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El lecho marino es el espacio con mayor proporción en el planeta, en el cual habitan una gran cantidad de seres vivos que se han adaptado para vivir a distintas distancias de profundidad. Debido a la gran extensión que presenta este hábitat con frecuencia se suelen encontrar nuevas especies, incluso se han redescubierto animales que se creían extintos, aunque en este artículo solo nos centraremos en clasificar los peces según la profundidad en que habitan.
Se ha hecho interesante el estudio para saber con la mayor exactitud los secretos que se encuentran en los diferentes niveles de profundidad, para tal fin se ha tenido que emplear unidades que pueden soportar la presión y las bajas temperaturas, las cuales van en aumento en caso de la presión y en disminución en el de la temperatura a medida que se alcanza mayor la profundidad.
Desde hace tiempo atrás se creía que no existía vida luego de los 500 m de profundidad, en parte porque la luz solar indispensable para el proceso de la fotosíntesis y producción de oxigeno no penetra a dicha profundidad, hecho que fue refutado luego de las primeras exploraciones en profundidades mayores a los 1800 metros, donde se encontraron una gran diversidad de vida marina.
Para mayor comprensión, las profundidades marinas se han subdividido en tres zonas principales denominadas epipelágica, mesopelágica y batipalágica. En nuestro caso nos enfocaremos en clasificar los peces según la profundidad de esas zonas, es decir, sus adaptaciones en aras a la supervivencia.
Peces a profundidades de la zona epipelágica
Esta zona se caracteriza por poseer una profundidad máxima de hasta 200 metros y en ella viven los peces que conocemos comúnmente como de consumo, ya que son estos lo que con mayor frecuencia son buscados por los pescadores, entre ellos podemos mencionar las sardinas, jurel, bacalao, rayas, merluzas, atunes, formando alguna de estas especies cardúmenes.
Los peces según la profundidad relaciona con la zona epipelágica, destaca por el hecho de que la luz solar penetra directamente en esta zona, y por ende los números de individuos que la necesitan se multiplican aprovechando la alta cantidad de nutrientes distribuidos en algas, fito y zooplacton, lo que le proporciona el característico color verdoso al agua.
Peces según la profundidad de la zona mesopelágica
Los peces según la profundidad de la zona mesopelágica viven desde los 200 hasta los 1000 metros, contrario de lo que se creía, la cantidad de peces que habitan esta zona es alta, algunos consideran que la cantidad es tal, que la mitad de los peces del océano viven en estas profundidades.
La luz solar se va perdiendo por completo dejando a estas especies en las penumbras, situación a las que se han adaptado, manteniendo como hábito que durante el día permanezcan ocultos y por la noche suban a la superficie para alimentarse. En cuanto a las adaptaciones fisiológicas, algunos son muy parecidos a los que habitan en la zona epipelágica, cuerpo óseo bien desarrollado debido a la falta de luz, varias especies están provistas de ojos grandes que pueden percibir los pequeños fragmentos de luz y así encontrar a sus presas.
Algunos de los peces según la profundidad mesopelágica son los peces dragón, los peces remos, ciertos tiburones como Isistius brasiliensis, los cuales merodean a distintas profundidades. Uno de los emblemáticos de esta zona es el pez linterna, el cual posee cromatóforos en su cuerpo logrando encender y apagar a su disposición para atraer a las presas.
Es importante destacar que al ser especies con migración vertical, pasando de la zona mesopelágica a la epipelágica, bien sea para alimentarse o escapar de depredadores mayores, cumplen una función vital para todo el ecosistema, puesto que al regresar a su zona de vida ayudan a transportar el CO2 al fondo del océano y a consumir el oxígeno de las aguas profundas.
Peces según la profundidad de la zona batipelágica
En esta zona, las profundidades alcanzan entre 1000 a 4000 metros, la oscuridad es total con temperaturas bajas y presión alta, los peces según la profundidad batipelágica logran vivir puesto que han sufrido una serie de adaptaciones para poder soportar estas condiciones, el sistema óseo no es completamente duro sino flexible por la falta de elementos como el calcio, que a esta profundidad no está disponible.
Las mayores adaptaciones vienen de su mandíbula, las cuales en algunos casos son desproporcionados al tener la dentadura tan grande que ni siquiera pueden cerrar sus bocas, estas adaptaciones son primordiales, ya que estos peces son carnívoros y deben aprovechar al máximo cualquier posibilidad de alimentarse. Otras adaptaciones son los órganos con los que emiten bioluminiscencia y atraer a sus presas engañándolos para atacarlos sorpresivamente.
Algunos representantes de peces según la profundidad mesopelágica es el pez víbora, el cual puede llegar fácilmente a los 4000 metros de profundidad, posee dientes grandes y afilados, además de fotóforos bioluminiscentes en su cuerpo, el rape abisal es una de las especies que puede llegar a mayores profundidades, y se caracteriza por tener los dientes más largos si tomamos en cuenta el tamaño de su cuerpo, el cual no supera los 20 cm de longitud. En estas profundidades también podemos encontrar al pez engullidor negro, que para alimentarse estira su boca y succiona a la presa, la cual incluso pueden ser más grandes que ellos, esto lo logran al tener la capacidad de expandir su estómago.
En definitiva, la evolución y correspondientes adaptaciones es lo que ha hecho posible que existan peces según la profundidad del lecho marino.
Referencias
– Escobar, E. (2000)
– Hernandez, J.; Guerra, A. (2014)
– Instituto de Fomento Pesquero. (2012)
– Irigoien, X.; Klevjer, T.; Rostad, A.; Martinez, U.; Boyra, G.; Acuña, J.; Bode, A.; Echevarria, F.; González-Gordillo, J.; Hernandez-Leon, S.; Agustí, S.; Aksnes, D.; Duarte, C.; Kaartvedt, S. (2014)
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