El origen palabra perro es, a día de hoy, desconocido. Al parecer esta palabra, «perro», pertenece en exclusiva al castellano, no encontrándose en ninguna otra lengua, antigua o actual, una palabra similar en su raíz léxica al término «perro». No obstante, como ocurre en casi todas las facetas de nuestra vida, se ha especulado bastantes teorías al respecto que intentan esclarecer el significado y origen de la palabra perro. Ya en la edición del diccionario de la RAE, de 1737, aparece la idea de que la palabra perro deriva de la palabra griega «pyr» (fuego), y se atribuía este origen etimológico a que el carácter de estos animales es «seco y fogoso». Obviamente, esta teoría no convenció, ya que no tiene medios de sostén a la vista.
De modo que de donde proviene la palabra perro sigue siendo un misterio. Y su significado no nos dice nada al respecto. No obstante, esto no quiere decir que no haya nada aceptado sobre su origen y significado. En efecto, actualmente circulan dos teorías sobre el origen de este término. Por una parte, esta palabra derivaría de una onomatopeya (prrrr, prrrr…) que era utilizada por los pastores para llamar a sus animales. Es un fenómeno habitual en las lenguas (piénsese en la palabra «cacarear», o en la palabra «gos», que significa «perro» en catalán).
La otra teoría sitúa el origen de la palabra a una lengua prerromana. Sin embargo, tenemos el problema de que las lenguas prerromanas de la península ibérica han desaparecido, a excepción del euskera. En euskera «perro» es «txakur» y es obvio que el origen de la palabra «perro» no deriva de ese témino, por lo que cabría pensar que pertenece a una lengua muerta y desconocida.
En español también se designa al perro: can, palabra derivada del latín canis. Actualmente el diccionario de la RAE lo define como: “Mamífero doméstico de la familia de los cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre.
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