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Las serpientes de cascabel (género Crotalus) son un grupo de serpientes de la familia Viperidae que viven en el continente americano. También se les conoce como víboras de foseta debido a la presencia de órganos especiales en la región loreal del rostro, entre las narinas y los ojos, que constituyen órganos termo-receptores que facilitan la localización de las presas de sangre caliente.
Estas serpientes se encuentran prácticamente en todo el continente americano, desde el sur de Canadá hasta la zona Norte de Argentina. Actualmente existen aproximadamente 30 especies de Cascabel, algunas de las cuales poseen diversas variedades geográficas o subespecies.
Son reconocidas casi exclusivamente por la presencia de una estructura en la base de la cola denominada cascabel o crepitáculo. Este cascabel produce un sonido, muy característico del grupo, cuando la serpiente sacude la cola. Su principal función es de advertencia a los posibles depredadores o animales de gran tamaño que se acercan a una de estas majestuosas serpientes.
Características de las serpientes de cascabel
La característica más relevante de la serpiente de cascabel es una estructura que produce sonido y que se encuentra ubicada al final de la cola. Esta estructura, denominada también crepítalo, se compone de una serie de segmentos de queratina que se van acumulando uno sobre otro con cada muda de piel de la serpiente durante su crecimiento.
Originalmente se pensaba que cada segmento del crepitáculo se encontraba relleno con algún material que producía sonido cuando la cola se agitaba. Sin embargo, se ha demostrado que cada uno de los segmentos que conforman el cascabel es hueco y estos se encuentran enganchados unos con otros, de manera tal que el sonido es provocado por el choque o fricción entre dichos segmentos.
Otra de las características resaltantes de las serpientes de cascabel (y el resto de los representantes de la subfamilia Crotalinae) es la presencia de cuatro cavidades en el rostro y por lo cual reciben a menudo el nombre común de “cuatro-narices”. El 1º par de estos orificios se corresponden con las narinas que desplazan el aire hacia los pulmones. El 2º par de orificios se encuentran insertos entre las narinas y los ojos, y se corresponde con órganos sensibles a los cambios ligeros de temperatura que les permite seguir y localizar a sus presas.
A través de estas fosetas termo-receptoras, una serpiente de cascabel es capaz de ubicar a su presa en total oscuridad, ya que este órgano permite la formación de una imagen, mediante la luz infrarroja que las presas emiten debido a su temperatura que es superior a la del medio ambiente.
Por otro lado, estas serpientes también pueden ubicar a sus presas mediante las partículas de olor capturadas por su lengua, desde el aire que entran al órgano de Jacobson. Gracias a este mecanismo, las serpientes de cascabel pueden seguir rastros casi imperceptibles de roedores u otras presas.
Características del veneno
Las serpientes de cascabel presentan dentadura solenoglifa, es decir, que tienen dos colmillos conectados a un par de glándulas de veneno. Dichos colmillos son móviles y se pliegan hacia el paladar cuando la boca está cerrada.
El veneno de las serpientes de cascabel se caracteriza por tener principalmente propiedades hemolíticas, es decir, que afecta el sistema circulatorio, degradando los componentes de los vasos sanguíneos y ocasionando hemorragias en diversos tejidos. Por otro lado, el veneno presenta también efectos neurotóxicos que producen alteraciones neurológicas y por lo tanto sistemáticas, como insuficiencia respiratoria, cardíaca y renal.
Estas serpientes emplean el veneno para matar a sus presas, aunque también para defenderse de sus depredadores y posibles amenazas.
Reproducción de las serpientes de cascabel
Las serpientes de cascabel se caracterizan en ser reptiles vivíparos, es decir, que los huevos son retenidos en el interior de la madre, de manera que esta da a luz a crías completamente formadas. Los patrones de reproducción, de las especies del género Crotalus, varían de acuerdo a diversos factores ambientales, por lo cual el tamaño de los individuos maduros, así como la espermatogénesis en los machos, es muy variable incluso dentro de una misma especie, según su rango de distribución y las condiciones climáticas del lugar donde se encuentren.
En general, las serpientes de cascabel alcanzan la madurez sexual entre los dos (2) a los siete (7) años de edad, y su primera reproducción ocurre aproximadamente un año después de alcanzar la madurez. Durante la época reproductiva, los machos buscan una hembra y suelen seguirla por varios días e incluso semanas, hasta que esta acepta aparearse. En muchos casos ocurren enfrentamientos entre machos para defender a las hembras.
El apareamiento suele ocurrir en otoño, y la hembra mantiene el esperma depositado por el macho en un compartimiento especial. En la hembra, la ovulación y fertilización de los huevos ocurre en primavera y el periodo de gestación varía entre varias semanas a tres meses, por lo cual las crías nacen a finales de la época primaveral y también durante el verano. Cada hembra puede producir camadas de entre 3 a 16 individuos.
Adicionalmente, se ha registrado cuidado parental por parte de las hembras en diversas especies. Dicho cuidado consiste en quedarse cerca de las crías hasta el momento de su primera muda y, en algunos casos, las madres adoptan posturas defensivas cuando un intruso se acerca a ellas.
Hábitat y Ecología
Las serpientes de cascabel son bastante comunes en una gran variedad de ambientes, que incluyen desde desiertos y regiones áridas, hasta bosques húmedos de alta montaña. Las especies del género Crotalus se pueden registrar desde elevaciones a nivel mar hasta los 4000 metros en varios sistemas montañosos de Norteamérica. Estas serpientes, al igual que los reptiles en general, prefieren vivir en zonas con temperaturas cálidas, que no desciendan de los 20 °C. Sin embargo, se han registrado individuos en ambientes a 2 °C.
Todas las serpientes de cascabel son de hábitos terrestre y además son preferentemente nocturnas, periodo durante el cual salen en búsqueda de alimento. En cuanto a su comportamiento, se les puede describir como animales con un carácter fuerte que al sentirse amenazadas anuncian su presencia y peligrosidad a través de su cascabel.
Alimentación de las serpientes de cascabel
Las serpientes de cascabel son reptiles exclusivamente carnívoros. En general, este grupo de serpientes está especializado en el consumo de pequeños mamíferos, un ejemplo lo tenemos en roedores y conejos. No obstante, los ejemplares juveniles pueden consumir, según reportes, otras especies de reptiles y algunas especies o tipos de anfibios, mientras alcanzan un mayor tamaño para capturar presas más grandes.
Distribución
Como ya hemos manifestado, las serpientes de cascabel, mayoritariamente, se encuentra en Norteamérica, siendo este el principal centro de especialización del grupo. Norteamérica alberga el 90% de las especies de cascabel del mundo, siendo México el país con mayor riqueza.
En Estados Unidos y México están las especies de serpientes de cascabel mejor estudiadas, debido a que poseen gran abundancia y a que se consideran las especies más peligrosas por la incidencia de accidentes ofídicos con las mismas.
Especies más representativas
A continuación mencionamos algunas de las especies más representativas del género Crotalus.
Cascabel diamantina del oeste (Crotalus atrox)
La cascabel diamantina del oeste es descrita como una de las especies más peligrosas dentro del género Crotalus. En Estados Unidos es considera la serpiente venenosa más peligrosa debido a su agresividad y a la alta incidencia de accidentes en todo su rango de distribución.
Cascabel común o cascabel tropical (Crotalus durissus)
La serpiente de cascabel común (Crotalus durissus) es la especie de cascabel más común y con mayor distribución en América. Se registra desde México hasta la parte norte de Argentina debido a su amplia distribución, muchos autores consideran que Crotalus durissus comprende un complejo de varias especies.
Cascabel llanera o cascabel del desierto de Mojave (Crotalus scutulatus)
La serpiente de cascabel de Mojave reviste gran interés médico debido principalmente a su veneno. Se distribuye ampliamente en Estados Unidos, concretamente en California, región Oeste, es decir, Nevada, también en Arizona, el propio Nuevo México, Utah y Texas; además, en gran parte del norte y centro de México.
Recibe un particular interés debido a la variación de las características tóxicas del veneno a lo largo de sus zonas de distribución, hecho que las convierte en serpientes altamente peligrosas. Al norte de Arizona presentan un veneno denominado “tipo B” con valores de toxicidad más bajos que las serpientes que se ubican más al sur en los estados de Nevada, California y Utah, las cuales presentan un veneno denominado “tipo A”.
Ambas poblaciones de serpientes muestran un perfil proteínico diferente en el veneno, además de la toxicidad letal. El veneno de tipo B muestra mayor actividad proteolítica, mayor actividad hemorrágica y contiene poco o nada de la toxina principal que caracteriza a las serpientes de Mojave, denominada toxina de Mojave, que si es abundante en el veneno de tipo A. La diferencia entre ambos tipos de veneno radica en la expresión de proteínas que elevan en gran medida la toxicidad del veneno.
Te sugiero también este enlace de especial interés: mordedura y veneno de las serpientes
Referencias
- Almeida-Santos, S. M., Abdalla, F. M. F., Silveira, P. F., Yamanouye, N., Breno, M. C., & Salomão, M. G. (2004).
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