Índice de este artículo
A medida que se incrementa la edad en las mascotas, como ocurre con el ser humano, conlleva un deterioro generalizado y una serie de cambios comportamentales y metabólicos. Un animal en cautividad puede vivir muchos más años gracias a los cuidados de los dueños, a las comodidades que le brindan y a los avances en la medicina veterinaria, en consecuencia la mascota puede llegar fácilmente a una edad avanzada, normalmente se consideran geriátricos a partir de los 7-8 años de vida, todo depende de la raza y de la especie en cuestión.
En efecto, la edad que puede alcanzar una mascota viene determinada en gran medida por su genética, algunas razas son más longevas que otras, por lo general los perros pequeños son más longevos que las razas grandes, los cruces son más longevos que las razas puras, principalmente por problemas de consanguinidad o por tener un sistema inmune más deprimido.
Otro factor que afecta al incremento de las expectativa de vida en animales domésticos son los factores ambientales a los que están sometidos. Los animales de “interior” tienen mayores expectativas de vida que los que se mantienen en el exterior, los castrados más que los enteros y los rurales más que los urbanos, si se tiene en cuenta los contagios de enfermedades por cercanía.
Por último, la alimentación también influye, las expectativas de vida son mayores si nuestras mascotas disponen de comida de buena calidad y además específicas para ciertas enfermedades, por ejemplo, dietas indicadas en casos de insuficiencia renal u obesidad.
En definitiva, un perro o gato viejo, con cuidados especiales y una alimentación equilibrada, tienen más posibilidades de aumentar sus expectativas de vida que los que deambulan en un entorno de exterior o semilibertad.
Signos de una mascota geriátrica o de edad avanzada
– Cuando la mascota envejece tras el paso de los años disminuye su actividad.
– Tendencia al sobrepeso.
– Cambios en el pelaje y la piel.
– Su masa muscular disminuye, también pueden presentar problemas en articulaciones.
– Los animales son más propensos a la deshidratación, beben menos.
– Abandonan su higiene.
– Problemas dentales, típico en perros y gatos viejos.
– Cambios comportamentales y disminución de su alerta mental.
Consejos para el cuidado de mascotas: perros y gatos viejos
En mascotas mayores o geriátricas, los chequeos veterinarios deben ser más continuos para diagnosticar las enfermedades propias de la edad y controlarlas a tiempo. Los cambios a tener en cuenta y que debemos hacer son:
– Cuando la mascota envejece es necesario administrarla una alimentación baja en grasas y sal, ricos en nutrientes.
– Los chequeos veterinarios deben ser periódicos y completos: analíticas, pruebas de imagen …
– Los ojos hay que mantenerlos controlados debido a que el cristalino tiende a volverse opaco (cataratas), el lagrimeo aumenta o determinadas lesiones que opacan el cristalino.
– Higiene: hay que ser mucho más exhaustivos en todas sus cavidades y mucosas, destacando la boca y la aparición (o empeoramiento) de la enfermedad periodontal.
– La piel se malogra y puede dar un olor desagradable, que se puede evitar si se detecta a tiempo.
– El comportamiento puede cambiar y puede aparecer senilidad. Muchas mascotas mayores se confunden, desubican o permanecen quietas en un mismo sitio y el dueño tiene que ayudarles a orientarse. Desarrollan conductas extrañas, por ejemplo, maullidos sin motivo en gatos, defecaciones fuera del lugar habitual. No es irreversible y pueden tratarse.
– Al igual que los humanos, muchos animales deben tomar medicaciones que prevengan o mejoren enfermedades crónicas propias de la edad, y del desgaste de estructuras y órganos.
– En animales viejos aumenta la probabilidad de cáncer y tumores.
Deja una respuesta