Los perros son animales que tienen de forma natural un carácter afable y muy interactivo, además están constantemente pendientes de sus cuidadores. Esta devoción hacia quien les cuida les hace idóneos para establecer la, ya muy hablada, conexión Animal-persona. A lo anterior hay que añadir sus grandes capacidades tanto motoras como sensoriales, incluso tienen una gran predisposición a aprender cosas durante gran parte de su vida, por lo que pueden adaptarse a cualquier programa de rehabilitación, es decir, son de utilidad práctica para la salud, es lo que se conoce como terapias asistidas con animales (TAA).
Por otro lado está el hecho de su gran variación de razas, es decir, habrá razas, como las más grandes, más adecuadas para tareas relacionadas en servicios de guía o de equipos de rescate, otras razas más pequeñas son beneficiosas para personas de edad avanzada. Es obvio la gran utilidad práctica, en la salud de muchas personas, que reviste el adiestramiento de determinadas razas caninas con fines de terapias asistida con animales.
La domesticación de los perros es conocida desde muchísimo tiempo atrás y actualmente algunas organizaciones han establecido unas pautas para su entrenamiento, como la Delta Society o a Green Chimneys. Este tipo de pautas están orientadas generalmente a revestir de utilidad al cánido en terapias que benefician la salud de determinadas personas.
De una forma breve, el proceso de adiestramiento de un perro debe empezar más o menos a las 3 semanas de vida, cuando la madre empieza el destete, de ese modo el cachorro pasa de tener de referencia a la madre y la adquiere del cuidador. En esta etapa, el animal ya establece un vínculo muy fuerte con su criador y se vuelven mas sociables, esta etapa se denomina Imprinting, mientras se le van enseñando órdenes básicas, tales como “muy bien” o “no” para reforzar pautas positivas y castigar las negativas. Cuando tienen 3 meses y en la duración de su etapa juvenil se le empiezan a dar ordenes mas completas, tales como “quieto” o “siéntate” y se pasan a las especificas de la función a la que van a ser adiestrados.
Tipos de adiestramientos de perros con utilidad para el ser humano
Perros guías o lazarillos: están adiestrados principalmente para avisar a personas con deficiencias visuales o totalmente ciegas de las barreras arquitectónicas o de cualquier peligro que puede suceder en su entorno, además de suponer un apoyo moral para la persona y otorgarle seguridad.
Perros señalizadores de sonidos: están adiestrados para indicar a personas con deficiencias auditivas de cualquier sonido que se produzca y conducirles hacia la fuente del mismo mediante algún gesto aprendido. Son capaces de identificar timbres de puertas, voces, alarmas de incendios y otras alertas sonoras de ese estilo.
Perros de servicio: en general, son todos aquellos que están entrenados para ayudar a una persona con cualquier deficiencia física o psíquica. Por ejemplo, un anciano que ha sufrido una embolia, tiene dificultades para localizar cosas a su derecha o se desorienta, en este supuesto el perro está entrenado para colocarse a su derecha y guiarle o avisarle en caso de necesidad. También pueden aprender a pedir asistencia médica pulsando un botón en caso de detectar algún peligro en su dueño.
Perros de aviso: están adiestrados para avisar al propio paciente o a los médicos en caso de que el enfermo sufra diabetes, epilepsia, episodios cardíacos, etc.
Perros para personas autistas: cuidan de que no le suceda nada al enfermo en relación con las dolencias que incluye esta enfermedad, ya sea para alertarle o incluso para guiarle y controlarle en situaciones de emergencia.
Otros: perros adiestrados para dar compañía y poder interactuar en personas recluidas en penitenciarias, geriátricos, escuelas, etc.
Dentro de cada raza de perros, unas están más capacitadas para una determinada acción que otras, por ejemplo, los Golden Retrievers son menos protectores y más obedientes que los Doberman. De todas maneras, es muy importante escuchar las exigencias de los pacientes, ya que pueden tener más apegos hacia una raza y considerarse un dato positivo que ayude en su recuperación más fácilmente.
Otro de las funciones importantes de estos animales es su capacidad de socialización, tanto con su dueño como otras personas, posibilita una mejor comunicación social entre humanos e incluso situaciones agradables frente a extraños.
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