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Evolución
Conocer nuestros ancestros y revivir la historia evolutiva para desdeñar nuestros orígenes, es un paso obligatorio para reconocernos en conjunto con las demás especies, como parte en un entramado vivo, un ecosistema en una biosfera finita; que tiene un inicio, un proceso y una historia hasta nuestros días. Primeramente, antes de adentrarnos en el intrafilo Gnatostomados, es preciso mencionar el dominio Eucaria (Eukaryota), proveniente de un antepasado procariota en un proceso descrito por la investigadora L. Margullis llamado endosimbiosis, descendiendo de este diversas formas de vida conocidas, como los hongos, los protistas, las plantas y los animales ancestrales que dieron paso a las formas de vida actuales.
Siguiendo el trascurrir en esta historia evolutiva nos encontramos las especies pertenecientes al reino Animal, con características especiales: pluricelulares, eucariotas, heterótrofos, de formación tisular, con una alta tasa de locomoción (cuadrúpedos, bípedos, fusiformes), de reproducción sexual (en escasas especies asexual) y metabolismo aerobio. Pasando por una descripción en el clado están, Eumetazoos (subreino), Deuterostomados (superfilo), Cordados (Filo), Vertebrados (subfilo) hasta llegar a los Gnatostomados (infrafilo).
Ya localizados en nuestro grupo de interés, tenemos que reconocer que este proceso está ligado en un conjunto de sucesos evolutivos, peldaños anclados unos a otros, y gracias a la huella que dejan, conseguimos descifrar aquello que comparten, relacionan y evoluciona sucesivamente en cada momento (tiempo/cambio), hasta llegar a los Gnatostomados (como fue relacionado en la anterior descripción cladográmica), cada acontecimiento ubicado en diferentes espacios y tiempos, que gracias a eventos fortuitos siguieron evolucionando en muchas de las formas de vida aún presentes, donde se comparten o conservan dichas características ancestrales.
Características de los Gnatostomados
Además de las características de los Gnatostomados mencionadas (eucariotas, con respiración aerobia, de reproducción sexual, entre otros), lo que hace distinto a los Gnatostomados de otros animales es poseer mandíbula, ya sea como el caso los peces condrictios, los peces de aletas lobuladas o aletas con radio, que aunque no presentan una articulación completa de la mandíbula inferior y superior, poseen una estructura unida que les permite un movimiento limitado, su soporte estructural ya cartilaginosa u ósea no es desarrollado (articulaciones), su respiración es por branquias y no existen extremidades definidas.
O la derivación de los Teleostimi, peces ancestrales extintos, donde existe un gran salto evolutivo en el resto del clado. Es de allí donde aparecen los vertebrados de cuatro extremidades (tetrápodos), y surgen las diferencias más notorias en el infrafilo, como la articulación temporo-mandibular (ATM), la cual permite un movimiento de la mandíbula completo, más flexible (articulado) y desarrollada. También hay una distinción clara de las extremidades, las estructuras de soporte óseas son más complejas (ligamentos, articulaciones), se pasa a una respiración pulmonar, hay complejidad en cuanto a tejidos y formación de redes nerviosas, fuertes instintos, desarrollo de habilidades complejas, comportamientos solitarios o sociales, desarrollo de formas de pensamiento, civilizaciones y cultura.
Otro aspecto que revela y aísla al infrafilo Gnatostomados es su complejo y especializado desarrollo embrionario, presente para los diferentes subgrupos de animales que conforman el clado; empezando por los ovovivíparos, donde el embrión permanece en un huevo que subsiste dentro de la madre hasta no estar en completo desarrollo para el nacimiento; los ovíparos, en este caso el embrión está dentro de un huevo que le permite completar su desarrollo externo a la madre, incubado hasta emerger del cascarón; finalmente, los vivíparos, en el que no existe huevo, sino una estructura especial interna en la madre, donde este se va a desarrollar hasta el momento de su nacimiento.
Conociendo los Gnathostomata (Gnatostomados)
Los Gnatostomados están conformados por un grupo basal ya extinto llamados Placodermi, peces recubiertos de placas gruesas y potentes mandíbulas que vivieron entre el Silúrico y el Devónico, diversificándose en diferentes sistemas acuáticos e íntimamente relacionados con la aparición de los condrictios en el Devónico Superior, donde sus estrategias de vida y estructura corpórea habían conservado pero cambiado ciertas cosas, como lo son las mandíbulas y la estructura cartilaginosa respectivamente, y a mediados del Devónico relacionados (los Placodermi) con la aparición de los peces óseos, que ya estos, a su vez, a finales del Devónico y comienzos del Carbonífero, abren camino la emancipación de los peces, apareciendo los peces con aleta radial y los peces de aleta lobular; es en este último donde empiezan a ocurrir cambios evolutivos de gran importancia, como mecanismos de respiración muy similares al pulmonar, columna vertebral diferenciada, entre otras características, que posiblemente dieron paso a los anfibios y el resto de Tetrápodos.
Los anfibios a su vez están conformados por las cecilias, las salamandras y las ranas y sapos, siendo estos de piel permeable y desnuda (sin escamas o pelos), con un sistema endocrino desarrollado y en muchas ocasiones tóxico, extremidades bien diferenciadas y especializadas en el salto, con un potente y musculoso fémur adaptado en un cuerpo pando.
En otra rama están los Amniota (embrión recubierto de membranas) que se dividen en dos, los Sauropsida que comprenden los grupos tales como las tortugas; lagartijas y serpientes; cocodrilos, babillas y las aves, con una larga y fuerte historia evolutiva que comienza aproximadamente en el Carbonífero. Los Sinápsidos que también hacen su aparición en el Carbonífero, dan paso a los mamíferos, grupo diversificado y de gran renombre en la historia pues es aquí donde pertenecemos nosotros, los hombres (Homo Sapiens Sapiens), mamíferos y Gnatostomados.
Bibliografía
- Parker T. J. y Haswell, W. A. 1991
- Roberts, S.A. y Larson, A. 2002
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