluir la totalidad de las estructuras musculares, así como su relación con los componentes vasculares y nerviosos que hacen posible su funcionamiento.
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