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El sistema respiratorio de los gatos está formado por una serie de órganos y vías encargados del transporte de oxígeno a las células y la correspondiente expulsión del dióxido de carbono. Sus principales partes son:
Pulmones
Es el lugar donde se produce el intercambio gaseoso, son dos, el pulmón derecho y el izquierdo. Está ubicados en la cavidad torácica. Su estructura es elástica y esponjosa. Están rodeados por la pleura y lo conforman una serie de lóbulos (pulmón derecho cuatro e izquierdo tres): craneal, lóbulo caudal, lóbulo accesorio (solo en el pulmón derecho) y medio. Su peso puede rondar el 1% del peso corporal del gato.
Cavidad nasal
En el sistema respiratorio de los gatos, la cavidad nasal está compuesta por dos orificios que facilita la entrada del aire, ambos orificios están separados por el tabique nasal. Se ubica en la parte delantera de la cavidad craneal.
En la mucosa nasal también se produce filtración del aire además actúa humedeciéndolo.
Faringe
La faringe se sitúa detrás del paladar y es un órgano musculoso que actúa a modo de conexión entre la cavidad nasal y la laringe, de esa manera puede dirigir el aire a su lugar correspondiente. También se asocia con el esófago, en este caso actúa para dirigir los alimentos al mismo.
Laringe
Su función principal es actuar a modo de válvula para regular la entrada de aire entre la faringe y la tráquea. En el sistema respiratorio de los gatos, la laringe es la encargada de producir vocalizaciones. En uno de sus pliegues se encuentran las cuerdas vocales. Se sitúa en la zona inter-maxilar.
Tráquea
La tráquea tiene forma tubular, es flexible, elástica y alargada gracias a la presencia de anillos cartilaginosos. Recorre el cuello siguiendo a la laringe, penetra en la cavidad torácica en donde se divide en dos bronquios, izquierdo y derecho. En lo gatos tiene una longitud aproximada de unos 8 cm.
Bronquios
Los bronquios son ramificaciones terminales de la tráquea que penetran en los pulmones, a su vez continúan ramificándose en lo que se denomina los bronquiolos, de esa manera puede producir intercambio gaseoso entre aire y sangre.
En el sistema respiratorio de los gatos, el pulmón derecho es más grande que el izquierdo, ya que el corazón está más proyectado hacia la parte izquierda.
Ventilación e intercambio gaseoso
La ventilación hace referencia a los propios movimientos del aire que se producen en el sistema respiratorio de los gatos, en sus dos fases: espiración e inspiración.
En el gato la ventilación cobra especial importancia en la medida de que no sudan, por lo que la ventilación facilita protegerse del calor corporal, precisamente al eliminarlo mediante vapor de agua, para ello, si se encuentran en situaciones de mucho calor respiran agitadamente (termoregulación).
Todo el conjunto de intercambio gaseoso es lo que se denomina hematosis, en líneas generales el oxigeno pasa del aire a la sangre y el dióxido de carbono es eliminado.
El aire entra por la cavidad nasal, aunque, al igual que otros mamíferos, los gatos también pueden respirar por la boca. Sigue su recorrido atravesando la faringe para llegar a la tráqueas y bronquios y proceder a sus distribución mediante los alvéolos pulmonares.
La entrada de aire en la faringe hace que el felino pueda emitir vocalizaciones mediante la vibración del mismo en las cuerdas vocales. Las fosas nasales también son relevantes dado su potencial desarrollo del olfato.
Sistema respiratorio de los gatos y mecanismo ventilatorio
El mecanismo ventilatorio o desplazamiento del aire se produce gracias a los músculos del sistema respiratorio de los gatos. Existen dos movimientos: inspiración y espiración. En el primer caso, la entrada de aire se produce mediante la contracción del diafragma, incrementándose el volumen de la caja torácica, con posterioridad le sigue la espiración en la que los pulmones permanecen en condición de reposo.
Se ha descrito que en gatos la frecuencia respiratoria media en reposo es de 20 a 40 respiraciones por minuto, aunque hay autores que la establecen entre 15/20 por minuto. La cantidad de aire inhalado en cada ciclo oscila en 30 ml. Si el animal realiza algún tipo de esfuerzo se incrementa el flujo respiratorio y la frecuencia respiratoria. Su organismo está adaptado para un aporte de oxígeno en tiempos realmente muy breves, lo que dota al sistema respiratorio de los gatos de una extraordinaria ventaja para casos en los que tengan que realizar movimientos sumamente rápidos.
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