Moscas de la fruta, ciclo de vida. Prevención y eliminación

Moscas de la fruta

Las moscas de la fruta son un conjunto de insectos holometábolos del Orden Diptera, que son comúnmente asociados a las frutas con alto grado de maduración. Tradicionalmente se ha designado con este nombre a los representantes de la familia Drosophilidae, a las cuales también se les conoce como moscas del vinagre, ya que las especies como Drosophila melanogaster son muy afines a las frutas en descomposición y en estado de fermentación. Otros dípteros, como los representantes de la familia Tephritidae, son conocidos como “verdaderas moscas de la fruta”, debido a que muchas especies infectan frutos y flores de plantas con importancia económica para el hombre, ocasionando grandes pérdidas en la agricultura en todo el mundo.

Drosophila melanogaster es una de las moscas de la fruta más comunes en todo el mundo, y de hecho son un componente de hallazgo común en la mayoría de los hogares, cuando tenemos frutas para el consumo. Aunque estos insectos tienen un origen pantropical, han logrado dispersarse por todo el mundo gracias a las actividades humanas. En muchas zonas se han adaptado a los climas locales, de hecho, existen reportes de su capacidad para hibernar, lo que implica una alta capacidad para explotar climas nuevos. Las moscas de la fruta del género Drosophila son capaces de detectar fruta madura a una distancia considerable, por lo cual su presencia en nuestras casas no es rara.

Dentro de la familia Drosophilidae existen alrededor de 4000 especies, siendo el género Drosophila uno de los más ricos, con cerca de 2000 especies.

El genoma completo de Drosophila melanogaster ya fue secuenciado y publicado a comienzos del siglo XXI, siendo uno de los organismos más intensamente estudiados por el hombre, debido a que sirve como modelo de muchos procesos de desarrollo y procesos celulares que son comunes en los eucariotas superiores, incluida la especie humana. El genoma de Drosophila melanogaster codifica para unos 13600 genes, que poseen una gran diversidad funcional. Al poseer pocos cromosomas y ser un organismo pequeño, facilita el estudio de las mutaciones generadas con agentes mutagénicos.

Características de las moscas de la fruta

Las moscas de la fruta son organismos pequeños de unos 3 mm de largo. Al ser insectos, presentan la tagmatización básica de este grupo de artrópodos (cabeza, tórax y el abdomen). Solo presentan un par de alas, lo cual es una característica exclusiva del orden Diptera.

Una de sus principales características es la presencia de ojos rojos en las poblaciones silvestres. Las hembras y los machos son fácilmente distinguibles entre sí. Las hembras son más grandes que los machos y, además, presentan un segmento abdominal adicional en comparación con los machos, cuyos últimos dos segmentos se fusionan, presentando finalmente solo seis segmentos en el abdomen. La coloración corporal de las moscas de la fruta es variable dentro de las especies e incluso dentro de la misma especie, producto de las mutaciones en los alelos que codifican para la coloración. En general, los individuos silvestres presentan un abdomen oscuro, alternando bandas claras amarillentas y negras.

Los ejemplares machos también presentan en el tarso del primer par de patas, un conjunto de cerdas denominadas peine sexual, que facilitan al macho mantener a la hembra en una posición adecuada durante la cópula. Adicionalmente, la hembra presenta un par de placas ovopositoras que tienen una coloración amarillenta y provocan que el abdomen tenga una terminación aguda. En contraste, los machos poseen un arco genital y un pene, además, el extremo del abdomen es redondeado.

Dentro de las características genéticas de las moscas de la fruta, como Drosophila melanogaster, se encuentra la presencia de 4 pares de cromosomas, lo que las convierte en organismos de fácil manejo para el estudio de la herencia, en comparación con otros modelos biológicos como las ratas y ratones.

Ciclo de vida de Drosophila melanogaster

Las moscas de la fruta tienen un ciclo de reproducción relativamente rápido. Debido a esto, se han convertido en excelentes modelos para diversos estudios en el área de la genética. Son fértiles durante todo el año y, además, son muy prolíficas ya que una sola hembra puede colocar cientos de huevos.

Con posterioridad al apareamiento, la hembra coloca sus huevos en superficies ricas en alimento, para la supervivencia y crecimiento de las larvas. A partir del huevo, que mide entre 0,2 y 0,5 mm, y tras los primeros pasos del desarrollo embrionario, se produce una pequeña larva conocida como primer instar. La eclosión del huevo ocurre aproximadamente un día después de la puesta en Drosophila melanogaster y en la mayoría de las moscas de la fruta relacionadas.

Cuando existe buena disponibilidad de alimentos y la larva se encuentra en condiciones favorables, esta crece rápidamente para pasar sucesivamente por dos o tres fases larvarias; la duración de cada instar es de aproximadamente 1 día. Al alcanzar el tercer instar, la larva es lo suficientemente grande para pasar al estado de pupa. La escogencia del lugar de pupado depende, en la mayoría de los casos, de la humedad del ambiente donde se encuentren las larvas. En ambientes secos, las larvas pupan cerca o sobre las frutas de las cuales se alimentan, mientras que en ambientes más húmedos suelen pupar lejos de las fuentes de alimentación.

Dentro de la pupa ocurre una serie de cambios notorios en la larva para convertirse en una mosca adulta, al cabo de cuatro o cinco días. El ciclo de desarrollo completo es de unos 10 días cuando las moscas se encuentran a una temperatura de 25°C, sin embargo, a una temperatura de 20°C suele ser más lento, completando el desarrollo después de 15 días. La longevidad de una mosca adulta no excede las dos semanas a temperatura ambiente. Las moscas recién emergidas tardan cerca de 12 horas en madurar sexualmente e iniciar la reproducción.

Las moscas de la fruta y las investigaciones genéticas

Thomas Hunt Morgan, quien empezó a estudiar la herencia en las moscas de la fruta, caracterizadas por poseer un genoma manejable, descubrió a partir de sus experimentos la herencia ligada al sexo, siendo los cromosomas los portadores de los genes. Estos resultados dieron validez a la llamada teoría cromosómica de Sutton y Boveri o teoría cromosómica de la herencia.

Morgan escogió trabajar con moscas Drosophila, debido a que son organismos modelo. Esto último implica características ya mencionadas como su pequeño tamaño, alta tasa reproductiva, genoma relativamente pequeño y un ciclo de vida corto.

Tras este descubrimiento, las moscas de la fruta han sido utilizadas en una infinidad de investigaciones científicas, que han llevado a descubrimientos muy importantes en el área del desarrollo embrionario, el entendimiento de las mutaciones, la investigación de enfermedades hereditarias, el funcionamiento del sistema inmunitario, entre otros. En la actualidad, sigue siendo un modelo idóneo para la investigación de enfermedades degenerativas, el cáncer y anomalías del sistema inmune.

La secuenciación del genoma de Drosophila melanogaster, junto con su biología, ha proporcionado las bases para una nueva era de estudios funcionales de los genes. La identidad funcional de genes, como los que conducen a la esterilidad masculina y femenina, se han utilizado en muchos ámbitos para el control de insectos perjudiciales a gran escala.

¿Cómo eliminarlos o evitar su proliferación?

Ciertamente, aunque no son un problema grande para el ser humano, resultan molestas, ya que en general pueden aparecer en grandes números en nuestros hogares, pues poseen altas tasas de reproducción y ciclos de desarrollo rápidos. No obstante, existe una serie de medidas muy útiles que funcionan muy bien para evitarlas.

En primer lugar, es necesario mantener cualquier fuente de alimento que sea atractiva para estas moscas fuera de su alcance. Son muy pequeñas y pueden entrar a los hogares sin problema, por lo cual es recomendable mantener las frutas maduras en la nevera o en recipientes que impidan la entrada de las mismas.

Una segunda opción viable es mantener una fuente atractiva de alimento que funcione como una trampa, en la cual estos insectos perezcan. Para ello hay muchas opciones, entre las cuales se incluyen soluciones azucaradas con vinagre y algún detergente líquido, de esa manera las moscas de la fruta perecerán. Por otro lado, resulta importante localizar los sitios de cría de estos insectos, para eliminarlos antes de que las pupas emerjan en nuevos adultos reproductores. Finalmente, en el mercado existen productos de fácil adquisición para exterminar estos insectos.

Resufem sobre las moscas de la fruta. Ficha informativa

Resumen sobre las mosca de las fruta, ficha informativa

Referencias

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