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La Garcilla bueyera es una de las especies de garzas más pequeñas y esparcidas por el mundo, con un amplio rango de distribución en Europa, Asia, Norteamérica y en algunos países suramericanos. Esta garza está asociada a las zonas de pastoreo y áreas de producción pecuaria.
Bubulcus ibis, como es llamada científicamente, no está vinculada directamente a los cuerpos de agua, a diferencia de otras especies de este grupo taxonómico. También es conocida con el nombre de garza ganadera, en inglés Cattle Egret.
Características de la garcilla bueyera
Es una garza de pequeño tamaño, alcanzando una altura promedio de 45cm y una envergadura de alas que puede llegar a medir los 90cm. Su plumaje en general es de un color blanco inmaculado. El pico presenta coloración amarillo-naranja, de aspecto algo pálido.
Las extremidades inferiores de la garcilla bueyera son de tonalidad similar a la del pico, también de talla pequeña. Durante su periodo reproductivo, tanto hembras como machos suelen variar el color de su plumaje en la región dorsal, nuca y cabeza, tomando estas plumas una coloración semirufa o un color tostado muy tenue, el color de ojos se torna rojo intenso y tanto sus patas como el pico adoptan una tonalidad muy vibrante. No se conoce dimorfismo sexual.
Región geográfica y hábitat de la garcilla bueyera
Se cree que la garcilla bueyera es originaria del norte del continente africano y el sur de España. No obstante, se encuentra esparcida en una gran cantidad de países alrededor del mundo, principalmente dentro de la franja tropical.
Esta garza tiene un rango de distribución muy amplio, asociado a la actividad pecuaria. Se relaciona principalmente con las zonas de pastoreo de ganado bovino. Sin embargo, tiene gran tolerancia a zonas urbanizadas donde puede verse con relativa frecuencia.
Bubulcus ibis no está restringida solo a hábitats acuáticos, también puede hacer vida en cualquier tipo de territorio, en el que pueda conseguir alimento y también anidar llegado el periodo de reproducción.
Alimentación
La garcilla bueyera es omnívora con marcada tendencia insectívora. Su dieta está integrada básicamente por pequeños grillos, lombrices de tierra, moscas (en este enlace puedes acceder a más información sobre dípteros), abejas, arañas, mariposas, entre otros, los cuales obtiene posándose sobre la espalda de grandes mamíferos terrestres.
En algunos países, esta pequeña garza suele andar detrás de las máquinas que aran el campo, a la caza de pequeños artrópodos que son perturbados por tal actividad agrícola.
La garcilla bueyera puede establecer sociedades para alimentarse, como lo hace con mamíferos considerables, por ejemplo vacas (Bos taurus), así como con aves de gran tamaño, entre ellas, gansos y patos. Bubulcus ibis, dentro de hábitats acuáticos, pueden alimentarse de pequeños insectos acuáticos y peces de talla menor, también hurgan en la vegetación parcialmente sumergida para buscar brotes frescos. Es muy sociable y suele cazar en grupos, ya sean pequeños hasta grandes bandadas. Los anfibios suelen ser muy preciados en su dieta diaria, especialmente los del grupo Anura.
Reproducción de Bubulcus ibis
Los adultos reproductores suelen modificar su plumaje, de un blanco absoluto muy completo, a un plumaje de coloración ocre en el cuello, pecho, región dorsal y la nuca, permaneciendo blanco el resto de sus plumas. Este es un claro indicador de estar aptos para reproducirse.
Se cree que Bubulcus ibis es un ave monógama dentro de cada periodo reproductivo. Los machos de esta especie llegan antes que las hembras a los territorios de reproducción, defendiendo cada uno la parcela escogida. Tras el cortejo y una vez establecido el vínculo, la pareja se muda a un segundo lugar, el cual será el área de anidación. Macho y hembra construyen el nido y realizan cuidado parental. La puesta comprende tres huevos de media, el tiempo de eclosión oscila en unos 22 días y a los 40 comienzan a llevar una vida independiente.
Conservación
Bubulcus ibis se integra en el orden de los Pelecaniformes y familia
Ardeidae (ardeidas). La población parece estar en crecimiento, aunque se desconoce el número de ejemplares. Es catalogada como especie de preocupación menor. Entre sus amenazas se han reportado la destrucción de su hábitat, caza, persecución por causar molestias al hombre y la contaminación.
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