Esqueleto del gato: aparato o sistema locomotor I

Esqueleto del gato, aparato o sistema locomotor
Esqueleto del gato, aparato locomotor

En este artículo hablamos del esqueleto del gato desde el punto de vista de su locomoción, ya que seguramente alguna vez te has quedado asombrado ante los movimientos de un gato, la forma en la que caminan, cómo salta o la facilidad que tienen para caer sobre sus cuatro patas. Todo esto es posible gracias al aparato locomotor o sistema músculo esquelético de esta especie, compuesto por un complejo conjunto de músculos, huesos, cartílagos, ligamentos y tendones.

Las principales funciones de este sistema, o aparato, son el soporte del cuerpo, el aporte del movimiento y la protección de los órganos vitales. A continuación detallaremos la conformación y particularidades del sistema esquelético del gato.

Sistema esquelético del gato

Podemos decir que el esqueleto del gato es un esqueleto flexible, constituido por huesos ligeros. Esto permite a los félidos en general realizar los movimientos característicos de esta familia.

Para facilitar la comprensión del sistema esquelético del gato lo vamos a dividir en las siguientes regiones: cabeza y columna vertebral, extremidades anteriores y extremidades posteriores, destacando lo más significativo de cada una de ellas.

Cabeza y columna vertebral

Los gatos disponen de un cráneo grande, redondeado y con fosas temporales amplias, las mandíbulas bien insertadas y de estructura fuerte.

Dentadura del gato

La dentadura de este animal se constituye por 30 piezas dentales con la siguiente distribución:

Al nacer no presentan dientes, éstos comienzan a aparecer sobre los 15 días completando esta dentición sobre la octava semana. Es importante saber que esta primera dentición es temporaria, como en los humanos. Posteriormente, entre el sexto y el décimo mes alcanzan todas las piezas que conforman su dentadura definitiva.

Los dientes del gato están caracterizados básicamente en un gran desarrollo de los colmillos, los incisivos son reducidos y los premolares muy adaptados desde el punto de vista funcional.

Dentición en edad adulta: 2 (I 3/3 C 1/1 P 3/2 M 1/1) = 30

Columna vertebral

La columna vertebral es la base ósea de la región dorsal del gato, se extiende desde la cabeza hasta la cola de animal. En esta especie está compuesta por unas 50 vértebras que se clasifican en: 7 cervicales, 13 torácicas, 7 lumbares, 3 sacras y entre 20 y 24 coccígeas. Una característica importante es la unión entre las vértebras, mucho más flexible que en otras especies.

Las dos primeras vértebras cervicales, las más próximas al cráneo, presentan una morfología diferente al resto y reciben el nombre de atlas y axis, respectivamente. De las vértebras torácicas es importante reconocer la vértebra anticlinal, es decir, la vértebra a partir de la cual las apófisis espinosas cambian su dirección, que corresponde a la número 11. El hueso sacro, integrado por tres vértebras, presenta una forma peculiar siendo corto, ancho y cuadrangular. El número de vértebras caudales o coccígeas depende del individuo aunque suele encontrarse entre 20 y 24 piezas conformando lo que conocemos como cola, la cual dota a este animal de un envidiable equilibrio.

En cuanto al esqueleto del gato relacionado con las costillas, existen tantas como vértebras torácicas, por tanto, el gato presenta 13 pares, con una morfología curva y cilíndrica.

Extremidades anteriores

Los huesos que conforman estos miembros torácicos, en total 41, podemos agruparlos en:

  • Cinturón del miembro torácico: Conformado por la escápula y la clavícula.
  • Esqueleto del brazo: Donde encontramos el húmero.
  • Esqueleto del antebrazo: Compuesto por el radio y el cúbito.
  • Esqueleto de la mano:
    • Huesos del carpo: Integrado por 7 huesos. En la fila proximal el hueso intermediorradial, el carpocubital y el accesorio del carpo, y en la fila distal los huesos carpianos 1°,2°,3° y 4°.
    • Huesos del metacarpo: Se describen 5 metacarpianos, siendo el menor de todos el 1° y los más desarrollados el 3° y 4°.
    • Huesos de los dedos de la mano: Falanges proximal, media y distal, huesos sesamoideos proximales y distales.

En esta parte del esqueleto del gato podemos destacar sus clavículas, las cuales presentan una forma de arco óseo de 2-5cm. Estos huesos no están unidos de forma rígida a otros huesos sino por ligamentos y músculos, dotando a esta especie de una gran movilidad en sus patas delanteras.

Extremidades posteriores

Al igual que en el apartado anterior vamos a organizar los huesos de los miembros pelvianos en diferentes apartados, destacar también que en total lo conforman 39 huesos:

  • Cinturón del miembro pelviano: Hueso coxal formado por el hueso ilion, isquion y pubis.
  • Esqueleto del muslo: Constituido por el fémur, los huesos sesamoideos de los músculos gastrocnemio y poplíteo, y la rótula.
  • Esqueleto de la pierna: Donde se incluyen la tibia y el peroné.
  • Esqueleto del pie:
    • Huesos del tarso: Integrado por el talo o astrágalo, el calcáneo, el hueso central del tarso y los huesos tarsianos 1º, 2º, 3º y  4º.
    • Huesos del metatarso: Compuesto por los huesos metatarsianos 2º, 3º, 4º y 5º.
    • Huesos de los dedos del pie: Falanges proximal, media y distal, huesos sesamoideos proximales y distales. Falanges similares a sus homólogas en el miembro torácico, de igual morfología y significado funcional.

Cabe resaltar en el esqueleto del gato que el metatarsiano 1º es rudimentario y carece de falanges, por ese motivo, algunos autores describen únicamente 4 dedos en las patas traseras del gato y no 5 como en las patas delanteras.

Otras características del esqueleto del gato

El esqueleto del gato o tejido óseo tiene una función primordial de sostén, aunque también juega un papel importante como aparato protector especialmente del sistema nervioso central y de los órganos torácicos.

El esqueleto del gato contribuye a regular el metabolismo fosfocálcico, incluso en su interior se ubica la médula ósea de especial importancia para la fabricación de células sanguíneas.

El número total de huesos que conforma el esqueleto del gato es de entre 279 y 282.

Los gatos disponen de un sistema esquelético flexible, las patas pueden realizar movimientos rotatorios, incluso la propia cola puede adoptar cualquier posición.

Las garras son curvas, afiladas y retráctiles, cuando las mantienen en reposo están protegidas mediante una bolsa cutánea.

El contacto con el suelo se produce a través de las almohadillas presentes en los dedos y plantas de las manos y los pies.

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