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Los fringílidos son un conjunto de aves del Orden Passeriformes pertenecientes a la familia Fringillidae. Dentro de este grupo de aves se incluyen los conocidas comúnmente como canarios y sus variedades, pinzones, jilgueros, piquituertos y semilleros. Gran parte de las especies de esta familia muestran un dimorfismo sexual marcado, siendo una regla general que los machos sean más coloridos que las hembras, sin embargo, existen excepciones en los que el macho y la hembra son casi indistinguibles. La mayoría de las especies son monógamas y tienden a mantenerse en grupos monoespecíficos.
Muchas de estas aves tienen una amplia distribución, por lo que es posible que dentro de una especie se incluyan un gran grupo de subespecies. Varias especies (aquellas ubicadas más al norte) también tienen un comportamiento migratorio, aunque a diferencia de las familias que incluyen aves insectívoras, los fringílidos no realizan grandes migraciones que vayan más allá de los límites más cálidos de sus áreas de distribución, donde la nieve no afecta la disponibilidad de recursos. Otras especies son nómadas, por lo cual, continuamente se desplazan en la búsqueda de zonas con mayor disponibilidad de recursos.
La familia Fringillidae se subdivide típicamente en tres subfamilias: Fringillinae, Euphoniinae y Carduelinae, siendo esta última subfamilia la más rica en géneros y especies, además de ser la que abarca una mayor distribución geográfica. Dentro de este grupo de aves Passeriformes, se encuentran muchas especies que son capturadas para ser comercializadas como mascotas, debido a que tienen cantos muy llamativos y por lo cual se encuentran en peligro, ante la disminución de sus poblaciones.
Entre las especies de este grupo de aves están Carduelis carduelis (Jilguero común), Linaria cannabina, Fringilla coelebs, Serinus serinus y Chloris chloris, las cuales se distribuyen en Europa y son capturadas para usarlas como mascotas desde la época de la Antigua Roma. Además, algunas especies americanas también son capturadas para mantenerlas en cautiverio. Los cantos de los machos tienen funciones evidentemente reproductivas y de delimitación del territorio. En el caso de las especies con amplia distribución, es posible determinar diferencias ligeras o “dialectos” en el canto. Las especies altamente territoriales como los pinzones nidifican de manera aislada, aunque existen especies más sociales que nidifican juntas.
Distribución y diversidad
Este conjunto de aves es muy común en el hemisferio norte y el Norte de África. Básicamente se encuentran por todo el mundo excepto en Australia. Actualmente, la familia Fringillidae está constituida por alrededor de 220 especies y más de 400 subespecies, que han surgido como producto de la regionalización de fenotipos.
Muchas especies se encuentran restringidas a los bosques templados del norte del continente americano, Asia y Europa. Estas especies están plenamente adaptadas para vivir en ecosistemas con grandes variaciones climáticas a lo largo del año como los bosques de coníferas, en el noreste de Europa, oeste de Siberia, bosques de coníferas isleños, el norte de Eurasia, entre otros. Un gran conjunto de especies tiene una distribución tropical, especialmente las especies de la subfamilia Euphoniinae, muy diversas, abundantes y con amplia distribución en Sudamérica.
Los géneros más diversos dentro de la familia Fringillidae son Crithagra con 37 especies, Euphonia con 27 especies, Carpodacus con 26 especies y Spinus con 20 especies. Algunos géneros poco especiosos como Carduelis con 3 especies, presentan 14 subespecies.
Características de los fringílidos
En general, los fringílidos son aves de pequeño tamaño. La mayoría de las especies tienen una longitud total comprendida entre los 10 y 15 centímetros y son bastante coloridas, especialmente en los ejemplares machos, mientras que las hembras poseen una coloración más tenue u opaca. La forma del pico de estas aves es una de las características más distintivas de la familia; al ser aves granívoras, poseen un pico notablemente cónico, con bordes reforzados y afilados para poder triturar semillas. En algunas especies el pico puede ser alargado y, otros miembros, como los piquituertos presentan un pico especializado para consumir determinados recursos.
En los piquituertos del género Loxia, el pico es grueso y las mandíbulas están entrecruzadas. Esta disposición facilita la extracción de semillas de las piñas de las coníferas. Además, los piquituertos son de los fringílidos más robustos y grandes, caracterizándose por presentar coloraciones pardo rojizas.
Con respecto a la forma de las alas, estas suelen tener variaciones importantes de acuerdo a los hábitats que ocupan las diferentes especies de fringílidos. Los fringílidos que viven en zonas boscosas tienen alas cortas y redondeadas que facilitan el vuelo entre la vegetación, mientras que las especies de fringílidos que viven en zonas abiertas poseen las alas más largas y estrechas para planear mejor cuando buscan nuevas zonas de alimentación.
Alimentación
Los fringílidos son animales granívoros durante la mayor parte del año, excepto en la época de cría durante la cual capturan insectos. Debido a que consumen alimentos muy duros y resistentes, presentan mandíbulas desarrolladas y músculos fuertes asociados a esta. De esta forma, pueden triturar granos y semillas que no son consumidos por otras aves. Los pichones, a menudo, son alimentados con pequeños insectos que capturan en la vegetación, por lo que estas aves cumplen un papel en la eliminación de plagas para la agricultura y, además, se encargan de controlar la proliferación de malas hierbas consumiendo sus semillas.
Gran parte de las especies como los pinzones del género Fringilla, únicos representantes de la subfamilia Fringillinae, son observadas recolectando semillas del suelo para alimentarse; sin embargo, cuando tienen polluelos también capturan insectos para alimentarlos, lo que los diferencia etológicamente de otros grupos de fringílidos como los de la subfamilia Carduelinae, cuyos pichones están especializados en el consumo de semillas previamente procesadas y regurgitadas por los padres.
Los representantes del género Carduelis están especializados para posarse sobre los tallos débiles de muchas plantas herbáceas y, de esta manera, alcanzar las semillas, mientras que otros grupos de fringílidos toman las semillas directamente del suelo. Algunas especies de fringílidos como los piquituertos del género Loxia, los cuales poseen un pico altamente especializado, se alimentan típicamente de las semillas de coníferas y gimnospermas como las araucarias.
Los miembros de la subfamilia Euphonidae, poseen una dieta más generalista. Los fringílidos de géneros como Euphonia, Cyanophonia y Chlorophonia son consumidores de una gran variedad de frutos pequeños y carnosos, complementando su dieta con pequeños insectos variados.
Especies como Chloris chloris, consumen semillas de cereales desprendidas que ya están en el suelo, frutos del olmo, bayas de distintos arbustos como las del tejo (Taxus baccata) y una gran variedad de insectos y arácnidos, siendo muy comunes los áfidos, las hormigas y pequeños coleópteros.
Reproducción
En los fringílidos la maduración de las gónadas coincide con el inicio de la estación más favorable para la reproducción. Durante esta estación hay más horas de luz, aumenta la temperatura, la disponibilidad de lugares para anidar y la abundancia de los recursos que consumen. La mayoría de las especies anidan en los árboles, y son habitantes de una gran variedad de bosques que incluyen distintos tipos de bosques templados como los de coníferas, abedules, sauces y enebros, además de bosques tropicales.
La mayoría de las especies de fringílidos se caracteriza porque las hembras colocan de tres a siete huevos por nidada. Los machos de las especies cantoras realizan llamados muy elegantes y atractivos para atraer a las hembras. Además, realizan vuelos elaborados con aleteos lentos, para exhibir su coloración llamativa en la medida que cantan.
En la región paleártica y neártica la nidificación y los eventos reproductivos se distribuyen entre los meses de marzo a septiembre, mientras que los fringílidos de la región neotropical nidifican en la época de mayores precipitaciones, que es muy variable de acuerdo a la ubicación geográfica.
Los pichones eclosionan al cabo de unas dos semanas de incubación y luego de aproximadamente un mes se encuentran listos para volar, dependiendo de la disponibilidad de recursos y de la especie. Varias especies pueden colocar huevos dos o tres veces por año, incluso cuando las condiciones ambientales parecen ser desfavorables. Varias especies residentes de bosques templados son capaces de conseguir alimento incluso bajo densas capas de nieve.
Especies como Carduelis carduelis, suelen reproducirse dos veces por año entre los meses de marzo y abril y durante la primavera. Cada nidada contiene entre tres y seis huevos. Mientras la hembra incuba los huevos, el macho se encarga de proveerle alimentos, que consiste en una gran variedad de semillas de asteráceas, cardos y malezas. La hembra se encarga sola de la construcción de un nido en forma de copa o taza, que es característico de todos los fringílidos. El nido generalmente se posiciona en las ramas más altas de los árboles. En otras especies, pueden variar la posición del nido y es revestido u adornado con vegetación, musgos, pelos y plumas.
Especies en cautiverio
Algunas especies como Carduelis carduelis son ampliamente capturados para mantenerlos enjaulados en las casas. En algunos países como Argelia es muy frecuente que el jilguero común europeo esté presente en muchos hogares. Algunas encuestas indican que en localidades como la ciudad de Guelma se pueden encontrar hasta 17000 aves enjauladas.
Debido a que la mayoría de los jilgueros son capturados en la naturaleza, este pasatiempo supone un gran problema para la conservación de esta y otras especies a largo plazo. Se han propuesto diversas medidas y leyes para mitigar la captura de estas aves, que en muchos casos superan los millones de individuos por año. Una de las medidas más relevantes es fortalecer la cría en cautiverio de las especies más populares como mascotas, para evitar la sobreextracción de individuos de las poblaciones silvestres.
Referencias
- Eilidh McNab, Ron Summers, Gavin Harrison & Kirsty J. Park (2019)
- Esuperanzi, R. (2008).
- Röseler, D., Schmaljohann, H., & Bairlein, F. (2017).
- Shrubb, M. (2013)
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