Tanorexia, un problema adictivo más frecuente de lo que piensas

Tanorexia
sp.depositphotos.com/Roberto Rizzo

La tanorexia es un extraño trastorno obsesivo compulsivo que sufren algunas personas.

Estas se sienten insatisfechas con su color de piel, y por ello buscan resolver el problema de palidez con un buen bronceado, bien sea de forma natural o artificial, pero como es una obsesión, exageran, pudiendo causar graves daños a su piel.

Como cualquier adicción la tanorexia es un problema difícil de corregir, ya que la persona que lo sufre tiene una errónea percepción de su color de piel, mientras anhela conseguir el color deseado para proyectar una imagen con la que se sienta a gusto.

El problema se presenta en que realmente nunca quedan conformes, y en su empeño de conseguir el bronceado perfecto se exceden, hasta el punto de hacerse daño.

Estos individuos también tienden a tener trastornos de la conducta alimentaria, ya que se obsesionan por consumir de forma exagerada alimentos que contienen betacarotenos, como la zanahoria, porque estos aumentan la vitamina A que ayudan a mejorar el bronceado.

O en su lugar se automedican con dosis inapropiadas de “vitamina A” para aumentar su efecto.

Sin embargo, lo que logran es sufrir de hipervitaminosis A, que trae serias consecuencias a la salud, como osteoporosis, hepatoesplenomegalia, dolor óseo, visión borrosa, entre otros padecimientos.

Además, estos individuos no reconocen tener este tipo de problemas, por ello no harán nada para corregirlo a menos que reciba ayuda espontánea de otras personas.

La tanorexia está muy ligada a la autoestima y por tanto mirarse pálidos les trae frustración y depresión.

Tanto los hombres como las mujeres pueden sufrir de tanorexia, pero es mucho más común en el sexo femenino.

¿Tomar sol siempre es perjudicial?

El sol es un elemento vital para la vida y no toda exposición va a generar problemas de salud, todo lo contrario tomar el sol, especialmente a las primeras horas de la mañana es muy beneficioso para la salud integral. Algunos beneficios son:

  • Efecto antidepresivo.
  • Inhibe los procesos seborreicos.
  • Mejora las lesiones del acné por su propiedad antimicrobiana.
  • Ayuda en el control de la psoriasis, entre otras afecciones cutáneas.
  • Es necesario para activar el fotometabolismo de la vitamina D3.  

Las personas con tanorexia se apoyan en estos beneficios para justificar su acción, pero no reconocen que exponerse al sol en horas inadecuadas, de forma constante y por tiempo prolongado es altamente dañino para su piel.

¿Por qué las personas con tanorexia corren peligro?

El peligro está relacionado a los daños que sufre la piel al ser irradiada constantemente por los diversos tipos de rayos que emite el sol o las camas bronceadoras.

El sol provee de tres tipos de radiaciones ultravioleta (UV) denominados UVA, UVB y UVC. También emite radiaciones infrarrojas.

Rayos UVC

Los UVC son retenidos gracias a la capa de ozono y no llegan a la piel. Sin embargo los UVA y los UVB si llegan hasta nuestra piel.

Rayos UVB

Los rayos UVB solo representan el 5% de los rayos UV, siendo más notorios en verano. Son los responsables de engrosar el espesor de la piel, específicamente la epidermis. También afecta la capa córnea de los ojos, por ello es que se debe usar lentes de sol

También causan quemaduras solares debido a que sus rayos se concentran al ser reflejados por la arena o la nieve.

Se les teme por ser capaz de inducir la formación de algunos tipos de cáncer en la piel, como el carcinoma basocelular, el espinocelular o escamoso y el melanoma.

Rayos UVA

Los rayos UVA ocupan el 95% restante. Estos influyen más en el envejecimiento prematuro de la piel, aumentando las líneas de expresión y las arrugas y también en la aparición de manchas.

Las camas bronceadoras emiten este tipo de radiación, pero su abuso también puede ser cancerígeno.

Rayos Infrarrojos

Los protectores solares no tienen efectividad contra este tipo de radiaciones. Hay tres tipos A, B y C.

La “A” tiene gran poder de penetración pudiendo alcanzar la hipodermis (capa más profunda de la piel). B y C son las responsables de proporcionar el calor y producir insolación.

¿Por qué la piel se broncea?

El proceso de bronceado ocurre por el proceso denominado melanogénesis. Cuándo nos exponemos al sol, los rayos UVA y UVB actúan para inducir el bronceado, que no es más que un mecanismo de defensa de la piel para protegerse.

Primero se induce un bronceado que se dispara de forma inmediata, para lo cual el organismo debe sintetizar melanina; sustancia responsable de dar color a la piel para protegerla del sol.

Posteriormente se induce el segundo bronceado que se corresponde al uso de la melanina que estaba en depósito.

Por otra parte, hay pieles que son más sensibles al sol que otras. Las más sensibles pueden sufrir quemaduras debido a la exposición al sol. La piel blanca se quema más rápido que la piel morena o negra.

Efectos perjudiciales de los rayos UV e infrarrojos

Quemaduras solares

Las quemaduras solares pueden ser de primero o segundo, en casos extremos podrían ser de mayor magnitud, dependiendo del tiempo de exposición y el tipo de piel.

La quemadura es la manifestación clínica más evidente de haber recibido una larga exposición al sol.

Cuándo la melanina ya no puede ejercer su efecto protector, los rayos inducen la activación de sustancias que promueven la inflamación. En pieles blancas la piel se torna muy roja, produciéndose mucho ardor y dolor en las zonas expuestas.

Daños en el ADN

Los rayos UV inducen a cambios en el ADN, provocando errores en la reparación del ADN (mutaciones) que dan origen a enfermedades oncogénicas (cáncer de piel).

Envejecimiento de la piel

Una alta exposición a los rayos UV provoca que la piel se torne:

  • Seca (xerosis cutánea)
  • Áspera y escamosa (queratosis actínica)
  • Aparezcan manchas de color marrón a negruzcas (lentigo actínico)
  • Dilatación de los capilares pequeños (telangiectasias)
  • Flacidez (pérdida de elasticidad).

Formación de radicales libres

La formación de los radicales libres se da por el efecto de los rayos UV sobre los lípidos de las membranas celulares (peroxidación).

¿Cómo saber si una persona sufre de tanorexia?

Usted debe sospechar que una persona sufre de tanorexia o está empezando a serlo cuando observe que:

– Posee una piel bronceada de forma continua.

– Progresivamente va aumentando el tiempo en que se expone al sol.

– Muestra angustia cuándo no pueden ir a exponerse al sol.

– Asiste frecuentemente a camas solares.

– Descuida otras actividades para aumentar el tiempo de recibir radiación UV.

– Está muy pendiente del color de su piel (dependencia del bronceado).

– Puede tener algún tipo de trastorno psiquiátrico concomitante.

Tratamiento para la tanorexia

La tanorexia se considera un trastorno mental. Por este motivo estos pacientes necesitan la intervención profesional de un psicólogo o psiquiatra, además de un dermatólogo.

El primero ayudará a que el paciente reconozca que tiene un problema, motivándolo a corregirlo.

Mientras que, el dermatólogo se encargará de aliviar los problemas cutáneos que presente debido a la práctica nociva de broncearse demás.

Para suavizar su ansiedad se le puede sugerir el uso de lociones que pigmentan la piel por un tiempo determinado, sin necesidad de llevar sol.

Estas cremas poseen un aditivo de color denominado dihidroxiacetona que tiñen las células muertas, dando la apariencia de estar bronceado. Es una opción más inofensiva para los que sufren de tanorexia.

Artistas famosos que sufren de tanorexia

Como el tener una piel dorada por un buen bronceado ha sido catalogado como sinónimo de belleza y sensualidad, muchos personajes famosos en su afán de tener la imagen perfecta, han caído sin darse cuenta en la tanorexia.

Que los famosos tengan este comportamiento es una influencia negativa para los jóvenes fans, ya que estos querrán imitar estas prácticas, por ello la tanorexia ha ido en incremento.

Referencias

  1. Azúa Blanco M, Muro C.  (2014).
  2. Baztarrica R, Beato L, Blanco A, Calvo R, Casas J, Faus G, Faya M, et al. (2011)
  3. Ashrafioun L, Bonar EE. (2014).
  4. Hautarzt. (2017)

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