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La distocia en la gata -y demás mamíferos vivíparos– agrupa las diferentes dificultades que pueden ocurrir durante un parto. Estas dificultades pueden a su vez producirse como consecuencia de irregularidades maternas o debido a alteraciones de origen fetal.
Veremos las principales causas de distocia en la gata y otras complicaciones comunes del parto.
Gestación y parto en la gata
La gestación corresponde al periodo de desarrollo embrionario y fetal. En la gata, este proceso tiene una duración aproximada de 64 días, con variaciones que van desde los 62 a los 71 días para completarse.
Existen diferentes métodos diagnósticos que se utilizan en la clínica de pequeños animales para confirmar la gestación, así como el tamaño de la camada. Entre los que pueden aplicarse en forma temprana se encuentra la ecografía y la palpación superficial manual o directa.
A partir del día 50 de gestación es posible recurrir a la radiografía para confirmar el número de cachorros y su tamaño con respecto al canal de parto. De la misma manera, el diagnóstico radiográfico permite evaluar la presencia de gas intrauterino o cualquier otra manifestación asociada a muerte perinatal.
Fases del parto
Existen ciertos cambios físicos y de comportamiento que pueden observarse en la gata momentos antes del parto. Entre ellos se encuentran: la aparición de abundante leche en las mamas, el descenso del abdomen, cambios en el apetito, la búsqueda por refugio en lugares aislados y oscuros, además de mostrarse más mimosa con sus dueños. Por otro lado, el signo clínico que evidencia la proximidad al parto es el descenso de la temperatura. Esto suele ocurrir veinticuatro horas antes del inicio de las contracciones uterinas y puede detectarse durante la evaluación clínica de la gata.
En el parto propiamente dicho pueden reconocerse dos etapas o estadios principales: la fase de contracciones uterinas con dilatación del canal de parto y la fase de expulsión de los fetos. Ambas se acompañan de cambios evidentes en cuanto a comportamiento y aspecto del animal. La expulsión completa de todos los gatitos suele ocurrir entre dos a seis horas -y hasta doce horas- luego del primero.
Un acontecimiento que forma parte importante del proceso del parto es la expulsión de los tejidos placentarios o membranas fetales. Esto suele ocurrir con la expulsión de cada gatito y es importante constatar que suceda para evitar complicaciones posteriores.
Qué es la distocia en la gata
Por definición, el término distocia hace referencia a un parto laborioso o difícil. Esta dificultad puede ocurrir por causas provenientes de la madre o de los fetos.
En términos generales, la distocia en la gata puede considerarse cuando: la gestación supera los 71 días, se producen cuatro horas de trabajo de parto sin nacimientos, el tiempo transcurrido entre cada nacimiento es mayor a dos horas, aparecen flujos anormales por la vagina.
Dependiendo del origen, podemos clasificar las causas de distocia en la gata en causas maternas -mecánicas o fisiológicas- y causas fetales. Veamos en detalle.
Causas maternas de distocia en la gata
Como hemos mencionado, dentro de las causas maternas de distocia en la gata se encuentran las de tipo mecánico y las fisiológicas.
Dentro de las primeras se reconoce la estrechez del canal de parto, también conocida como estrechez pelviana. Este trastorno puede ser de tipo congénito, o responder a causas adquiridas como fracturas de cadera que reparan con desplazamiento.
Entre las causas de distocia en la gata de origen materno fisiológico se destaca la inercia del útero, así como la torsión, inversión y estrechez de cuerno uterino.
La inercia es la ausencia de contracciones uterinas; es algo más habitual en gatas adultas -o muy obesas- y puede resolverse farmacológicamente.
La estrechez de cuerno uterino puede ser congénita o de causa adquirida; esto último debido a adherencias resultantes de patologías uterinas previas. La estrechez uterina impide el vaciado del útero y por lo tanto la expulsión normal de los fetos durante el parto.
La inversión y torsión ocurren con poca frecuencia. Ambas requieren resolución por medio de cirugía, y debe considerarse la cesárea para la extracción de los gatitos.
Causas fetales de distocia en la gata
Las causas fetales de distocia en la gata ocurren con mayor frecuencia. Se destacan entre ellas las malformaciones por aumento de tamaño de los gatitos, la hidrocefalia y el edema generalizado. Pueden estar afectados todos o solo algunos de los fetos.
Estas alteraciones fetales pueden advertirse durante el diagnóstico radiológico o ecográfico temprano, lo que permite a su vez planificar una cesárea para su resolución.
Complicaciones perinatales
Además de las causas de distocia en la gata, es importante resaltar aquellas complicaciones relacionadas con la expulsión de los tejidos fetales como la retención placentaria y la metritis.
Como su nombre lo dice, la retención placentaria ocurre cuando hay tejidos fetales -o incluso fetos- retenidos y que no logran expulsarse. Esta condición puede observarse en la gata por la presencia de fiebre, inapetencia, letargo y falta de interés en la camada recién nacida.
Una consecuencia habitual de la retención de tejidos es la inflamación aguda del útero (metritis) con o sin infección. Se puede evidenciar por la presencia de descargas vaginales hemorrágicas con olor desagradable. La resolución es principalmente mediante cirugía con administración simultánea de antibióticos.
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