Saltamontes, los pequeños insectos saltadores

Los saltamontes son un grupo de animales invertebrados incluido dentro de la orden de los Ortópteros (Orthoptera) que pertenece a la clase de los Insectos (Insecta) y al filo de los Artrópodos (Arthropoda). Los saltamontes se diferencian de otros ortópteros porque tienen las antenas delanteras mucho más cortas y por el hecho de que sus articulaciones están formadas por menos segmentos. Concretamente en este artículo hablamos de los saltamontes integrados en el grupo de los Celíferos (Caelifera).

Características y descripción

Los saltamontes tienen el cuerpo dividido en tres secciones claramente diferenciadas: la cabeza, el tórax y el abdomen. La cabeza acostumbra a ser relativamente grande, de forma aproximadamente circular y con bastante capacidad de movimiento. Ahí se encuentra su aparato masticador, que es bastante potente. También cuenta con ojos compuestos y antenas con forma de hilo.

El tórax está compuesto por tres segmentos (protórax, mesotórax y metatórax), aunque los dos últimos están unidos entre ellos y con el abdomen. Del tórax salen los tres pares de patas típicas de los insectos. Una característica muy peculiar de los saltamontes es su capacidad para saltar distancias mucho muy grandes considerando su tamaño. Eso se debe a sus patas traseras, que son especialmente largas y fuertes en comparación con el resto de su cuerpo. Presentan dos pares de alas, aunque las posteriores son mucho más grandes y fáciles de observar.

El abdomen de los saltamontes es normalmente muy alargado, de forma cilíndrica y formado por diversos segmentos. Entre dos segmentos posteriores se sitúan los órganos reproductores de estos animales.

La anatomía interna es similar a otros insectos. Su sistema digestivo está formado por un tubo que recorre el cuerpo del animal desde la boca hasta el ano. Algunas de las regiones del tubo están ensanchadas y sirven como lugar de almacenamiento.

La respiración en los saltamontes tiene lugar a través de las tráqueas, unos tubos vacíos que conectan el exterior con los órganos internos del animal. La circulación es abierta con un líquido conocido como hemolinfa que ocupa toda la cavidad del insecto.

El sistema nervioso tiene cerebro, situado en la cabeza, y una cadena de nervios ubicada en la zona ventral. Esta cadena está formada por nervios que unen pares de ganglios consecutivos correspondientes a cada uno de los segmentos del animal.

¿Los saltamontes vuelan?

Son insectos que presentan estructuras voladoras o alas, las cuales le son de utilidad para poder huir de sus principales depredadores, efectivamente vuelan, aunque su anatomía no está adaptada para realizar grandes vuelos.

Distribución geográfica de los saltamontes

Los saltamontes se pueden encontrar en prácticamente cualquier región del mundo, puesto que las necesidades para desarrollar su ciclo vital no son demasiado exigentes. Sin embargo, como son animales que no pueden regular su temperatura corporal se encuentran de manera más numerosa en regiones temperadas o cálidas.

Algunas especies pueden ser migratorias y cambiar de región a lo largo de su vida. Incluso pueden modificar su morfología dependiendo de si migran o están asentados definitivamente en un lugar.

Hábitat y alimentación

Los saltamontes prefieren habitar en lugares donde predomine vegetación de crecimiento no demasiado alto. Se pueden encontrar en prados, bosques, y montañas. A pesar de que pueden volar, desarrollan la mayoría de su vida en hábitats terrestres.

¿Qué comen los saltamontes?

Aunque los saltamontes pueden comer hojas y otros productos vegetales, la hierba es la base de su alimentación. También pueden llegar a alimentarse de otros insectos más pequeños, aunque esto se limita a algunas especies concretas. A la hora de localizar la comida, antes de probarla, la analizan mediante sus antenas que disponen de papilas gustativas. Una vez que comprueban que es un alimento apto para ellos proceden a digerirlos con ayuda de sus poderosas mandíbulas.

Otros insectos son los principales depredadores de los saltamontes. Algunas mantis y escarabajos suelen alimentarse de ellos; incluso ciertos insectos más pequeños se alimentan sólo de los huevos de estos animales, por lo que en muchos casos se dificulta su reproducción.

Reproducción

La reproducción en los saltamontes acostumbra a ser sexual, aunque se han documentado casos de reproducción mediante partenogénesis (células no fecundadas que pueden crear a un nuevo organismo) . A diferencia de otros artrópodos, en los saltamontes no suele haber cortejos ni bailes para atraer a las hembras. Algunos pueden conseguirlo mediante sonidos o mediante la secreción de feromonas, pero otros simplemente se acercan a una hembra y la montan para que se produzca el acoplamiento.

Durante el acto sexual el macho deposita el espermatóforo en el tracto reproductivo de la hembra, que luego tendrá que depositar sus huevos en zonas especialmente elegidas por ella para aumentar la protección de los huevos. Normalmente la reproducción es más habitual en la primavera o el verano y se pueden colocar entre 1000 y 10000 huevos. El desarrollo es indirecto puesto que pasan por diversas etapas larvarias.

Datos adicionales. Curiosidades

El saltamontes es capaz de producir sonidos fácilmente audibles por el ser humano. Este proceso se conoce como estridulación. Para ello pueden frotar las patas con sus alas o con su abdomen, aunque también pueden generar algún ruido con el simple movimiento de sus alas al volar. Algunas especies presentan un órgano específico que ayuda a la generación del sonido conocido como órgano de Krauss.

Muchas especies viven de manera gregaria, por lo que pueden convivir un gran número de individuos juntos. Esto puede provocar problemas importantes cuando migran, ya que son capaces de destrozar toda la vegetación que se encuentran, con la consecuente pérdida de cosechas y los perjuicios que entrañan para los agricultores. El proceso migratorio se produce por un incremento elevado de la población que hace mermar su alimentación, por consiguiente tienen que desplazarse a otro lugar en aras a su supervivencia.