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Krill es cualquier miembro de la orden o suborden (dependiendo del sistema de clasificación empleado) de crustáceos Euphausiacea (eufausiáceos). Se trata de animales invertebrados marinos similares a los camarones (decápodos) y hasta el momento han sido descritas más de 80 especies.
El grupo Euphausiacea, eufausiáceos, se divide en dos familias: la familia Bentheuphausiidae, que incluye a una sola especie (Bentheuphausia amblyops), considerada por algunos autores como el krill más primitivo y la familia Euphausiidae, que hasta el 2007 tenía referenciada 10 géneros diferentes con un total de 85 especies conocidas. Entre las especies mas populares se encuentran aquellas que están sujetas a la pesquería comercial como el krill antártico (Euphausia superba), el krill del Pacífico (Euphausia pacifica) y el krill norteño (Meganyctiphanes norvegica).
Representan un eslabón muy importante en los ecosistemas, sobre todo en las cadenas alimenticias marinas, ya que son el principal alimento de peces, calamares, aves (tales como el pingüino emperador), pulpos, focas y ballenas.
Aparte de su importancia en los ecosistemas, el krill proporciona un beneficio económico directo para las personas, ya que la mayor parte de este se emplea en la acuicultura, en piensos para acuario y como cebo en pesca deportiva.
Llama la atención que el krill se ha llegado a convertir en una fuente de alimento abundante y nutritiva para los humanos, ya que son especialmente ricos en vitamina A y ácidos grasos omega-3.
Morfología de los eufausiáceos
El tamaño de los eufausiáceos varía entre 1 y 2 cm de longitud, en el caso de los adultos, pero hay reportes de especies que pueden alcanzar hasta los 15 cm. Presentan cuerpos trasparentes y órganos internos que pueden observarse desde el exterior. Poseen dos pares de antenas ramificadas y ojos compuestos con muchos lentes individuales. La cabeza y el tórax se encuentran fusionados, formando el cefalotórax, el cual está cubierto por un duro caparazón. El tórax tiene ocho pares de miembros birameos, que en conjunto forman una estructura similar a una red que les permite filtrar los alimentos y asearse. No dispone de extremidades torácicas asociadas a la boca. Poseen un abdomen con seis segmentos, más un segmento en la cola. Los primeros 5 segmentos comprenden un par de extremidades similares a una paleta (pleópodos), los cuales usan para nadar. Además presentan branquias visibles externamente.
Los eufausiáceos carecen de maxilipodios y sus branquias torácicas están fuera del caparazón, lo que les confiere un aspecto plumoso.
La mayoría de eufausiáceos presenta órganos bioluminiscentes, que los hacen visibles de noche y que en algunos casos les permite encontrar pareja o confundir a los depredadores.
A medida que crece, el krill experimenta varios procesos de muda, (cuya frecuencia varía de una especie a otra) a través de los cuales se desprende su rígido esqueleto externo o exoesqueleto.
Hábitat y costumbres del krill
El krill es uno de los grupos más numeroso que se encuentra en todos los océanos, tanto en el agua de zonas costeras, como en mar abierto o alrededor del hielo polar. Por lo general dependen de corrientes oceánicas para cubrir grandes distancias.
Los eufausiáceos son organismos que tienen la capacidad de controlar la flotación, de manera tal que pueden hundirse o salir a la superficie, llevando a cabo grandes migraciones verticales diarias, que hacen que una significativa cantidad de biomasa esté disponible (para los depredadores) en la superficie, durante las noches y en aguas más profundas durante el día.
La mayoría de eufausiáceos se alimenta del fitoplancton a través de un mecanismo de filtración. Otros en cambio cazan copépodos y zooplancton.
Estudios llevados a cabo en las últimas décadas en la península antártica han demostrado que las poblaciones de krill son sensibles al cambio climático, debido a la disminución de las capas de hielo que le confieren protección y alimento en un ambiente hostil. Sin embargo, otros factores como son los depredadores, ectoparásitos, endoparásitos y la disponibilidad de alimento, también pueden afectar las tasas de mortalidad de las poblaciones de krill.
Reproducción de los eufausiáceos
Se reproducen en gran número, llegando a acumularse cerca de la superficie del océano o a profundidades mayores a los 5000 metros.
El krill necesita para reproducirse de un macho y una hembra. La reproducción solo se efectúa cuando hay abundancia y disponibilidad de alimento.
Normalmente el macho a través de sus extremidades o patas transfiere paquetes de esperma y los deposita en los órganos reproductivos de la hembra. Los óvulos finalmente son fertilizados al salir de su cuerpo y los huevos generalmente se dispersan y se hunden en aguas más profundas. Sin embargo, hay especies donde la hembra transporta los huevos hasta que estos eclosionan. Una vez que eclosionan pasan por varias etapas larvarias, las cuales van incrementando su tamaño y añadiendo más segmentos corporales y apéndices hasta alcanzar la etapa adulta. Los rasgos reproductivos de la etapa adulta desaparecen luego del apareamiento y aparecen más tarde en primavera cuando se preparan nuevamente para la reproducción. Por lo general el krill puede tener múltiples crías en una temporada.
Algunas especies como Euphausia superba pueden superar los seis años de vida, mientras que otras como Euphausia pacifica solo alcanzan a vivir alrededor de dos años.
Usos en acuariofilia del krill
El Krill, al igual que la Artemia salina, puede ser comercializado y usado como alimento vivo por los aficionados a la cría en acuarios. Su aplicación representa una gran ventaja para el mantenimiento de peces de vida salvaje e invertebrados de agua dulce y marinos, ya que los ayuda a adaptarse a la vida en acuarios, generando estímulos de persecución y caza que rara vez ocurre en espacios tan restringidos, lo que a su vez repercute de manera positiva en la calidad de vida y en los procesos de reproducción de los ejemplares. De igual manera resulta una excelente fuente de proteínas, aminoácidos y grasas, lo que también ayuda en la protección de enfermedades que puedan contraer los peces en cautiverio.
Otras presentaciones en las que se puede encontrar disponible el krill es en aceite (para consumo animal o humano), liofilizado, seco o en cubos congelados.
Bibliografía
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