Ébola, enfermedad infectocontagiosa muy temible

Laboratorio ébola

El ébola es una enfermedad infecciosa cuyo agente causal es un virus que lleva el mismo nombre (virus del ébola).

En la actualidad es una de las enfermedades infectocontagiosa más temibles del mundo, debido a su alta patogenicidad y virulencia. Por ello se cataloga como un patógeno que requiere un nivel de bioseguridad tipo IV.

Este virus provoca un cuadro clínico grave, con una alta tasa de mortalidad, que en promedio fue de 70% y que se ha logrado reducir a 35%.

Historia

La enfermedad apareció en el continente africano en 1976, viéndose afectadas dos regiones casi de forma simultánea. Una al sur de Sudán (Nzara) y otra en la República Democrática del Congo (norte del Zaire).

En el primer y segundo brote fueron afectadas 318 y 284 personas respectivamente. Estos sufrieron un extraño cuadro clínico de fiebre hemorrágica, que causó la muerte en el 53 y 88% de los afectados en dichos brotes.

El nombre del virus fue colocado por el río que se encuentra en las cercanías de donde ocurrió el segundo brote (río ébola).

Luego en los años 2000-2001 volvió haber otro brote que afectó a diversos distritos de Uganda (Masindi, Mbarara y Gulu) donde se vieron infectadas 425 personas, muriendo el 53% de los enfermos.  

En los años 2014-2016 se registró un brote de mayor magnitud, afectando zonas de Guinea, Nigeria, Liberia septentrional y Sierra Leona, entre otros.

El virus fue exportado hacia América (Estados Unidos) y Europa (España), siendo controlado.

Estructura del virus

El virus está conformado por un material genético de ARN en un solo bloque, es decir, no segmentado, lineal, de una sola cadena en sentido negativo.

Posee una nucleocápside de tipo helicoidal y una envoltura membranosa lipídica que presenta espículas de glucoproteínas en su superficie.

Este virus pertenece a la Familia Filoviridae junto al virus Marburg y Lloviu. Es un virus con estructura filamentosa que adopta formas pleomórficas. Tiene un diámetro de 80 nm y una longitud variable desde 970 nm hasta 14.000 nm que se puede enrollar.

Actualmente se conocen 5 cepas capaces de infectar al humano que son: Ébolavirus-Zaire (cepa con mayor mortalidad); Ébolavirus-Sudán, Ébolavirus-Costa de Marfil, Ébolavirus-Bundibugyo y Ébolavirus Taï Forest.

Y una cepa de virus Ébolavirus-Reston que afecta más que todo a cerdos, pero que hasta ahora solo ha causado infección asintomática en humanos.

Patogenia

El virus infecta a una serie de células donde se replica, liberándose luego por gemación. Las células infectadas son algunas del sistema inmunitario como los macrófagos, monocitos y células dendríticas, pero también infecta a las células del endotelio, y a los hepatocitos en el hígado.

Como los macrófagos se encuentran diseminados en muchos tejidos y los monocitos son células que circulan en sangre, la infección llega a muchos órganos, provocando la muerte (necrosis) de los tejidos alcanzados, entre ellos riñones, hígado, ganglios linfáticos, bazo, pulmón y gónadas (ovarios o testículos).

El organismo en defensa del virus agresor se activa en la producción de citoquinas como interferón alfa (TNFα), interleukina 6 (IL-6), interleukina 8 (IL-8), provocando aumento de la temperatura e inflamación. Posteriormente, se instala un cuadro de coagulación intravascular diseminada, shock y generalmente termina en la muerte.

Algunos autores hablan que el virus posee una glicoproteína soluble, además de la estructural que desestabiliza al sistema inmunológico.

Vía de transmisión del virus ébola

El virus ébola es una zoonosis (más información sobre este término) altamente contagiosa, pues se sabe que el virus mantiene un ciclo de infección en animales. Se cree que el murciélago es el reservorio y este infecte a primates, cerdos, entre otros animales salvajes.

Se transmite de animal a persona por contacto directo con la carne y fluidos de los animales infectados.

También de persona a persona por el contacto directo con lesiones cutáneas o mucosas, o a través de sus fluidos biológicos (sangre, orina, saliva, heces, vómito, semen, entre otros) e indirectamente a través de fómites contaminados.

Además, el virus es capaz de sobrevivir 10 días aproximadamente en el ambiente y en organismos muertos.

Por su alta transmisibilidad y gravedad se requiere que el personal de salud tome medidas extremas de protección para atender a los enfermos.

Manifestaciones clínicas

Desde que la persona tiene contacto con el animal salvaje o persona infectada hasta la aparición de los síntomas, pueden pasar entre 9 a 11 días aproximadamente. A este tiempo se le conoce como período de incubación.

La enfermedad se puede dividir en 3 fases o estadios.

Fase I del ébola

Los síntomas iniciales son leves, caracterizados por malestar general, dolor de cabeza, fiebre entre 39 a 40°C, dolores musculares, cansancio y escalofríos. Este período puede ser tan corto como de 2 días o tan largo como 21 días.

Fase II del ébola

Su duración es de aproximadamente entre 7 y 10 días. En esta fase los signos y síntomas se agravan, pues ya la infección es sistémica, apareciendo trastornos múltiples. Entre ellos se pueden mencionar:

– Molestias gastrointestinales, tales como: náuseas, dolor en la zona abdominal, vómitos profusos y diarrea líquida abundante, que deshidratan rápidamente al paciente.

– A nivel respiratorio el paciente se queja de dolor en el pecho, tos seca y dolor al tragar (odinofagia).

– Existe alteración del sistema de la coagulación y por lo tanto el paciente experimenta hemorragias que se manifiestan en todo el cuerpo: rompimiento de vasos sanguíneos a nivel de la piel (petequias), rompimiento de vasos en la conjuntiva ocular (ojos rojos), sangrado nasal (epistaxis), vómitos con sangre (hematemesis), defecación con sangre (melena), orina con sangre (hematuria).

– A nivel del sistema nervioso central existen cambios en el comportamiento. El paciente se vuelve agresivo, delirante y confuso. Es posible la meningoencefalitis.

– También experimenta hormigueo en la piel (parestesia), contracción y distensión involuntaria a repetición (convulsiones) y aumento de la percepción al tacto (hiperestesia).

– El 50% de los enfermos por ébola desarrollarán a nivel de piel un exantema maculopapular similar al del sarampión, que luego se escama. Aparece en la zona glútea, extremidades, rostro y posteriormente en todo el cuerpo.

– En caso de que la paciente sea mujer y esté embarazada la infección por ébola puede provocar el aborto.

– Algunos pacientes terminan con un fracaso renal agudo (FRA), además de otras disfuncionalidades orgánicas.

Fase III del ébola

Es la última etapa de la enfermedad. Aquí solo pueden ocurrir dos cosas, la recuperación total del paciente con un período largo de convalecencia o la muerte en 2 o 3 días.

La aparición de ciertos síntomas en el paciente puede indicar que el desenlace será fatal. Por ejemplo, en aquellos pacientes en el que hay un aumento de la velocidad de la respiración (taquipnea), hipo y dificultad para orinar (anuria) tienen una alta probabilidad de morir.

Por otra parte, mientras más temprano empiecen los síntomas graves (fase II), menos posibilidades tiene el paciente de sobrevivir, ocurriendo la muerte entre el día 6 al día 16 de infección por falla multiorgánica y shock séptico o hipovolémico.

Lamentable en algunos países la muerte pueda sobrevenir a causa de la deshidratación severa y no porque el paciente haya entrado a la etapa crítica de la enfermedad como tal.

Si el paciente logra sobrepasar los 2 o 3 días en la etapa III, es posible que sobreviva, pero su convalecencia es larga y traumática, ya que presentará postración, inapetencia, debilidad, pérdida de peso, intensos dolores en las articulaciones (artralgias). Esta situación puede durar un mes o más.

Como secuelas de la enfermedad el paciente queda con trastornos del comportamiento, visión borrosa, fotofobia, inflamación testicular (orquitis), mielitis, inflamación del hígado (hepatitis), entre otros trastornos.

Sin embargo, esto no se cumple en todos los pacientes, pues algunos sobrevivientes solo experimentan la primera fase de la enfermedad y luego se recuperan hacia el sexto día aproximadamente.

Diagnóstico

A nivel de laboratorio se alteran las siguientes pruebas:

El contaje de plaquetas y de leucocitos es bajo, los tiempos de PT y PTT se alargan, el fibrinógeno aumenta, las transaminasas se elevan y la albúmina sérica disminuye.

El diagnóstico definitivo se da por la detección de anticuerpos o de antígenos (prueba de ELISA), pruebas de neutralización, reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (RT-PCR) y aislamiento viral a través de cultivo celular.

Tratamiento

No hay un tratamiento específico, solo de soporte a los síntomas que se vayan presentando.

La hidratación endovenosa es crucial. Se están estudiando alternativas como el uso de anticuerpos monoclonales. Por ejemplo el suero Zmapp fue probado y parece haber sido exitoso.

Por otra parte, algunos antivirales como el Favipiravir, entre otros fármacos, como el Clomifeno y el Toremifeno parecen tener algún efecto.

Prevención

– Establecer un control y aislamiento de las infecciones existentes en Centros de Salud capacitados.

– Educar a la población, especialmente donde la enfermedad es endémica, en relación a los peligros al que se exponen al ejecutar ciertas las prácticas culturales o religiosos, tal como los ritos funerales para evitar el contagio a través de los fluidos corporales de cadáveres contaminados.

– También educar sobre la enfermedad, modos de transmisión, sintomatología, etc, ayuda a bajar la incidencia.

– No manipular carne que provenga de animales silvestres, ya que esta es la primera fuente de contaminación donde el virus pasa del animal al humano.

– En zonas endémicas hay que evitar el saludo de mano y mantener una distancia prudencial de 1 metro entre una persona y otra.

– Mantener el lavado de manos, esterilización de instrumentos cortopunzantes, uso de protección personal (EPP) y desinfección de áreas y objetos contaminados.

– Las zonas geográficas que han sufrido la enfermedad deben mantenerse en una constante vigilancia epidemiológica, aun después que se corte la cadena de contagios.

– En la actualidad ya se tienen avances importantes en el logro de vacunas en contra del virus ébola. Estas vacunas han sido llamadas por sus fabricantes como Ervebo (Merk) y Zabdeno’ y ‘Mvabea’ (Johnson & Johnson).

– Están diseñadas con glicoproteínas de dos tipos de virus el Ébola de Zaire y Ébola de Sudán, sin peligro de infección post vacunación, ya que no posee ARN y por tanto no se puede multiplicar.

Referencias

  1. Kolbach M, Carrasco-Zuber J, Vial-Letelier V. (2015).
  1. Henao D. (2015).
  1. Leiva-Suero L, Marcelo J, Villacís-Valencia S, Escalona-Rabaza M, Quishpe-Jara G • Hernández-Navarro H, et al. (2018).
  1. Ponce L, Rubí P, Erazo K, Martínez R. (2016).

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *