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El gruñido canino puede variar en intención desde manifestar su felicidad por encontrarse jugando hasta un dolor que se manifiesta de forma repentina. Pero si la situación es que mi perro me gruñe de forma asidua, entonces puede haber una causa mucho más grave por detrás de esta pantalla de la que el can se sirve para protegerse. En el juego es habitual los gruñidos y ladridos, no solo con personas, también con objetos incluso con otros perros, entra dentro de lo que los expertos conocen como su lenguaje canino, con dos proyecciones: pacífica (el juego) u otras causas que seguidamente analizaremos.
Cuando un perro te gruñe de forma directa, quien se siente más amenazado es él. Descubramos por qué.
Causas por las que mi perro me gruñe
Advertencia
En los casos de que el intermitente sonido del gruñido está acompañado por una notoria tensión corporal, el perro nos está advirtiendo que estamos haciendo algo que pronto generará en él una reacción más grave que la de simplemente mostrar sus dientes. En realidad, cuando mi perro me gruñe en este contexto, me está pidiendo que deje de hacer lo que estoy haciendo.
Miedo
Si el perro siente miedo, hará lo posible para evitar que el factor que se lo está produciendo siga acercándosele más. De modo que para ahuyentar a quienquiera que lo esté amenazando, recurrirá al gruñido. En su lenguaje estas vocalizaciones, según expertos caninos, efectivamente se pueden asociar al miedo.
Dolor
Este tipo de gruñido es el que tiene lugar cuando lo estamos acariciando y, muy de repente, gira su cabeza y nos gruñe. Si esta reacción persiste cuando lo acariciamos en el mismo lugar, es conveniente que un veterinario lo examine para detectar y solucionar su molestia. Normalmente si el dolor es muy intenso puede morder, aunque no con demasiada intensidad, pero sí para advertir que no desea ser manipulado en ese área corporal.
Asociaciones negativas
Si el perro llegó a mi vida de grande, es probable que yo no sepa todas las cosas que le sucedieron antes de que comenzara a formar parte de mi familia. Por ende, es posible que haya sufrido algún dolor físico o emocional y que ciertas situaciones del presente se lo recuerden. Incluso, y aunque parezca poco probable, cabe la posibilidad de que la asociación negativa que se le genera tenga que ver con nosotros. Por ejemplo, si pasa un verdadero mal rato cuando lo bañas, no es de extrañarse que te gruña cuando te vea preparar las cosas para su baño. Al gruñir, siente que podrá evitar que lo que le desagrada se acerque a él.
Igualmente si ha sufrido maltrato o situaciones límites, puede presentar problemas de comportamientos que exteriorizan frente a sus nuevos dueños con gruñidos, ante la desconfianza. Los expertos en educación canina son los indicados en solucionar muchas de estas situaciones, yo recurriría a ellos si efectivamente mi perro me gruñe y desconozco la causa.
Protección: la comida y ciertos juguetes suelen generar un genuino sentimiento de pertenencia en los perros. Por lo tanto, ante el miedo de que termines quitándoselos, es posible que te gruña. No es positivo, en la medida que pretenden hacerse con el control de la situación, un líder de la manada frente a nosotros que en ningún momento debemos consentir, precisamente para evitar males mayores.
¿Es positivo que mi perro me gruña?
Si mi perro me gruñe me está advirtiendo algo y, como sucede con las personas, es necesario que pueda usar la libre expresión para exteriorizar lo que le sucede. Por ende, un perro al que se le restringe el gruñido puede reaccionar de forma directa y morder sin previa advertencia. Por otra parte, también puede estresarse y enfermarse con el tiempo. De este modo queda claro que el perro debe poder gruñir para manifestarse. Eso sí, ante cualquier duda consultar al veterinario o a un adiestrador canino es la mejor opción, puesto que si se hace con el control de las situaciones cotidianas, es un claro hecho que no es deseable.
Cómo reaccionar si mi perro me gruñe
En las situaciones en las que mi perro me gruñe tengo que tomar las siguientes acciones:
– Bajar la mirada e ignorarle
– Dejar de hacer lo que estoy haciendo
– Disminuir la presión de las caricias
– Interpretar el por qué (es lo más relevante)
Una vez que sepa por qué gruñe, estaré en condiciones de solucionarlo. Aunque no siempre es así, en ocasiones se presentan problemas de comportamientos caninos asociados con agresividad, que son difíciles de erradicar sin la ayuda de un profesional, bien por su genética, enfermedad, poca socialización, mal adiestramiento, etc. En definitiva, la expresión «mi perro me gruñe» aunque es habitual, es necesario analizar las causas o razones y, si fuese imprescindible, habrá que acudir a un experto para solucionar esta conducta canina.
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