Índice de este artículo
Chuckwalla hace referencia a un reptil incluido en el orden de los escamosos y la familia Iguanidae. Se reconocen cinco subespecies: Sauromalus ater ater, Sauromalus ater multiforminatus, Sauromalus ater shawi, Sauromalus ater townsendi y Sauromalus ater tumidus.
Descripción física de la chuckwalla
El cuerpo de la Chuckwalla presenta piel holgada en el cuello, hombros y estómago. Esta es marrón oscura, gris o amarilla y está recubierta por varias escamas duras. Las escamas más grandes están posicionadas entre la nariz y los ojos. Las extremidades cuentan cada una con 5 dígitos. La cola es más gruesa cerca del cuerpo y más delgada conforme se aproxima al extremo final.
Los patrones de escamas y las formas de la cabeza así como el tamaño, varían de machos a hembras. Por lo general, ellos son más grandes y robustos. Las hembras y los jóvenes presentan colores más pálidos que los machos adultos. Pesan de 24 a 315 gr con un promedio de 245 gr. El cuerpo mide de 8 a 19 cm con un promedio de 16 cm.
Hábitat Chuckwalla
El rango de territorio es de 1000 m a 7000 m cuadrados con un promedio de 3500. Las hembras tienen territorios más pequeños, y muchas veces los territorios de ambos sexos están superpuestos. Se pueden ver de 15 a 30 especímenes por hectárea.
Son reptiles que viven en zonas desérticas y rocosas. En algunas áreas de distribución habitan en acantilados interiores, laderas y zonas de alta de montañas.
Reproducción de la chuckwalla
Las hembras ponen de 5 a 16 huevos y los incuban todo el tiempo hasta la eclosión. El periodo de incubación de la Chuckwalla dura aproximadamente un mes. Al eclosionar, las crías son independientes.
Los machos crecen más rápido y alcanzan la madurez sexual más rápido, comúnmente a los 2 años, cuando llegan a los 12 cm de longitud. Las hembras demoran hasta 3 años en alcanzar la madurez y tamaño adecuados para la reproducción.
Habitualmente un macho tiene a su disposición varias hembras. Para cortejarlas se enfrentan a otros machos exhibiendo sus movimientos, y son persistentes en conquistarlas. También pueden mover la cabeza, lamer, moverse en círculos, dar roces o codazos y frotar la mandíbula para seducir a las hembras. Las hembras eligen a los machos más imponentes y grandes.
Durante el apareamiento de la Chuckwalla, el macho sujeta con su boca la piel suelta de la nuca de la hembra. La época de apareamiento inicia en la primavera, cuando ha acabado la dormancia o hibernación.
En estado salvaje se ha reportado que viven de 15 a 30 años. En cautiverio hay casos de hasta 65 años.
Comportamiento y comunicación
Cuando perciben el peligro pueden esconderse entre las grietas o huecos que hay en las rocas. Debido al pequeño tamaño es fácil acceder a esos lugares recónditos. Inflan sus pulmones para agarrarse mejor a las paredes y encajar en su escondite. Gracias a los colores neutros de las escamas, pueden camuflarse con el entorno desértico.
Las chuckwallas permanecen la mayor parte del día cerca de los refugios. Salen a alimentarse durante el día. Son más activos y visibles desde marzo hasta agosto, pero cuando el alimento escasea, se les puede ver en otros momentos del año. Desde noviembre hasta marzo entran en un periodo de inactividad llamado dormancia (ver hibernación reptiles).
Para mantener la estabilidad térmica, se desplazan de la sombra al sol y viceversa. También pueden adentrarse entre las rocas o debajo de ellas para refugiarse de los climas muy calurosos y el sol. Los machos son muy territoriales, pero cuando dos machos se enfrentan lo hacen sobre el territorio de las hembras.
El sentido auditivo de la Chuckwalla no está bien desarrollado. La percepción y comunicación son posibles por señales visuales y químicas. Son mayormente solitarios, por lo que solo interactúan para disputar el territorio o en época reproductiva. Los machos pueden luchar entre sí con el fin de impresionar a las hembras y conquistarlas. Las hembras eligen a los machos basadas en los movimientos y colores corporales.
Alimentación de Sauromalus ater
Son reptiles herbívoros (accede a contenido relacionado con animales herbívoros), se alimentan de plantas bajas en grasa y proteína (cactus). El 60% de la dieta se compone por plantas que crecen en temporadas cálidas. El otro 40% de la dieta está basado en las plantas perennes, que comen con la llegada de los climas fríos. En menor medida ingieren los insectos presentes en las plantas.
El agua que requieren para mantener la hidratación proviene en mayor parte de las plantas. Su metabolismo también les permite generar agua.
Distribución geográfica
Son endémicos de Norteamérica, específicamente del sur de Estados Unidos y el norte de México. Especialmente se les puede ver en el estado de Sonora, México. También hay poblaciones distribuidas en 30 islas del golfo de México. Se encuentra con facilidad en el sureste y oeste de California y Nevada.
Conservación
Los halcones son los depredadores más frecuentes frente a la chuckwalla, aunque no supone un factor de riesgo de alto impacto.
La captura excesiva de Sauromalus ater parece ser bastante frecuente, incluso para poder capturarla, suele destruirse su nicho ecológico (te sugiero este enlace sobre nicho ecológico). Por otro lado la degradación del hábitat también es consecuencia de actividades relacionadas con ganadería y pastoreo. La UICN evalúa a la chuckwalla como preocupación menor y considera, pese a la problemática anterior, que la población permanece estable. Parte de la misma vive en zonas protegidas que les confieren mayor grado de protección.
Deja una respuesta