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Los gatos son animales carnívoros pertenecientes a la familia Felidae. Las características dentarias de esta familia, que incluyen a los tigres, leones, leopardos y gatos es muy similar entre sí. Por esta razón, los dientes de los gatos tienen rasgos en común con otras especies de felinos.
Al igual que la mayoría de los mamíferos, los gatos son animales difiodontos. Esto quiere decir que cuentan con dos juegos de dientes a lo largo de su vida. Cuando son muy jóvenes poseen un primer juego de dientes que se pierden en algún momento del desarrollo, siendo sustituidos por dientes permanentes. El primer juego de dientes es conocido como dentadura decidua o, coloquialmente, como los “dientes de leche”.
La segunda dentición es permanente y va sustituyendo a la primera de manera progresiva y gradual. Los dientes de los gatos son además heterodontos, lo que indica que su dentadura se encuentra conformada por varias piezas que poseen distinta forma y función. Así podemos encontrar dientes incisivos, caninos, molares y premolares.
Fórmula dentaria de los gatos
Los dientes de los gatos se encuentran ausentes cuando estos nacen. Estos emergen unas semanas después del nacimiento, ya que inicialmente solo se amamantan de la madre y no pueden consumir alimentos sólidos. Generalmente el primer juego de dientes de los gatos, los dientes de leche, se caracterizan por ser dientes de pequeño tamaño y con terminaciones muy puntiagudas y filosas.
Los gatos juveniles poseen menos dientes que los gatos adultos, siendo en total de 26 dientes, ya que los molares se encuentran ausentes. Los gatos adquieren por completo su primera dentición, entre los dos y los tres meses de edad, cuando ya son capaces de comer sólidos Los dientes de leche comienzan a perderse entre los tres y los seis meses de edad de manera diferencial.
Primero son sustituidos los incisivos y caninos entre los tres y cinco meses de edad, siendo los premolares los últimos que son cambiados por la dentadura permanente. Cuando los cachorros están mudando sus dientes, es posible identificar varias señales que indican que están atravesando el proceso de muda. Esto incluye babeo excesivo, la necesidad de morder objetos e incluso pérdida del apetito.
Fórmula definitiva en adultos
Por otro lado, los dientes de los gatos se componen de 30 piezas bien desarrolladas, con cuatro molares que no están presentes en los juveniles. En total, los gatos presentan seis incisivos en la mandíbula superior o maxilar, con tres en cada lado.
Estos dientes de los gatos son pequeños y están dispuestos en una fila casi recta. Consecutivos a estos, siguen dos enormes dientes caninos, ubicados uno a cada lado de los premolares. Entre los incisivos y el canino se registra un pequeño diastema o espacio. También tienen seis premolares en el maxilar, tres de cada lado, por detrás de los caninos. Finalmente tienen dos molares, uno de cada lado.
En la mandíbula inferior también existen seis dientes incisivos, dos caninos bien desarrollados, pero más pequeños que los de la mandíbula superior. Poseen cuatro premolares dos de cada lado de la mandíbula y dos molares que solo están presentes en los gatos adultos y son los más profundos en la cavidad bucal. La dentición permanente de un gato, generalmente se completa luego de los seis meses de edad. No obstante, esto depende en gran medida del estado de salud del gato y de que no incida alguna patología bucal. Por otro lado, en las razas de mayor tamaño, la adquisición de la dentadura completa puede extenderse por un par de meses más.
Anatomía de los dientes del gato
Los dientes de los gatos son braquidontos, lo que indica que tienen una corona y raíz anatómicamente bien diferenciadas. Estas estructuras se encuentran separadas por una constricción en forma de cuello. Los dientes de los gatos constan de los mismos componentes que poseen los dientes de otros mamíferos.
Es por ello que también tienen los mismos tejidos duros que la mayoría de los mamíferos, que son el esmalte, dentina y cemento. El esmalte de los dientes del gato es ligeramente más delgado que el presente en los dientes humanos, siendo de alrededor de 0,2 mm y recubre toda la corona del diente. Los distintos tipos de dientes de los gatos cuentan con ciertos aspectos, descritos a continuación:
Dientes incisivos: Entre los dientes de los gatos, los incisivos son los de menor tamaño. Estos se caracterizan por ser estrechos y cortos. Los dientes ubicados más a los laterales son de mayor tamaño que los centrales. Su función principal es la de rasgar el alimento. Los incisivos presentan una sola raíz y las coronas tienen forma de cincel, a excepción del lateral superior. Su borde corte tiene tres cúspides.
Caninos: Los caninos o colmillos son muy afilados y son empleados para desgarrar el alimento. En la mandíbula superior existe un espacio entre los incisivos y caninos. Los de la mandíbula inferior son ligeramente más pequeños y carecen de diastema entre los incisivos. Los caninos superiores son puntiagudos y la raíz es más grande que la corona. El cuello no se encuentra bien definido y la corona se curvea ligeramente en sentido palatino-distal.
Premolares: Estos dientes de los gatos también tienen la tarea de desgarrar o fragmentar el alimento, para ser consumido. Entre los premolares, el segundo es el más pequeño y cuenta con una sola raíz, mientras que los premolares 1 y 3 tienen dos raíces, una proximal y una distal.
Molares: Estos solo están presentes en la adultez de los gatos. Les permite masticar el alimento más duro, como las grajeas de alimento seco o procesado. Estos dientes de los gatos son pequeños, pero cuentan con dos raíces. A menudo se considera como un diente rudimentario.
Función de los dientes
Los dientes incisivos en la mayoría de los felinos, tiene la función de arrancar las partes no deseadas de las presas. En el caso de los grandes felinos son empleados para retirar el pelo de la piel de la presa. De la misma forma, los gatos emplean estos dientes para retirar el pelo de pequeños animales como los roedores, las plumas de las aves e incluso las patas y las alas de algunos insectos que logran atrapar.
También tienen ciertas funciones en desgarrar y raspar la carne. De igual forma, estos dientes presentan funciones en el acicalamiento del gato. Estos animales tienden a usar dichos dientes para eliminar ectoparásitos, y posiblemente ayuden también a eliminar nudos en el pelo.
Los dientes caninos son una de las principales armas de estos pequeños depredadores. Básicamente, es su herramienta letal, para propinar heridas a las presas que eventualmente cazan, Su estructura curva, bordes afilados y forma cónica permiten que penetren en las presas de manera fácil. También tienen la capacidad de desgarrar tejido.
Los premolares y lo dientes molares son empleados para cortar la carne y separarla de los huesos. A menudo también tienen la capacidad de triturar los huesos más frágiles. Por esta razón, también se les denomina muelas carniceras. En general, los gatos no realizan una masticación de los alimentos, sino que más bien los cortan en piezas del tamaño adecuado para ser tragados.
Problemas en los dientes de los gatos
En los gatos sanos no es frecuente la aparición de problemas dentarios. Sin embargo, es esencial garantizar la limpieza y mantenimiento de estos, ya que no es común que los dueños de gatos le presenten atención a su salud bucal.
La incidencia de enfermedades en las encías, como la gingivitis y la acumulación de sarro, son uno de los principales problemas que pueden afectar a los dientes de los gatos. Si estas enfermedades no son tratadas a tiempo por un veterinario, pueden originar la caída de los dientes, porque dejan de estar firmemente adheridos a la mandíbula.
Por otro lado, es común la aparición de lesiones odontoclásticas reabsortivas, que consisten en la destrucción de los tejidos dentales calcificados del diente, incluyendo el esmalte y la dentina. Esta enfermedad es similar a la caries, sin embargo, su aparición está más relacionada con la presencia de enfermedades del sistema inmune y la calidad de la alimentación que influye sobre los niveles de calcio, fósforo, magnesio y algunas vitaminas.
Asimismo, estos animales suelen ser muy territoriales (especialmente los machos), por lo cual es probable que alguna de las piezas dentales se rompa en una pelea. Si las lesiones ocasionadas no son atendidas, pueden derivar en infecciones. En general, los veterinarios recomiendan cepillar los dientes del gato al menos una vez por semana.
Esta tarea suele ser complicada ya que los gatos son animales esquivos. Debido a esto resulta necesario acostumbrar a nuestras mascotas desde muy pequeñas a este proceso, para facilitar el mantenimiento de su dentadura y evitar problemas futuros que requieran la intervención de un médico especializado.
Bibliografía
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