Índice de este artículo
La iguana azul (Cyclura lewisi), es un reptil muy llamativo perteneciente a la familia Iguanidae, dentro del Orden Squamata. Esta especie de iguana se encuentra entre los reptiles isleños más amenazados del mundo, debido a la desaparición de su hábitat original, así como a las interacciones negativas con el hombre y sus actividades. Así las cosas, es muy probable que estos reptiles tengan que adaptarse rápidamente a hábitats modificados y, también, a ambientes ocupados por humanos para evitar la extinción. Además, deben mantenerse grandes esfuerzos de cría y reproducción en cautiverio de estos animales para lograr el establecimiento de una población estable.
En la actualidad, la población de la iguana azul se encuentra muy reducida y solo cuenta con tres subpoblaciones estables, en tres áreas protegidas de la isla Gran Caimán. Se estima que existen alrededor de 450 adultos, que incluyen animales salvajes y animales liberados, a los cuales se les hace un seguimiento constante. De esta manera, resulta de gran importancia garantizar que aumente las poblaciones de ejemplares adultos reproductivos. En todo caso, como consecuencia de la poca disponibilidad de ambientes aptos para esta especie, las poblaciones no serán muy grandes, debido a la falta de espacios habitables.
Los machos de la iguana azul tienden a desplazarse más que las hembras, lo que los hace vulnerables cuando salen fuera de las zonas protegidas. Las diferencias en el uso de espacio entre sexos se ven acentuadas durante la época reproductiva, cuando los machos rastrean a las hembras.
Características
La iguana azul es una especie longeva y tiene una vida reproductiva prolongada, ya que pueden vivir más de 50 años e incluso, algunos ejemplares machos mantenidos en zoológicos han superado los 60 años de edad. Es una de las especies más grandes del género y uno de los lagartos más grandes del hemisferio occidental. Esta especie tiene dimorfismo sexual marcado, siendo los machos más grandes que las hembras.
El tamaño promedio de los individuos de Cyclura lewisi es de entre 40 y 50 cm de longitud, desde el hocico hasta la cloaca, mientras que la cola presenta una longitud muy similar, por lo cual la iguana azul puede llegar a medir alrededor de 1 metro, registrándose machos de 1,5 metros. Además, el peso de estos animales ronda los 11 kg en los machos.
Cyclura lewisi se caracteriza por presentar espinas dorsales rígidas y uniformes, no obstante, carece de ellas en el área de la papada. Al igual que otras especies del género, tiene el cuerpo cubierto de escamas que se agrandan en la región cefálica. Los individuos juveniles tienen una coloración grisácea con algunos patrones oscuros y alternados, pero una vez que se desarrolla, la iguana azul adquiere una tonalidad azul-grisácea, conservando algunas manchas oscuras. Esta coloración es más evidente cuando los individuos se encuentran descansando, mientras que durante la época reproductiva los individuos maduros de Cyclura lewisi se tornan de una coloración turquesa muy llamativa, que les confiere su nombre vernáculo o común.
Dónde vive la iguana azul
Cyclura lewisi es una especie endémica de la isla Gran Caimán. Aunque por mucho tiempo fue considerada una subespecie de la iguana de las rocas cubana (Cyclura macleayi), la iguana azul fue elevada a la categoría de especie recientemente, debido a diferencias morfológicas y moleculares, entre ambas especies.
Aunque antes de la colonización de la isla Gran Caimán, la iguana azul tenía una amplia distribución en toda la isla, en la actualidad solo se pueden registrar en estado salvaje dentro de zonas protegidas en los distritos de North Side y East End. Esta especie ocupa ambientes cercanos al nivel del mar, hasta los 6 metros de elevación. Originalmente, Cyclura lewisi ocupaba ambientes de bosque seco, preferentemente aquellos que crecían sobre un sustrato rocoso, por lo cual también reciben el nombre común de iguana azul de las rocas de la isla Gran Caimán.
Reproducción
Resulta de gran importancia señalar que esta especie ya no cuenta con poblaciones reproductivas fuera de las zonas protegidas de la isla Gran Caimán. Las hembras de Cyclura lewisi colocan entre 1 y 22 huevos según la edad y tamaño de la hembra. Las crías tienen un alto índice de mortalidad, lo que afecta en gran medida a las poblaciones de iguana azul, debido a que se reproducen anualmente. Las hembras pueden iniciar con la reproducción a partir de los tres años de edad, suponiendo que se encuentre en una condición nutricional adecuada.
La iguana azul es generalmente solitaria, excepto durante la temporada de reproducción. Esta especie es polígama de forma que, durante la época reproductiva, los machos suelen viajar para cortejar y defender a varias hembras durante la temporada de reproducción. Durante esta temporada, los machos suelen perder gran parte de su masa corporal, ya que dirigen su energía a defender su territorio y a las hembras presentes en el mismo, enfrentándose frecuentemente con otros machos.
La reproducción inicia generalmente durante la primavera, cuando es común observar individuos de Cyclura lewisi con una intensa coloración azul. Para el mes de marzo, las hembras exhiben un vientre hinchado que expone la presencia de huevos formados. La oviposición ocurre alrededor de 40 días posterior a la fertilización, y los huevos son depositados e incubados en nidos construidos a unos 30 cm debajo de la superficie del suelo, donde permanecerán por un periodo de entre 60 y 90 días, cuando emergen las crías.
Qué come la iguana azul
La iguana azul (Cyclura lewisi) es primordialmente herbívora, de manera similar a otras especies de iguanas continentales y marinas. Esta especie consume una gran variedad de plantas, sumando alrededor de 45 especies de aproximadamente 24 familias distintas. Entre sus ítems preferidos se encuentran los tallos y hojas, aunque además consumen en menor medida las flores y frutos.
Los individuos de Cyclura lewisi suelen emplear sus lenguas como órganos quimiosensoriales que les permite detectar y seleccionar el alimento, de manera que es común observarlas extender su lengua sobre distintos sustratos como rocas, tierra y heces.
Adicionalmente, la iguana azul también exhibe hábitos carnívoros en menor medida, al consumir diversos invertebrados como larvas de insectos, insectos adultos y algunos moluscos como babosas. Otros individuos han sido observados consumiendo tierra, heces de otros animales, hongos, restos de piel mudada e incluso pequeñas rocas, aunque este comportamiento debe ser mejor estudiado.
Ecología
Son muy pocos los aspectos ecológicos que se evaluaron sobre esta especie antes de su disminución poblacional. Las poblaciones que se han establecido, a partir de animales criados en cautiverio y liberados en zonas protegidas, parecen elegir con mayor frecuencia ambientes intervenidos para alimentarse, nidificar y pasar la noche, incluso por encima de sistemas relativamente conservados de vegetación natural. Esto ha resultado particularmente alentador para la conservación de esta especie, ya que su adaptación a ambientes antropogénicos puede garantizar el mantenimiento de sus poblaciones.
Una de las principales razones por las cuales prefieren ambientes intervenidos, es que estos espacios brindan mayores oportunidades para tomar el sol y termo-regular, pues a diferencia del bosque seco original, la cobertura de dosel es muy reducida o nula. Por otro lado, las zonas intervenidas también ofrecen una mayor diversidad de recursos alimentarios. Además, los ambientes intervenidos son menos propensos a las inundaciones y, al tener mayor disponibilidad de sustratos arenosos y tierra, las iguanas tienden a escoger estos sitios para nidificar.
Taxonomía de Iguana azul, Cyclura lewisi
Estado de conservación de Cyclura lewisi
Estas majestuosas iguanas se encuentran amenazadas, principalmente por la reducción y degradación de los hábitats que ocupan. Asimismo, la cacería de consumo y recolección de huevos por parte de los humanos constituye una amenaza fuerte, debido a la falta de reclutamiento en las nuevas generaciones.
En las últimas décadas se han llevado a cabo diversos programas de cría en cautividad, que realizan esfuerzos para aumentar las poblaciones de estos animales. Actualmente, dichos programas están teniendo éxito en este sentido, pues existen programas de cría permanentes y de mantenimiento de los juveniles hasta una edad menos susceptible. No obstante, resulta una tarea que presenta gran dificultad, debido a la escasez de ejemplares salvajes en la naturaleza. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) esta especie se encuentra “En Peligro”, pues tan solo ocupa una extensión de 15,6 km2 en la naturaleza, dentro de zonas protegidas.
Otros problemas que afectan a la iguana azul de la isla Gran Caimán son la competencia con especies introducidas y la introducción de depredadores no autóctonos como los perros, gatos y roedores. Estos animales, domésticos asilvestrados o vagabundos, pueden eliminar ejemplares adultos sin problemas. Además, animales como la rata parda o noruega (Rattus norvegicus) pueden causar serios daños a ejemplares juveniles de la iguana azul, también, ocasionalmente, pueden consumir sus huevos causando una alta mortalidad. Muchas granjas de frutas se han transformado recientemente en pastizales para la ganadería, lo que reduce en gran medida el hábitat adecuado para esta especie.
Otros peligros adicionales son el atropellamiento en las carreteras y la captura ilegal de ejemplares, a pesar de encontrarse protegidas por la legislación local. La competencia con otro iguánido introducido muy competitivo, la iguana verde común (Iguana iguana) y de la iguana Cyclura nubila caymanensis, trae consigo inevitables riesgos de competencia o hibridación.
Ficha de la iguana azul, Cyclura lewisi
Bibliografía
- Blair, D. (1991).
- Burton, F.J. 2012.
- Goodman, R. M., Echternacht, A. C., & Burton, F. J. (2005).
- Goodman, R. M., Burton, F. J., & Echternacht, A. C. (2005).
- Goodman, R. M. (2007).
Deja una respuesta