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¿A quién no le ha dolido la cabeza en alguna ocasión a lo largo de su vida? Podríamos decir sin temor a equivocarnos que es una de las afecciones más comunes del ser humano, y una de las consultas más frecuentes en las consultas médicas. El dolor de cabeza comienza como una sensación de disconfort, presión, martilleo, pinchazos que pueden afectar a toda la cabeza, a una parte o, incluso, extenderse a la musculatura adyacente del cuello o viceversa.
¿Qué causa un dolor de cabeza?
Los dolores de cabeza pueden ser debidos, como suele decirse, a todo o a nada. Es decir, que la causa puede ser completamente banal y sin importancia o puede estar causado por algo realmente grave.
Una de las causas más frecuentes de la aparición de lo que se llama cefalea o de forma común dolor de cabeza es la falta o escasez de sueño y descanso.
Los cambios hormonales debidos a la menstruación o incluso a la pre y a la menopausia también pueden ser los responsables de su aparición.
Ruidos y luces excesivamente fuertes, subidas de presión arterial y alteraciones en la vista (como la miopía, el astigmatismo o la presbicia), también pueden ser responsables de la existencia de esta común afectación.
Estas causas suelen ser puntuales y momentáneas, desapareciendo en cuanto desaparece el agente causal.
Cuando la causa es algo más serio, como puede ser un tumor cerebral, una hemorragia craneal o migrañas, se convierte en una enfermedad más o menos crónica, con picos de subidas y bajadas en dependencia del estado de la enfermedad que origina el dolor de cabeza.
Tipos de dolor de cabeza
Existen numerosos tipos de dolores y no todos tienen los mismos síntomas ni el mismo tratamiento, obviamente.
El dolor de cabeza más frecuente es la cefalea tensional. Con esto no nos referimos a una subida de la tensión arterial, sino a la tensión producida por situaciones de estrés, nervios, ansiedad, que hacen que se contraigan y tensen los músculos de los hombros, el cuello e incluso pueda extenderse el dolor a la nuca ascendiendo por la parte trasera de la cabeza, es decir, por la zona occipital.
De forma habitual se manifiesta como una sensación de malestar que abarca toda la circunferencia de la cabeza incidiendo especialmente en las zonas laterales de la misma, las sienes, y en la parte posterior de la cabeza, en la nuca. El dolor aumenta al presionar asimismo en la musculatura de los hombros o parte superior de la espalda.
También puede haber, como hemos dicho, cefaleas de origen oftalmológico, respiratorio (tipo sinusitis), pero las que siguen en frecuencia a las cefaleas tensionales son las migrañas o jaquecas.
Las migrañas son un tipo de cefalea crónico y recurrente cada cierto tiempo. Se cree que tiene cierto componente genético, es decir, que hay cierta predisposición a padecerla si ya algún miembro de la familia la padece.
Suele ser con mucha diferencia más frecuente en mujeres, estimándose que la cifra se triplica en relación al sexo masculino.
Es muy fácil establecer la diferencia entre una cefalea común y una migraña. En la migraña o jaqueca, suelen existir lo que se conoce con el nombre de prodromos. Los prodromos son, por decirlo de algún modo, predictores que de que migraña va a hacer su aparición.
Suelen ser cambios de humor sin motivo aparente, bostezos incontrolables…, ocurren unas 24 horas previas a la aparición del dolor.
Seguidamente aparece lo que se llama aura. Son una especie de lucecitas intermitentes o zigzagueantes que el paciente describe como puntitos brillantes, bien en todo el campo visual , bien en los laterales.
Y entonces hace su aparición lo que es el dolor en sí mismo. Comienza poco a poco para ir haciéndose cada vez más intenso. Suele localizarse en un lado de la cabeza, aunque quien la padece también refiere el dolor como si llevaran un gorro muy apretado. Se produce una sensibilidad especial a los olores fuertes, que producen una sensación de rechazo y también molestan de forma especial los ruidos fuertes y las luces intensas.
Habitualmente hay vómitos acompañantes a este cuadro, con todo el malestar que ello conlleva.
¿Cuál es el tratamiento?
En primer lugar, el tratamiento que se suele usar primero es el paracetamol o el ibuprofeno, ya que en algunas ocasiones hay componente inflamatorio y este último fármaco suele ser muy eficaz.
Si hay contracturas musculares que puedan estar causando el dolor, el uso de relajantes musculares será de gran ayuda.
El tratamiento con fisioterapia o masajes musculares, así como la aplicación de calor, también serán efectivos.
En el caso de las migrañas, estos tratamientos pueden quedarse cortos o ser ineficaces. En este tipo de dolor, existen otros fármacos, de la familia de los llamados triptanes, que van a ser más efectivos. También serán efectivos fármacos que se usan para otras enfermedades, como antiepilépticos a modo de tratamiento preventivo. En cualquier caso, será el médico de atención primaria o el neurólogo si es preciso quien determinará el tratamiento más adecuado.
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