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Los más famosos son las ratas y las ratones, incluso los tiernos hámster o los conejillos de indias. Pero hay especies de mucho más tamaño y envergadura que utilizan sus dientes para devorar sus alimentos, construir sus refugios y defenderse. Se trata de los roedores más grandes del mundo, entre los cuales están el carpincho, o capibara, el castor y el puercoespín.
Otras de las especies que también figuran en la lista son la mara patagónica y la nutria roedora, ambas endémicas de las zonas húmedas del sur de Sudamérica. En algunos casos estos animales son considerados invasivos porque, en el caso de los castores, adaptan el entorno natural a sus necesidades.
Los roedores son el orden más numeroso de los mamíferos, con cerca de 2.280. Los jerbos y las ardillas también pertenecen a esta enorme familia. Muchos son considerados plagas, pues se comen las semillas y destruyen las barreras que se los impidan; o esparciendo enfermedades como en el caso de la rata.
El carpincho, el primero de los roedores más grandes del mundo
Llamado también capibara o chigüire, se trata de un inmenso roedor que vive cerca de humedales. Se alimenta de hierbas, vive en bosques y sabanas, en las zonas llanas de América del Sur y llega a alcanzar hasta 60 kilos de peso. Las hembras suelen ser más grandes que los machos, y es frecuentemente cazado por felinos, serpientes y el hombre.
De largo y árido pelaje, suelen revolcarse en el barro para protegerse la piel del sol. En muchos países se consume la carne del Hydrochoerus hydrochaeris. Hay quienes incluso los han criado como animales de compañía, pero hay que garantizarles un estanque donde poder sumergirse. También es necesario esterilizar a los machos porque pueden tornarse agresivos y territoriales.
El señor castor, de los países del norte
Fácilmente distinguible por su larga y escamosa cola, el castor americano es uno de los roedores más grandes del mundo. Con sus anaranjados dientes puede roer un leño de madera de 30 centímetros en apenas 15 minutos. Con ellos se alimenta, construye sus casas y se defiende de posibles depredadores.
El castor americano es oriundo de Norteamérica. Algunos ejemplares fueron introducidos y se reprodujeron en la Tierra del Fuego, Argentina. En algunas regiones del norte de Europa y Asia vive otro castor, el castor fiber, con diferencias genéticas marcadas. Los castores gozan de un único sistema respiratorio que les permite sumergirse hasta por 15 minutos y son los que están más arriba en los niveles de inteligencia de los roedores.
El africano puercoespín
Habitante de las zonas cálidas del norte de África y el sur de Italia, el puercoespín africano es uno de los roedores más grandes del mundo. De largas púas que se erizan cuando se siente amenazado, llega a pesar hasta 15 kilos y medir 60 centímetros de largo.
Es un animal que puede recorrer largas distancias desde su madriguera, que construye cavando, para encontrar alimento. Le gustan las hierbas, los tubérculos, y se tiene documentación de ejemplares carnívoros. Su extraordinario olfato le permite encontrar su casa de vuelta.
Dos sudamericanos, la mara y el coipo
Endémica de la Argentina, la mara patagónica está catalogada como uno de los roedores más grandes del mundo. Provista de largas patas, es también llamada liebre criolla, aunque no tiene relación con esa especie. Llega a pesar hasta 16 kilos y es principalmente herbívora.
Endémica de las áreas llanas de Argentina, la mara puede sobrevivir sin agua gracias a su metabolismo, además de ser el único roedor monógamo: se aparea de por vida con una sola pareja.
El coipo es otro roedor de gran tamaño. Su hábitat se extiende por el centro y el sur de Argentina y Chile y fue llamada nutria por los españoles conquistadores, aunque se trata de un animal diferente. Es criada en cautiverio para aprovechar su carne, pero en especial su piel, muy apreciada en peletería.
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