Índice de este artículo
Dentro del orden Hymenoptera, compuesto por más de 150000 especies descritas, son variadas las familias en las cuales el ovipositor se ha modificado como una estructura tipo aguijón, con el cual son capaces de inocular veneno como un método de defensa. Entre las especies con estas características se encuentran representantes de diversas familias, dentro de las cuales destacan las de la familia Vespidae, conocidas comúnmente como avispas y avispones. La picadura de avispa es uno de los accidentes ponzoñosos con insectos más comunes en todo el mundo.
Generalmente se conocen como avispas a las especies de la familia Vespidae, las cuales se caracterizan por presentar un comportamiento más agresivo, en comparación con otros himenópteros como las abejas (Apidae) y algunas familias de avispas parasitoides. Además, estos animales se encuentran ampliamente distribuidos en todo el mundo y pueden clasificarse desde avispas solitarias a especies que conforman complejas agregaciones sociales.
Por regla general, las avispas con hábitos sociales suelen picar como su principal forma de defensa contra depredadores o posibles amenazas para la colonia. Por otro lado, muchas avispas con hábitos solitarios, por ejemplo algunas de las familias Mutillidae, Pompilidae y Bethylidae, emplean su picadura como una manera de inmovilizar presas, generalmente arácnidos u otros artrópodos, para emplearlas como fuente de alimento para sus crías que son parasitoides o para su propia alimentación. Sin embargo, la picadura de avispa con hábitos solitarios, también puede emplearse como defensa, causando una lesión dolorosa parecida a la infringida por especies de la familia Vespidae.
Características del aguijón y veneno de avispas
La picadura de avispa consiste en un emponzoñamiento a partir de un aguijón. Dicha estructura se compone de varias lancetas y estiletes que se unen a lo largo de un extenso tracto y quedan libres en la porción distal. Cada lanceta se compone de barbas o púas que varían en número y tamaño según la especie. Las avispas que, al igual que las abejas, presentan autotomía del aguijón, tienen un mayor número de barbas en dicha estructura.
Esto significa, que una vez que insertan el aguijón, este se desprende de sus cuerpos, aunque el grado y nivel de ruptura del aguijón es diferente en las abejas y las avispas, ya que estas últimas presentan una musculatura más compleja entre el abdomen y las estructuras del ovipositor. Sin embargo, la frecuencia de autotomía en las especies de Vespidae es mucho menor que en otros himenópteros, lo que significa que estos insectos pueden generar más de una picadura sin perder su aguijón.
En cualquiera de los casos, el veneno inoculado en la picadura de avispa se caracteriza principalmente por estar compuesto de proteínas con un gran peso molecular, además de péptidos de pequeño tamaño como péptidos quimiotácticos y las cininas y mastoparanos que son exclusivos de las avispas, así como moléculas bioactivas entre las que se incluyen la histamina, acetilcolina, serotonina, entre otros.
La proporción y tipo de componentes varía en gran medida entre las especies y subfamilias de avispas, pero todos contienen compuestos altamente alergógenos y compuestos que actúan como vasodilatadores, por ejemplo algunas aminas y péptidos. Entre los alergógenos más importantes se encuentra el antígeno 5, serina-proteasas, hialuronidasas y fosfolipasas.
Consecuencias y síntomas de la picadura de avispa
La picadura de avispa presenta ciertas características similares, sobre todo en cuanto a las características del veneno, con muchas especies de abejas (Apidae) y hormigas (Formicidae). El veneno de estos himenópteros produce reacciones inflamatorias locales, ocasionadas principalmente por los péptidos de bajo peso molecular, mientras que las proteínas y compuestos activos provocan reacciones sistémicas, que pueden ser letales en algunos casos.
La picadura de avispa libera enzimas proteolíticas que degradan en mayor o menor grado, el tejido circundante de la lesión, mientras que los compuestos activos como las histaminas, producen una activación y dilatación de los vasos sanguíneos, lo que a su vez ocasiona un aumento del dolor, edema y aumento de la temperatura en el área afectada.
A parte de lo ya tratado, la picadura de avispa puede ocasionar una respuesta sistémica grave, si la persona afectada presenta alergia a alguno de los componentes del veneno, o si ha sido picada de forma masiva o múltiples veces. Entre los efectos sistémicos se encuentran la vaso-activación sistémica, urticaria, inflamación de tejidos mucosos, descenso brusco de la presión arterial, shock y en muchos casos, la muerte.
Alergia a la picadura de avispa
La alergia a la picadura de avispa se produce en personas que poseen anticuerpos que reaccionan contra las proteínas de alto peso molecular del veneno de estos insectos, es el caso de la fosfolipasa A, las hialuronidasas y el antígeno 5. Adicionalmente, los componentes activos como los mastoparanos, pueden también producir reacciones alérgicas, aunque en menor grado.
La alergia o reacciones hipersensibles pueden clasificarse en diversos grados, de acuerdo a los antígenos que median la reacción de la picadura de avispa. Las reacciones mediadas por inmunoglobulinas IgE producen reacciones como anafilaxia, dificultad respiratoria y urticaria. Por otro lado, si las reacciones son mediadas por IgG e IgM, los síntomas sistémicos suelen ser más complejos, incluyendo efectos sobre el sistema nervioso central, coagulación o eventos hemolíticos, fallas renales, fallas del miocardio, entre otras.
Generalmente estos efectos pueden ocurrir entre los primeros 10 a 30 minutos posteriores a la picadura. En las personas con algún grado de hipersensibilidad o alergia, una sola picadura de avispa podría ocasionarle la muerte por anafilaxis. Asimismo, los accidentes con múltiples picaduras bien de un solo espécimen o bien picaduras masivas de varias avispas ocasionan intoxicaciones por veneno, aunque la persona afectada no sea inicialmente alérgica, pudiendo tener reacciones complejas y peligrosas como la intoxicación y fallo de diversos órganos, insuficiencia renal y hepática, hemólisis, nefropatía, además de efectos citolíticos en el área afectada por las picaduras.
Tratamientos para la picadura de avispa
Lo más recomendable ante una picadura de avispa es asistir a un centro de salud, sobre todo si la persona no tiene conocimiento si podría ser alérgica o no. Generalmente, el tratamiento básico frente a estas picaduras consiste en antiinflamatorios que alivien el dolor y desinflamen el área afectada, además de proporcionar antihistamínicos que detengan las posibles reacciones sistémicas.
En los casos más complicados puede ser necesario aplicar medidas de soporte vital para estabilizar las respuestas sistémicas, además de aplicar epinefrina y tratamientos de inmunoterapia específicos, según el grado de hipersensibilidad y complicación de la persona afectada.
En determinadas especies de avispas que presentan un comportamiento social complejo se han registrado respuestas colectivas ante un posible peligro o amenaza que afecte a toda la colonia. Diversos estudios han demostrado que la picadura de avispa, además de secretar veneno, estimula la producción de feromonas en diversas glándulas que atraen a obreros desde el nido y genera un estado de alerta entre todos los miembros de la colonia. Esta respuesta colectiva generalmente termina en el ataque masivo de las avispas.
De esta manera, las respuestas a las feromonas secretadas durante la picadura de avispa pueden inducir una respuesta de alarma que involucra generalmente comportamientos agresivos, de manera que los obreros son atraídos al lugar de la picadura e intentan picar alrededor de la zona afectada como respuesta al estímulo químico y a señales visuales, lo cual significa que las feromonas liberadas no funcionan solamente para generar una agregación de individuos.
En contraste, otras avispas tienen una respuesta evasiva frente a los disturbios y posibles amenazas, de manera que la picadura de avispa de diversas especies pueden provocar que el resto de los individuos de la colonia se retraigan y permanezcan dentro del nido, es el caso de la especie Polybia emaciata. Por otro lado, la especie Parachartergus colobopterus prefiere evitar las picadas, de manera que al sentirse amenazada una colonia, los obreros despliegan un vuelo en abanico, doblan su gáster ventralmente hacia la región anterior del cuerpo y rocían el veneno desde el aire, formando una niebla atomizada que se dirige hacia las mucosas de los posibles depredadores o en la dirección desde donde proviene el disturbio.
Resumen de lo estudiado
Referencias
- Bazon, M. L., Silveira, L. H., Simioni, P. U., & Brochetto-Braga, M. R. (2018).
- Jeanne, R. L., & Keeping, M. G. (1995).
- Lin, Y. Y., Chiu, C. C., Chang, H. A., Kao, Y. H., Hsiao, P. J., & Chuu, C. P. (2020).
- Mulfinger, L., Yunginger, J., Styer, W., Guralnick, M., & Lintner, T. (1992).
- Sledge, M. F., Dani, F. R., Fortunato, A., Maschwitz, U., Clarke, S. R., Francescato, E., … & Turillazzi, S. (1999).
- Steiner, A. L. (1986).
Deja una respuesta