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La alta y bella diversidad de coloración de las aves tiene importantes funciones y no es solamente decorativo, dicha coloración proviene de diversas factores que involucra el genético, ambiental y alimentario. Gran parte de la coloración de las aves se manifiesta a través de los pigmentos que están presentes en el plumaje, y les proporciona el color característico a cada uno de ellos, mientras que otros se deben a factores físicos como los colores estructurales.
¿Por qué las aves son de colores?
La coloración de las plumas de las aves posee diversos motivos, que incluso su vida puede depender de que tenga el patrón de colores correctamente distribuido. De la coloración de las aves se obtiene información valiosa, tal es el caso de su estado de salud, si está en periodo de apareamiento o simplemente distinguir entre hembras y machos.
Entre las funciones más importantes de la coloración del plumaje de las aves están las siguientes:
Camuflaje: una función importante que define la aparición de colores en las aves es poderse camuflar o mimetizar con su entorno, esto le permite burlar a los depredadores al pasar desapercibido. Las aves de una especie con patrones o tonalidades de color distinto al resto, puede ser un blanco fácil de depredadores, ya que llama la atención con facilidad.
Reproducción: la coloración de las aves tiene incidencia directa sobre los procesos reproductivos, el tener una coloración con patrones e intensidad correcta indican de que gozan de buena salud y con posible jerarquía dentro del grupo, lo que los hace fuertes candidatos para encontrar pareja. Los pavos reales son un ejemplo en este sentido, donde los machos abren su cola para mostrar sus patrones y colores durante el cortejo.
Comunicación: los patrones de coloración, así como la presencia de parches acromáticos han indicado a los investigadores que la comunicación de las aves va más allá de la emisión del sonido, sobre todo en especies de pájaros de vida nocturna y crepuscular como el caso de los búhos.
Dimorfismo sexual: otra función en los que la variación de color es importante es en la identificación de machos y hembras de una misma especie, donde los patrones y tonalidades que se pueden observar entre ellos, permite establecer el sexo y estudiar otras características de su desarrollo.
Protección y regulación térmica: la obtención de color no ha sido en proceso al azar, sino no un sistema complejo que involucra muchos factores. Hay aves que con el color oscuro, un poco de su plumaje se protege del paso de las luz ultravioleta directa hasta su piel, de igual manera pueden calentarse rápidamente cuando las temperaturas son bajas, tal como lo hacen las aves del desierto.
¿A qué se debe el color de las plumas de las aves?
La coloración de las aves es debida a varios factores, algunos de ellos se encuentran intrínsecos en el animal, es decir, provienen de su información genética, de su ADN, mientras que otros pueden ser el producto bien sea de la alimentación del animal, de principios físicos relacionados con la estructura y la luz (su incidencia y refacción) y algunas incluso llegan a adquirir coloraciones del entorno, como si se tratara de un maquillaje.
Melaninas, pigmentos codificados en el ADN
Algunos colores de las aves se originan por pigmentos que ellas mismas son capaces de sintetizar, como son las melaninas. Estos pigmentos ofrecen tonalidades oscuras como marrones, negros, grises, negros rojizos o incluso amarillos pálidos.
Su síntesis proviene de aminoácidos como el triptófano, la fenilalanina y la tirosina. Se produce en unas unidades celulares especializadas llamadas melanocitos y su depósito en las plumas de las aves se da en forma de gránulos, durante el crecimiento del animal.
Las melaninas constituyen moléculas hidrofóbicas, y resistentes, por lo que además de brindar color a las plumas de las aves, brindan también protección contra el desgaste. Es por este motivo que es común observar coloraciones más oscuras (procedentes de la melanina) en las partes más sensibles o débiles, como puntas de alas, de colas y la parte dorsal.
Los carotenoides, pigmentos alimentarios
En el mundo de las aves no solo existe la melanina, algunos pigmentos son incorporados de los alimentos que consumen, tal es el caso de los carotenoides, moléculas de génesis vegetal, bacteriano o por hongos. Debido a esto, puede existir variedad de concentraciones en animales de la misma población o entre poblaciones diferentes, de acuerdo a la disponibilidad nutritiva y de la temporada.
Los carotenoides son pigmentos que brindan más colores a estos animales voladores, ya que se incorporan a las plumas tonos rojos, naranjas o amarillos, y si se combinan con las melaninas pueden aparecer los verdes. Además que el ave puede transformarlos a nivel bioquímico en su cuerpo.
Estos pigmentos pueden colorear también otros tipos de tejidos como son los picos, las patas, crestas o carúnculas, entre otros.
Un ejemplo de coloración de las aves con este tipo de pigmentación lo tenemos en el carbonero, el cual adiciona a su plumaje el color amarillo por la ingesta de orugas que acumulan carotenoides en su cuerpo.
Pigmentos exclusivos (porfirinas, turacinas y psitacofulvinas)
En las aves existen otros tipos de pigmentos llamados porfirinas, los cuales aparentemente poseen síntesis propias. Se encuentran presentes en aproximadamente 13 especies, que incluyen al chotocabras, los cárabos, además de las avutardas, entre otras.
En general, las porfirinas constituye un grupo amplio de moléculas, incluyen una familia especial llamada metaloporfirinas, porque poseen un atómico metálico en su constitución, entre esta destacan dos pigmentos característicos de un pequeño grupo de aves africanas, los turacos (de la familia Musophagidae). Estos pigmentos son la turacina y la turacoverdina, la primera torna las plumas de rojo, mientras que la segunda brinda un color verde.
Otro pigmento también exclusivo de un grupo de aves (en este caso las psitácidas) es el psitacofulvina, que poseen algunas similitudes estructurales con los carotenoides, pero difieren en otros aspectos, el principal de ellos es que se tratan de moléculas con síntesis interna, es decir, que el ave es quien las fabrica.
La psitacofulvina produce tonos que van desde el amarillo hasta el rojo, incluyendo verdes (al combinarse los amarillos con la estructura de las plumas) tan comunes en psitácidas. Estas aves producen sus gamas fascinantes de coloraciones exclusivamente por estos pigmentos, ya que no utilizan los carotenoides para ello, pues aunque los pueden adquirir con la dieta, los expulsan de las plumas que se encuentran en crecimiento.
Coloración estructural
En los últimos años el estudio de la coloración de las aves ha tenido un avance significativo, donde se ha descubierto que la formación de colores va más allá de la presencia o ausencia de pigmentos, para ellos ha sido necesario emplear la física y el estudio a escala manométrica.
La coloración estructural de las aves se refiere al índice de refracción que presenta las diferentes estructuras que conforman la pluma como la queratina, los melanosomas y espacios de aire. Existen tres tipos de coloraciones estructurales, estas son: el color blanco de las plumas no pigmentadas, los colores iridiscentes y los no iridiscentes, estas últimas involucran tonos azules, verdes o violetas, los cuales se producen por refracción de la luz en unas estructuras llamadas barbas.
Cuando la luz pega ciertas estructuras con curvatura especial, ocurre un fenómeno óptico donde los rayos de luz se descomponen y emiten algunos colores, el cual dependiendo el ángulo de visión será en distintas tonalidades, a este fenómeno se le llama coloración iridiscente o iridiscencia en aves.
El color azulado que presenta el herrerillo común Parus caeruleus es un ejemplo de coloración estructural iridiscente. Otras aves que presenta esta característica de coloración son los colibríes.
Coloraciones cosméticas
Como ya hemos mencionado, la coloración de las aves involucra fenómenos diversos, desde pigmentos de diferente procedencia hasta estructurales o una combinación de ellos. Pero la historia de estos fascinantes modelos y diseños no termina aquí, pues estos animales pueden adquirir algunos tonos del entorno o de sus secreciones, es decir, a modo de maquillaje, es lo que se conoce con el nombre de coloraciones cosméticas.
Ejemplo de este tipo de eventos se observa en la gaviota vulgar, ya que produce una secreción de naturaleza oleosa, rica en carotenos en su glándula uropigial, que le brinda una pigmentación a su plumaje cuando se recubre con ella.
Otro ejemplo típico de esta fascinante coloración de las aves la tenemos en el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), el cual toma baños de lodo concentrados con dióxido de hierro que le suministran un tono rojizo a sus plumas, aparentemente un hábito que le brinda mayor estatus social, pero otras aves pueden realizar estos maquillajes a modo de protección frente a sus enemigos.
Ficha informativa sobre coloración de las aves
Referencias
- Pérez, L. (2012).
- Penteriani, V. & Delgado, M. (2017).
- Sear, J. (2004).
- Urquia, Gonzalo Martin. (2017).
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