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Se denomina relajante muscular a un conjunto de medicamentos que tiene como función interaccionar con los receptores del sistema nervioso, que a la vez son los encargados de emitir las señales para el funcionamiento muscular esquelético. Esta interacción se da con la intención de inhibir los receptores neuromusculares para lograr una relajación de los mismos, que permita realizar procedimientos de tipo quirúrgico, así como también pueden ser utilizados para controlar o aliviar la espasticidad y los espasmos musculares.
El inicio o la historia de los relajantes musculares tiene un origen peculiar y data desde los tiempos del descubrimiento de América, ya que los nativos de Suramérica utilizaban un tipo de relajante muscular extraído de las plantas, con lo cual impregnaban las puntas de las flechas a forma de veneno para cazar animales y obtener alimento. Este hecho fue estudiado por Alexander von Humboldt en el año 1807, quien identificó el tipo de planta de donde se extrae el relajante muscular que llevaría el nombre de curare. Posterior a esto, se siguieron realizando estudios y experimentos con lo que se consiguió saber todas las potencialidades de utilizar estas sustancias.
Uso del relajante muscular
Como se mencionó anteriormente, el relajante muscular puede ser utilizado para varios fines, que van desde lo más simples como las contracturas musculares provocadas por alguna lesión o también conocidos como espasmos, así como, la utilización en procedimiento quirúrgicos.
El uso del relajante muscular en procedimiento quirúrgico viene asociado a la capacidad que tiene de poder combinarse con otros tipo de fármacos, de manera que se puedan controlar los músculos esqueléticos y así evitar que se manifiesten los reflejos motores. Igualmente ayuda a controlar las vías aéreas, lo que permite manejar el proceso de respiración.
Otro uso del relajante muscular es para tratar la espasticidad, que es cuando los músculos están tensos y rígidos por efecto de posibles daños a nivel cerebral e incluso de aquellos nervios que comunica al cerebro con la médula espinal, lo que provoca efectos como poder controlar los movimientos, caminar e incluso poder hablar.
De igual manera se utilizan algunos relajantes para ayudar a aliviar los espasmos musculares, que se da cuando hay contracciones musculares sin control provocando lo que se conoce comúnmente como calambres. Estos espasmos pueden ser causados por la realización de ejercicios sin una correcta preparación, provocando lesiones musculares, también se dan por la presencia de nervios irritados y finalmente por estrés.
Tipos de relajantes musculares y su funcionamiento
Hay varios tipos de relajantes musculares, que pueden ser diferenciados por el uso y el mecanismo de acción que estos pueden tener. En nuestro caso dividiremos a estos medicamentos en dos tipos que son los bloqueadores neuromusculares y los espasmolíticos.
Bloqueadores neuromusculares
Este tipo de relajante muscular presenta efectos sobre la placa neuromuscular y puede ser utilizado junto con anestésicos. Para comprender el funcionamiento de este medicamento debemos saber que para que existan los movimientos musculares, se debe tener en cuenta factores como el impulso nervioso, que libera una serie de conductores neuronales como la acetilcolina, los cuales deben ser capturados por los receptores musculares para producir la reacción, que sería el movimiento.
El relajante muscular de este tipo tiene la capacidad de inhibir estos conductores y así evitar que se produzca el movimiento; de igual manera los bloqueadores neuromusculares se dividen en dos partes que son:
Bloqueadores despolarizantes
Este tipo de bloqueador también denominado no competitivo, se caracteriza por imitar la acción que tiene la acetilcolina como neurotransmisor, se trata de un medicamento que al tener una estructura similar a la acetilcolina puede unirse a los receptores nicotínicos de la placa neuronal, al unirse a ellos produce una despolarización en menor grado que la acetilcolina provocando pequeñas contracciones, lo que se conoce en la clínica como gesticulaciones.
Por otro lado, no se hidroliza rápidamente, por lo que al estar más tiempo unido a los receptores, bloquea la acción de la acetilcolina y por ende la acción de la contracción muscular no se manifiesta.
El relajante muscular que efectúa este tipo de acción es la succinilcolina.
Bloqueadores no despolarizantes
En este caso, llamados bloqueadores competitivos, se caracteriza por que compite contra la acetilcolina por los receptores de la placa neuronal, al unirse a estos receptores bloquea el acceso a la acetilcolina. Este fármaco no activa los receptores por lo que no hay actividad de entrada y salida de iones que produzca la contracción muscular.
Los medicamentos pertenecientes a este grupo son D-tubocurarina, metocurina, alcuronio, atracurio, galamina, pancuronio, pipecuronio, vecuronio y rocuronio.
Espasmolíticos
En el caso de los relajantes musculares que pertenecen a los espasmolíticos, también llamados espasmódicos, tienen un mecanismo de acción sobre el sistema nervioso central. Este tipo de relajante muscular actúa como una de las sustancias producidas por el organismo llamada ácido γ-aminobutírico (GABA), el cual es un aminoácido no proteico que actúa como inhibidor de la excitación del sistema nervioso central, al producir esta acción se interrumpe las señales nerviosas, lo que se verá reflejado en la inactividad muscular, por lo que se reducen las contracciones involuntarias y hay una disminución del dolor de la zona afectada.
Los medicamentos que pertenecen a esta gama son baclofeno, el diazepam, carisoprodol, dantroleno, metocarbamol, ciclobenzaprina.
Autores consultados
- Ariza, M. (2014)
- Blanco, S.; Andresen, M. (2001)
- Hani, A. (2014)
- Martin, S.; Bermejo, P.; Marcos, E. (2008)
- Organización Mundial de la Salud. (2004)
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