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Caries dentales: ¿Qué es?, síntomas, causas y tratamiento

Imagen seleccionada para caries dentales
Rodrigo Cartagena Armijo/CC BY-SA 2.0

La caries dental es la afectación crónica odontopatológica más comúnmente consultada en los servicios odontológicos a nivel mundial, siendo común tanto en niños, como en adultos.

Las caries dentales aparecen como consecuencia de una serie de procesos complejos que se van desarrollando sobre la superficie del diente en un tiempo determinado. Primero ataca la parte inorgánica de la pieza dental y posteriormente la orgánica.

Hoy día se sabe que existen individuos que son más propensos que otros a sufrir de caries, pues existen factores de riesgos que contribuyen al proceso de su formación.

Si se ha sufrido de caries en la niñez, es muy probable que el problema persista en la etapa adulta, ya que no solamente se mantienen los factores de riesgo inherentes a la genética del individuo, sino que también pueden persistir los ambientales y conductuales.

Mientras más factores estén presentes, mayor es la probabilidad que aparezcan las caries.

¿Qué son las caries dentales?

Las caries dentales son conocidas como una manifestación observable y tardía de un proceso de deterioro continuo sobre el tejido dentario, ocasionado por microorganismos cariogénicos, en un determinado período de tiempo, en presencia de un sustrato específico.

Se considera una infección, ya que es indispensable la participación de múltiples bacterias que se congregan en una matriz denominada biopelícula dental, mejor conocida como placa dental. Cabe destacar que no todas las bacterias producen caries, solo las denominadas cariogénicas.

La patología consiste en un desequilibrio entre la desmineralización y la remineralización, ocasionando el deterioro del tejido dentario.

Este daño ocurre de forma lenta pero progresiva. Esto quiere decir que si no es tratada en sus inicios, esta puede avanzar hasta causar la necrosis del tejido pulpar.

Se conocen 3 tipos de caries, las que se forman en la corona (superficie del diente), las que se ubican a nivel radicular (hacia la raíz) y las recurrentes (cerca de las restauraciones).

¿Cuáles son los síntomas de las caries dentales?

Al inicio la caries es insidiosa y asintomática. Es por ello que, la mayoría de las veces pasa desapercibida, a menos que se visite regularmente al odontólogo, quien es capaz de detectarlas en etapas muy tempranas.

Solo el ojo entrenado del odontólogo puede observar las pequeñas zonas de color blanco mate sin cavitación sobre las piezas dentales afectadas. Son estas manchas el primer signo de desmineralización. En ocasiones es necesario que se elimine algo de placa dental para poder observarlas.

Si la enfermedad progresa la lesión del esmalte se hace cada vez más grande y profunda, tornándose a colores más oscuros, pasando por la tonalidad de amarillo, marrón y finalmente negro.

El punto negro corresponde a una pequeña perforación del tejido dentario necrótico, que avanza de afuera hacia adentro. Durante el proceso el diente va dando señales de alerta, aumentando la sensibilidad al frío, al calor y a lo dulce. La sensación es como un pequeño corrientazo.

En la etapa más avanzada la caries llega a la cavidad pulpar, produciendo un dolor intenso e insoportable, ya que esa zona es rica en nervios y vasos sanguíneos.

Cabe destacar que el padecimiento de las caries dentales se asocia al mal aliento y a una disminución de la calidad de vida del individuo, desmejorando la estética dental y bajando su autoestima, tanto en niños como en adultos.

¿Qué origina las caries dentales?

En la formación de las caries dentales están involucrados múltiples factores de riesgos, algunos modificables y otros no, que de una u otra manera favorecen a que ocurra la interacción entre el esmalte, las bacterias y el sustrato, trío indispensable para que sea posible el proceso de formación.

Entre los factores más importantes se pueden mencionar:

La producción de ácidos de las bacterias cariogénicas presentes en la microbiota oral

Solo las bacterias cariogénicas causan daño al esmalte de los dientes.

Estas no están presentes en todos los individuos, pero son fácilmente trasmisibles de una persona a otra por compartir utensilios de uso personal, como cubiertos, vajillas y cepillo dental. Si consiguen el sustrato adecuado formarán ácidos a partir de él.

Las bacterias cariogénicas por excelencia son Streptococcus grupo mutans especie mutans y S. grupo mutans especie sobrinus, así como ciertas especies de Lactobacillus, Actinomyces y Bifidobacterium.

Disminución de la salivación del paciente (hiposalivación)

La saliva actúa como un mecanismo de limpieza endógeno, ya que posee enzimas que ayudan a degradar sustancias que poseen enlaces glucosídicos, antes que sean usadas por las bacterias.

Ayuda a mantener el pH del medio bucal y además, posee histatina que funciona como antimicrobiano natural. Por ello, las personas que salivan menos tienen mayor probabilidad de sufrir de caries dentales.

Pobre higiene bucal

El buen cepillado dental con cremas fluoradas y el adecuado uso del hilo son la clave para mantener una buena salud bucal. Las personas con pobre higiene no solamente están propensas a sufrir de caries, sino también de otras enfermedades como la periodontitis, entre otras.

Tanto la saliva, como la higiene bucal inhiben la formación de la caries.

Consumo de alimentos con propiedades cariogénicas

El consumo de golosinas, jugos azucarados, helados, entre otros, especialmente entre las comidas aumentan el riesgo de padecer caries, debido a su alto contenido en azúcares.

En este tipo de alimentos se entremeten entre los dientes, quedando atrapados por un largo tiempo, dando oportunidad a que sean metabolizados por las bacterias cariogénicas.

Esto podría evitarse si se realizara una higiene bucal posterior a la merienda.

Defectos congénitos en la morfogénesis de las piezas dentales

Las personas que poseen defectos congénitos en la formación de sus piezas dentales tienden a presentar mucha sensibilidad a nivel dentario.

Esto hace que el cepillado sea un acto muy desagradable y por ende poco frecuente.

¿Cómo se forman las caries dentales?

Esta patología inicia sobre la superficie del esmalte, pero conforme avanza la enfermedad puede llegar a los tejidos más profundos como la dentina y la pulpa dentaria.

Las caries dentales son el resultado de una reacción de desmineralización del tejido dentario, provocada por la producción de ácidos provenientes de bacterias cariogénicas que hacen vida en la placa dental.

Las bacterias cariogénicas son aquellas que logran bajar el pH del medio, a partir del metabolismo de sustancias ricas en carbohidratos como la glucosa.

Los ácidos formados son los responsables de la desmineralización del esmalte.

¿Cuál es el tratamiento de las caries dentales?

En la antigüedad el tratamiento de una caries avanzada era la extracción de la pieza dental.

Hoy día se cuenta con procedimientos odontológicos que permiten salvar la pieza dentaria. El procedimiento se denomina endodoncia, siendo más conocido como tratamiento de conducto.

Este consiste en retirar el tejido pulpar en su totalidad con la finalidad de eliminar los nervios, los vasos sanguíneos y el tejido necrótico, de esta manera se elimina el dolor permanentemente.

El espacio es rellenado con un compuesto biocompatible, denominado gutapercha, y sellado con un cemento endodóntico. Este proceso se denomina obturación.

Como la pieza dental pierde la irrigación sanguínea a la larga se oscurecerá y se volverá más frágil.

Si el diagnóstico se realiza en las etapas tempranas, basta con retirar la pequeña lesión y restaurar con resina.

La atención odontológica oportuna es necesaria, no solo para salvar la pieza dental, sino para evitar mayores complicaciones como la aparición de abscesos e infecciones sistémicas.

Sin embargo, la recomendación más útil es prevenir su aparición, modificando los hábitos alimenticios e higiénicos, además de acudir al odontólogo frecuentemente.

Bibliografía consultada

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