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El caballo es un mamífero perisodáctilo de la familia Equidae, la cual se caracteriza, entre otras cosas por tener un solo dedo funcional en las patas, el cual está provisto de una pezuña cornificada. Esta familia incluye también a las cebras y a los asnos.
La alimentación del caballo es herbívora, basada principalmente en pastos aunque puede consumir también granos. Su estómago es monogástrico, es decir de una sola cámara y de tamaño pequeño en comparación con el de los rumiantes, debe comer pequeñas raciones en cada oportunidad por lo cual debe alimentarse muchas veces a lo largo del día.
A lo largo de su historia evolutiva, el caballo se ha adaptado a pastorear y ramonear, actividad para la cual pasan hasta 16 horas al día cuando viven en libertad o semilibertad, pero cuando se hallan en establos, el suplemento de pasto fresco es limitado, por lo cual la alimentación del caballo en estas condiciones se basa generalmente en forraje seco que no aporta todos los elementos necesarios para una buena nutrición, por lo que debe suplementarse con alimento concentrado.
Necesidades nutricionales y alimentación del caballo en distintas etapas de su vida
Los requerimientos nutricionales del caballo van a variar a lo largo de su historia de vida. Su rendimiento está condicionado no solo por su edad sino también por diferentes factores, no solo genéticos, sino también de tipo sanitario, de manejo y nutricionales.
Alimentación del caballo en crecimiento (potro)
El caballo es un animal mamífero, lo cual quiere decir que la alimentación del caballo recién nacido dependerá del alimento suministrado por la madre en forma de leche. El calostro suministrará al potro los anticuerpos que requiere para protegerse de los patógenos hasta que madure su propio sistema inmune. Pero su sistema digestivo sólo será capaz de absorber estos anticuerpos durante las primeras 24 horas de vida, por lo cual es necesario que se amamante varias veces durante ese primer día.
A partir de las seis meses de vida debe iniciarse de forma gradual el destete del potro. Existen fórmulas de pienso de iniciación que suministran todas las proteínas y vitaminas requeridas para esta fase de desarrollo, y que preferentemente deben comenzar a incluirse en la alimentación del caballo en desarrollo a partir de los dos meses de edad, para que estén acostumbrados a este tipo de alimento para el momento del destete.
Con posterioridad, a medida que el potro avance en edad, debe cambiarse el pienso de iniciación por el pienso de continuación para potros.
Alimentación del caballo adulto
La alimentación del caballo adulto va a depender de la intensidad de actividad física que va realizar (tales como entrenamiento o participación en carreras), así como si se trata de una yegua gestando o amamantando, pues los requerimientos nutricionales son distintos.
Existen diversas fórmulas para calcular la cantidad y calidad del alimento para cada uno de estos casos, de manera de evitar sub o sobrealimentar al caballo, las cuales se basan generalmente en la edad y peso del ejemplar.
Sistema digestivo y alimentación del caballo
El sistema digestivo del caballo ha sido considerado como un intermediario evolutivo entre el estómago rumiante y no rumiante debido a que, si bien su estómago no es lo suficientemente grande, ni retiene el alimento el tiempo suficiente para la digestión microbiana, esta sucede en el intestino. Sin embargo, esta adaptación anatómica y fisiológica del tracto digestivo puede facilitar la aparición de trastornos digestivos de cierta gravedad cuando la alimentación del caballo no es la adecuada. El sistema digestivo del caballo sigue el plan básico del de otros mamíferos, con algunas modificaciones a señalar.
Boca
Está provista de una dentición completa que permite la masticación del alimento para disgregarlo antes de su ingreso al tracto digestivo. Los dientes ayudan también, y de distintas formas, en la aprehensión del alimento; si se trata de hierbas, por ejemplo, los incisivos trituran las porciones cogidas con los labios y movimientos oscilatorios de la cabeza ayudan a arrancarlas.
La boca también contiene tres pares de glándulas salivales, de las cuales la parótida es de mayor tamaño que la maxilar y la lingual. La saliva ayuda a humedecer el alimento y contiene enzimas amilasas para iniciar la digestión del almidón.
Faringe
Tiene cierta forma de embudo y su longitud promedio en el caballo es de cerca de 15 centímetros, esta sirve de paso del alimento hacia el esófago.
Esófago
El esófago del caballo es una estructura tubular, de longitud similar a la de la faringe y con paredes musculosas y membranosas, además está provisto de un esfínter musculoso muy fuerte que por su constitución permite que el caballo pueda comer y trotar, pero impide que pueda vomitar. Debido a ello la alimentación del caballo debe ser la adecuada para evitar que ocurra la ruptura de esta estructura en caso de distensión estomacal.
Estómago
Es una dilatación en forma de U de tamaño relativamente pequeño, por lo cual no entra en contacto con la pared abdominal y no puede ocurrir la prensa abdominal, este es otro factor que ayuda a impedir que el caballo pueda vomitar.
En el estómago del caballo se distinguen dos porciones, una superior que está revestida por tejido epitelial mucoso no glandular, de color rosado, y la inferior que posee un epitelio rojizo y glandular, responsable de secretar ácido clorhídrico y pepsina. Ambas porciones están separadas por una demarcación conocida como margo plicatus.
El tránsito del alimento por el estómago tiene una duración promedio de entre dos y cuatro horas. Cuando el estómago no está suficientemente lleno, los ácidos gástricos pueden alcanzar las paredes de la porción no glandular del estómago causando úlceras. Para prevenir esto, la alimentación del caballo debe ser adecuada, manteniendo el estómago lleno de forraje y evitar largos períodos de ayuno.
Intestino delgado
Está dividido en tres partes, duodeno, yeyuno e íleon, estas dos últimas poco diferenciables entre sí. Esta porción del tubo digestivo tiene una capacidad de hasta cuatro veces mayor a la del estómago y una longitud ligeramente superior a los 20 metros. El intestino delgado recibe las secreciones del hígado y el páncreas que ayudan a la digestión de los alimentos.
En esta parte del tubo digestivo se continúa la digestión de proteínas y carbohidratos, se inicia la digestión de grasas y es donde ocurre la mayor absorción de nutrientes. Los componentes más fibrosos de la alimentación del caballo, tales como paredes de las células de tallos y hojas, no son digeridos y continúan su tránsito hacia el ciego o caecum.
Intestino grueso
Está conformado por el ciego, el colon mayor, el menor y el recto. Su longitud total es menos de la mitad de la del intestino delgado. El ciego es un gran saco en forma de coma. Su función es mantener la digesta el tiempo suficiente, para que sobre las fibras y carbohidratos, aún no digeridos, actúen millones de bacterias y protozoos, fermentándolos, lo cual produce ácidos grasos volátiles que son usados como fuente de energía.
El colon mayor se comunica con el ciego y el colon menor y en él continúa la fermentación de la materia fibrosa. En él también ocurre la absorción de los productos de la fermentación y del agua presente en la digesta. El colon mayor se continúa con el colon menor, el cual mide aproximadamente 3,5 cm, su principal función es absorber agua de la digesta y compactar el material fecal.
Recto
Es la porción terminal de tubo digestivo y su función es almacenar y egestar el material no digerido. Está separado del exterior por el esfínter anal.
Glándulas accesorias
El páncreas y el hígado son las glándulas accesorias del sistema digestivo y secretan enzimas y otras sustancias que coadyuvan en la digestión durante la alimentación del caballo.
Referencias
– A., Burk (nd). Teaching Basic Equine Nutrition, Part II: Equine Digestive Anatomy and Physiology. -Maryland Cooperative Extension. Fact Sheet 847b.
– L.D., Marchette (1999). Equine nutrition: needs and feeds. Thesis of Bachelor of General Studies. Texas Tech University.
– R.D., Frandson (1976). Anatomía y fisiología de los animales domésticos. Interamericana.
– S., Oke (2010). The horse digestive system. Tomado de Thehorse.com.
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