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Las mariposas representan uno de los órdenes de insectos más numerosos y diversos del planeta. Se incluyen dentro del orden Lepidoptera, el cual contiene aproximadamente 170. 000 especies. Al existir tantas especies, el comportamiento de las mariposas suele ser difícil de describir.
Inicialmente, podemos señalar que las mariposas pueden dividirse en dos grandes grupos de acuerdo a su horario de actividad. Cerca de 30.000 especies tienen su actividad durante el día, siendo este grupo conocido como mariposas diurnas. El resto de las especies tienen un horario de actividad nocturno y se las conoce como mariposas nocturnas.
Las mariposas son insectos holometábolos, lo que quiere decir que sufren una metamorfosis completa y atraviesan por la fase de huevos varios estadios larvales, la crisálida y finalmente el adulto reproductor. La mayoría de las especies son voladoras, forma en la que se desplazan bien sea para llegar a sus fuentes de alimento o para encontrar una pareja para reproducirse.
Algunas especies muy conocidas como las mariposas monarca tienen la capacidad de realizar grandes migraciones geográficas, que involucra el nacimiento de varias generaciones mientras se trasladan de un lugar a otro. En general, son muy importantes en el proceso de polinización pues el comportamiento de las mariposas es principalmente nectarívoro y polinívoro.
En cuanto a la selección de hábitats, las mariposas prácticamente se encuentran en todas las regiones del mundo, sin embargo, muchas están adaptadas al uso de determinados hábitats, siendo especialmente diversas en los bosques tropicales.
Comportamiento de las mariposas en la reproducción
Cortejo
La mayoría de las mariposas previo al acto reproductivo, tienen actos de cortejo muy elaborados que son característicos del comportamiento de las mariposas. Los machos pueden a traer a las hembras de varias formas, bien sea empleando señales visuales a través de bailes, vuelo y exhibición de la coloración de sus alas, o a través de la utilización de feromonas sexuales que el macho emplea para atraer a las hembras.
Por otro lado, algunas mariposas pueden hacer usos de sonidos audibles cuyos fines pueden ser reproductivos. Este es el caso de las mariposas diurnas del género Hamadryas, también conocidas como mariposas tronadoras o mariposas maraqueras. El sonido producido por estas mariposas es utilizado tanto con fines reproductivos como con fines territoriales, ya que los machos defienden su territorio y anuncian su presencia emitiendo chasquidos mediante órganos especiales en sus alas. Muchos de los lugares de encuentro para la reproducción se encuentran cerca de fuentes de alimento, sin embargo, muchas mariposas de bosques densos se especializan en el uso de feromonas y señales visuales para atraer a sus parejas.
En mariposas como las monarcas, el cortejo del macho es tan complejo que incluye una fase de cortejo aérea y una fase de cortejo en tierra. El cortejo de la mariposa monarca macho incluye empujones y derribo de la hembra en vuelo, palpaciones antenales y pequeños bailes en tierra. Tras la cópula es frecuente que ocurra un vuelo postnupcial.
Oviposición
Con posterioridad a la fertilización de los huevos, las hembras buscan un lugar apropiado para poner sus huevos. El comportamiento de las mariposas hembra en la oviposición es muy variable según la especie. Algunas hembras ubican los huevos cerca de una planta hospedera en específico, de la cual se alimentan las larvas por largo tiempo hasta completar su desarrollo. Una hembra de mariposa puede colocar sus huevos de una sola vez o en grupos en distintos sitios para garantizar la supervivencia de las larvas, las cuales tienen grandes índices de mortalidad.
Uso de feromonas
Dentro del comportamiento de las mariposas de muchas especies, se observa frecuentemente el uso de feromonas para atraer a las parejas en la temporada de reproducción. Este comportamiento es especialmente frecuente en las mariposas nocturnas hembra, las cuales pueden emitir feromonas por cierto periodo de tiempo y asumen una posición de espera de los machos, abriendo sus alas y exponiendo sus glándulas emisoras de feromonas.
Las moléculas de feromonas son detectadas por órganos especiales en las antenas del macho, quien se encarga de buscar y encontrar a las hembras para iniciar el cortejo de apareamiento. Cuando el macho entra en contacto con la hembra, también libera algunas feromonas que actúan a corta distancia y que van a acompañadas de señales visuales y táctiles. Muchas de las feromonas usadas por el macho son sintetizadas a partir de sustancias como alcaloides y compuestos aromáticos que recolectan de algunas plantas.
La utilización de feromonas en las mariposas está muy extendida dentro del grupo. De hecho, en algunas especies, los machos segregan feromonas para confundir a machos competidores y ser más éxitos reproductivamente.
Comportamiento alimenticio
Muchas mariposas en su etapa adulta no se alimentan y solo viven el tiempo suficiente para reproducirse. No obstante, existen una gran variedad de recursos que pueden ser consumidos por estos insectos diversos. En general, las mariposas cuentan con un aparato bucal conocido como espiritrompa; un aparato bucal modificado para lamer y succionar alimentos líquidos de distinta naturaleza, y que condiciona el comportamiento de las mariposas en la selección de recursos.
El comportamiento de las mariposas en la selección de alimento es muy variado. Gran parte de las larvas de mariposas son netamente herbívoras, aunque en algunos casos muy especiales las larvas son depredadoras muy efectivas de otros insectos.
En los adultos, la mayoría de las mariposas diurnas y nocturnas, tienden a consumir líquidos con un alto contenido de azúcares, siendo los alimentos preferidos el néctar de las flores y el jugo fermentado de frutos en estado de descomposición. Muchas mariposas se sienten atraídas hacia charcos de lodo con alto contenido de sales minerales, los cuales utilizan para desintoxicarse de los alcaloides presentes en alguna de las plantas de las cuales obtienen alimento, y adquirir otros nutrientes necesarios para el mantenimiento de un vuelo rápido y sostenido. También es común observar mariposas que se sienten atraídas hacia cuerpos en descomposición, orina y heces fecales de donde extraen nutrientes esenciales como el nitrógeno.
Protección frente a depredadores
Las mariposas cuentan con varias estrategias para evitar ser depredadas por otros organismos. Muchas mariposas diurnas poseen un vuelo muy rápido y errático para evitar ser devoradas por las aves insectívoras. Otras acumulan sustancias tóxicas que terminan siendo desagradables para las aves y otros depredadores que se atreven a probarlas, lo cual constituye una estrategia muy efectiva dentro del comportamiento de las mariposas.
Las mariposas tóxicas a menudo cuentan con colores de advertencia que indican que no son palatables. Incluso, varias mariposas no tóxicas imitan la coloración de mariposas que sí lo son, para evadir a depredadores como las aves, las cuales no consumen estas especies, pues aprenden a evitarlas debido a su mal sabor.
El mimetismo también forma parte del comportamiento de las mariposas. Este es empleado para evitar ser localizadas mientras están en reposo. Diversas mariposas poseen una coloración críptica con los ambientes que ocupan. Por ejemplo, tienen una coloración similar a la corteza de los árboles u la hojarasca, y también pueden posarse directamente en la vegetación verde cuando las mariposas son de este color. En muchos casos, la coloración va acompañada de ligeras modificaciones en la forma de las alas que se asemejan mucho a hojas secas, o presentan bordes irregulares que dificultan aún más ubicarlas cuando están en reposo.
Adicionalmente, muchas mariposas nocturnas cuentan con órganos especiales para detectar depredadores voladores como los murciélagos. Estos órganos detectores de sonido pueden ubicarse en las patas, en la base de las alas o en la región abdominal. Una vez detectan sonidos relacionados con la ecolocalización de los murciélagos, las mariposas en vuelo pueden detectar el acercamiento de uno de estos depredadores y adoptar estrategias para evadirlos efectivamente. En muchos casos las polillas detienen sus vuelos en el aire para dejarse caer y evitar ser capturadas por los murciélagos.
Migración en las mariposas
Algunas mariposas son reconocidas por realizar grandes migraciones para hibernar en regiones más cálidas. El caso más ampliamente estudiado es el de la mariposa monarca Danaus plexippus plexippus, la cual efectúamigraciones de norte a sur en Norteamérica, para evitar la estación invernal.
La generación invernal de esta especie comienza su viaje entre los meses de agosto y octubre hacia el sur, siendo poco conocidos los mecanismos que año tras año las guían a los mismos sitios de hibernación. Descubrimientos recientes indican que las mariposas monarcas se guían a través de la luz solar y la luz polarizada, procesando estas señales a través de sus ojos y un complejo central ubicado en el cerebro y, además, poseen una brújula magnética, dos citocromos que tienen la capacidad de magneto-recepción dependiente de la luz. Es importante señalar que los adultos de la generación migratoria tienen una vida más longeva, llegando a vivir hasta nueve meses. Durante la primavera retornan de nuevo hacia el norte, siendo los adultos de esta generación menos longevos.
Generalmente, cuando migran al sur, lo hacen a ambientes de elevada altitud, con temperaturas bajas. En estos casos, el comportamiento de las mariposas monarca cuenta con varias estrategias de termorregulación, que incluyen vibración o escalofríos en el cuerpo para generar calor en el abdomen y lograr subir caminando entre los árboles para tomar sol, y aumentar su temperatura corporal para poder volar eficientemente.
También suelen recurrir a reservas de lípidos en su cuerpo, con ello generan calor metabólico y pueden sobrevivir a los largos viajes de la migración. Adicionalmente, también cuentan con estrategias para evitar el sobrecalentamiento durante la migración, para ello escogen sitios de descanso dentro de los bosques o disminuyen sus actividades de vuelo en los horarios de menor incidencia solar.
Referencias
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– Zagatti, P. (1989). Feromonas sexuales de Lepidoptera: biología, química y aplicaciones. Revista Palmas, 10(2), 47-58.
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